El diálogo político dio sus frutos y con el acompañamiento de los bloques de la mayoría y la primera minoría, la Legislatura consagró como Defensora del Pueblo a Nadina Díaz.
A esa designación, que era un hecho el miércoles por la noche, se le sumó la de Adriana Santagatti como Defensora Adjunta, también con amplios márgenes de acompañamiento.
Hubo 45 legisladores presentes en la sesión. 43 aceptaron a Díaz, es decir, el FpV, la Concertación y el peperreísta Claudio Lueiro. Magdalena Odarda (ARI) propuso a Norma Durante y Ricardo Ledo (Unidos por Río Negro) a Alejandro Gatica.
Santagatti tuvo un voto más porque Odarda acompañó su nominación como adjunta.
Ambas designadas asumirán sus funciones el miércoles próximo, en reemplazo de Gustavo Casas, el hombre que en principio impulsó el sorismo y que tuvo un interinato de tres meses.
Díaz es escribana y locutora. Tiene 29 años y trabajó en su profesión de abogada en la ciudad de La Plata. Santagatti es una reconocida comerciante viedmense y ex conductora de un programa televisivo en Utilísima Satelital.
El insólito Pesatti
“Una persona con independencia respecto de nuestro gobierno”. Así se refirió el presidente del bloque del Frente para la Victoria a Nadina Díaz. Así, el legislador forzó insólitamente un argumento luego de que hace escasas semanas la misma fuerza política haya designado a contralores tan identificados con el gobierno que juraron por el FpV y la memoria de Soria. A veces, el silencio es salud.
¿Renovación o experiencia?
A la hora de cuestionar las designaciones de ayer, lo que más se escuchó y leyó estuvo vinculado a la “inexperiencia” de las protagonistas. Esa liviandad en la crítica encierra un pre-juicio: sólo con “experiencia” se puede acceder a un cargo de responsabilidad en el Estado.
Sin embargo, son múltiples los ejemplos de dirigentes que “con experiencia” robaron, hicieron pésimas gestiones, no garantizaron derechos y que en función de su “experiencia” siguen mamando de la teta del Estado.
Si se reclama a gritos una renovación hay que ser menos exigentes con el pedido de experiencia, si no, hay una flagrante contradicción. Es parte de la esquizofrenia de la sociedad y la política argentinas.
Hubo 45 legisladores presentes en la sesión. 43 aceptaron a Díaz, es decir, el FpV, la Concertación y el peperreísta Claudio Lueiro. Magdalena Odarda (ARI) propuso a Norma Durante y Ricardo Ledo (Unidos por Río Negro) a Alejandro Gatica.
Santagatti tuvo un voto más porque Odarda acompañó su nominación como adjunta.
Ambas designadas asumirán sus funciones el miércoles próximo, en reemplazo de Gustavo Casas, el hombre que en principio impulsó el sorismo y que tuvo un interinato de tres meses.
Díaz es escribana y locutora. Tiene 29 años y trabajó en su profesión de abogada en la ciudad de La Plata. Santagatti es una reconocida comerciante viedmense y ex conductora de un programa televisivo en Utilísima Satelital.
El insólito Pesatti
“Una persona con independencia respecto de nuestro gobierno”. Así se refirió el presidente del bloque del Frente para la Victoria a Nadina Díaz. Así, el legislador forzó insólitamente un argumento luego de que hace escasas semanas la misma fuerza política haya designado a contralores tan identificados con el gobierno que juraron por el FpV y la memoria de Soria. A veces, el silencio es salud.
¿Renovación o experiencia?
A la hora de cuestionar las designaciones de ayer, lo que más se escuchó y leyó estuvo vinculado a la “inexperiencia” de las protagonistas. Esa liviandad en la crítica encierra un pre-juicio: sólo con “experiencia” se puede acceder a un cargo de responsabilidad en el Estado.
Sin embargo, son múltiples los ejemplos de dirigentes que “con experiencia” robaron, hicieron pésimas gestiones, no garantizaron derechos y que en función de su “experiencia” siguen mamando de la teta del Estado.
Si se reclama a gritos una renovación hay que ser menos exigentes con el pedido de experiencia, si no, hay una flagrante contradicción. Es parte de la esquizofrenia de la sociedad y la política argentinas.
Fuente noticias Net
Social Plugin