Lo confirmó ayer el fiscal Francisco Arrien, en relación al primer trimestre del año pasado. La estadística surge a pedido de la Procuración y surge la “inmediata necesidad de reformar el Código de Procedimiento Penal, que determina el mecanismo de enjuiciamiento dentro de la provincia de Rio Negro. “Ahí tenemos un déficit clarísimo”, subrayó el funcionario judicial.
En relación a los casos delictivos que azotan a la comunidad regional en los últimos meses, el fiscal Francisco Arrien coincidió ayer en que “es notorio que hay un incremento de determinados hechos. Miramos las estadísticas del primer trimestre del año y hay un incremento, entre un 30 y 40%, de las causas en general, con preponderancia de delitos contra la propiedad. Son hurtos y robos que se hacen tanto en la vía pública como en casas particulares o en comercios”.
A su criterio, “se atribuyen a múltiples motivos: durante la época del verano, con un constante fluir de personas que entran a la localidad para vacacionar, hasta aquellos que aprovechan la oportunidad para cometer delitos. En la temporada de invierno, cuando la oferta laboral es menor, se incrementan los hechos contra la propiedad protagonizados por individuos que viven entre nosotros.
-¿Son hechos que se pueden atribuir a bandas delictivas organizadas?
-Por supuesto, es un poco de todo. Hay gente que es de la misma localidad y otros que llegan. Inclusive, en muchas denuncias que no se han podido esclarecer, surge que es gente de otros lugares. No obstante, cuando uno habla de inseguridad se refiere no solo a delitos contra la propiedad, también hay que sumar otros contra las personas, sobre todo aquellos de ataque contra la integridad sexual. De todas maneras, no es lo mismo un hurto, que se produce en una vivienda deshabitada, que aquellos que se concretan en lugares donde hay personas, que son los denominados robos calificados, y son los que generan mayor inseguridad porque hay un riesgo real y físico de las víctimas por el uso de armas. En este caso, no hubo un incremento muy importante.
-¿Cómo el caso del kinesiólogo secuestrado y maniatado junto a su familia?
-Fue uno de los casos que se pueden denominar como graves, donde realmente hubo un riesgo concreto para las personas involucradas, que lleva a una sensación mayor de inseguridad.
-¿Presume que en el segundo trimestre del año la estadística de delitos crecerá?
-Es difícil predecir lo que puede ocurrir, porque pueden incidir distintos factores. Puede ser que exista una mejor operatividad de la policía para las cuestiones de seguridad, como también pueda ocurrir algún hecho social en particular que haga que las estadísticas se incrementen.
-¿Es lógico pensar que el trabajador que se queda sin empleo sale a delinquir?
-No, no quiero estigmatizar a la gente que no tenga trabajo. Está demostradísimo que no es así. Lo que digo es que los factores socioeconómicos y ambientales de un lugar siempre influyen en cuanto a si hay más o menos delito contra la propiedad.
Por mano propia
-También es malo que vecinos salgan a alertar que se van a armar para hacer justicia por mano propia…
-Está ampliamente demostrado -acá y en todo el mundo-, que armarse para resistir un robo o un hurto es una desproporción absoluta y total y puede generar hechos muchísimos más graves para la propia víctima. Estoy convencido de desaconsejar ese tipo de actitudes, para eso está la policía.
-¿Y qué respuesta le dan a aquel que dice que los jueces no hacen nada, que los ladrones entran por una puerta y salen por la otra?
-El Código Penal se aplica en todo el país, es el mismo para todas las provincias. Los colaboradores judiciales estamos colaborando para la reforma del Código de Procedimiento Penal, que determina el mecanismo de enjuiciamiento dentro de la provincia de Rio Negro, y ahí tenemos un déficit clarísimo. Es un código de muchos años que en la actualidad no está cumpliendo la función que la sociedad requiere. Sobre todo, en cuanto a la celeridad de los actos procesales que hay que realizar cuando una persona comete delitos y, fundamentalmente, esta sensación de impunidad que siente la gente, que es real y que no se resuelve con una ley, pero sin ese instrumento es muy difícil. Más que nada para los fiscales, que sentimos la sensación de la labor no cumplida porque tenemos una herramienta procesal que hace agua por todos los costados.
Caso resueltos
-Sobre los hechos denunciados, ¿cuántos fueron resueltos por la policía?
-No tengo la estadística exacta, todavía la estamos elaborando a pedido de la Procuración. Lo que se puede adelantar es que muchos son casos de hurtos a viviendas deshabitadas y de allí surge que, independientemente de la actividad policial, es muy importante la actitud que toman los vecinos. Cuando se produce un hecho de estas características, ya sea en un barrio o un lugar urbano céntrico, francamente resulta raro que nadie haya visto absolutamente nada. En general, cuando se piden testimonios, nadie ve, ni escucha nada.
-¿Es una falta de compromiso ciudadano?
-Sería mucho más fácil para la fuerza de seguridad -y posteriormente para la justicia-, poder enjuiciar a una persona si tuviese mayor abundancia de elementos de prueba, donde son fundamentales los testigos. No es que uno quiera descargar en los vecinos la responsabilidad de la investigación criminal, pero muchas veces carecemos de esos elementos imprescindibles.
Confianza
-¿Recomienda a la población que siga confiando en la policía?
-Eso es indudable, la policía –como la justicia-, tiene un montón de deficiencias (como en muchas instituciones), pero a nadie se le ocurriría no ir al hospital si tiene un problema médico. Ante un hecho delictivo, necesariamente tiene que denunciar, más allá de que no obtenga el resultado esperado, pero de la otra manera tampoco lo va a tener porque nunca va a ingresar al sistema penal.

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