Categórico rechazo a los proyectos hidroeléctricos sobre los ríos Puelo y Manso


Así lo manifestaron comunidades y organizaciones sociales y ambientalistas de Cochamó (Chile) y de la Comarca Andina del Paralelo 42 (Argentina), al finalizar un encuentro binacional celebrado el pasado fin de semana en El Bolsón.




La principal definición del documento final refleja un “profundo rechazo a  los proyectos hidroeléctricos que pretenden llevar a cabo las empresas Endesa S.A. y Mediterráneo S.A. sobre las cuencas de los ríos Puelo y Manso, en virtud de los graves e irreversibles impactos ambientales, sociales, económicos y culturales que dichos emprendimientos implican”.

Según detalló la vocera Nora Corvalán, la convocatoria del sábado en el IFDC “contó con más de un centenar de asistentes en representación de las comunidades de la región y algunas autoridades políticas”.

En la apertura, Rodrigo Condezza desarrolló un proyecto de conservación ambiental del río Puelo, más un plan de ordenamiento territorial elaborado por la Universidad Mayor, con el propósito de proteger dicha cuenca hídrica.

A continuación, Mauricio Fierro, de la organización Geoaustral, describió las características de los emprendimientos hidroeléctricos sobre las cuencas binacionales exponiendo una síntesis de los principales impactos socioambientales. Los aspectos legales fueron abordados por Maria Victoria Pizzorno, abogada ambientalista que colabora en asesoramiento técnico.

Posteriormente, los asistentes escucharon el relato de los pobladores del sector quienes “asistieron a la presentación del proyecto por parte de la empresa Mediterráneo S.A., en el marco del proceso de consulta y participación ciudadana”.

Según su testimonio, fueron “burdas explicaciones técnicas poco comprensibles brindadas por representantes de la empresa, llenas de incoherencias y barbaridades, y disfrazando este proyecto altamente destructivo como ‘amigable con el ambiente’”.

En síntesis, lo calificaron como “argumentos poco reales y carentes de sentido, dejando así más interrogantes que respuestas, y poniendo en evidencia que la empresa es la única beneficiaria”.

Sobre el final del cónclave hubo “un polémico debate, enriquecido por la presencia de vecinos, ambientalistas e integrantes de Parques Nacionales, quienes aportaron diversas miradas sobre el tema”.

Libres de represas

En el documento surgido del encuentro se reafirma que “el agua es un derecho humano esencial y como tal, es obligación de los Estados argentino y chileno conservar y garantizar su carácter de bien social. En este sentido, rechazamos enérgicamente cualquier intento de convertir nuestros bienes naturales en meras fuentes de ingreso económico que solo benefician a los sectores corporativos involucrados, con la silenciosa complicidad de nuestros gobernantes”.

Explican en tal sentido que “las comunidades cordilleranas de este sector patagónico desarrollamos nuestra vida en forma armoniosa y respetuosa de la excepcional naturaleza en la que estamos insertas, y basamos nuestro sustento en actividades turísticas y rurales, incompatibles absolutamente con los emprendimientos hidroeléctricos. Por ello, reafirmamos nuestra voluntad de oponernos a los mismos, en defensa de nuestro modo de vida”.

Asimismo, rechazan “por falaces y mal intencionados los discursos gubernamentales que fundamentan la instalación de proyectos hidroeléctricos como respuesta a una supuesta crisis energética, siendo que el gran requerimiento de energía eléctrica lo tienen las actividades extractivas como la megaminería saqueante y secante. Proyectos que son planteados como respetuosos del medio ambiente pero que dejan de serlo por la envergadura del impacto que conllevan”.