Consorcio Barrio San Juan‏


“Es una estafa” Esta mañana un grupo de vecinos asociados al proyecto “Consorcio Barrio San Juan” mantuvieron una reunión con el presidente del Instituto Municipal de Tierra y Vivienda para el Hábitat Social, Gustavo Gennuso, para expresarle su preocupación sobre la incierta situación debido la ausencia de aprobación oficial del planteo urbanístico y la pública desvinculación de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) del proyecto.


“Todo indica que se trata de una estafa”, expresó el presidente de Instituto ante un grupo de asociados a la propuesta denominada “Barrio San Juan” y/o “COSPAT SRL”. Los damnificados, que se han organizado en un grupo que ya supera las 100  familias, están evaluando las próximas acciones a tomar ante la negativa del representante de COSPAT, Juan Kopprio, de devolver los aportes de los asociados que se quieren retirar del proyecto.
Las denuncias se siguen acumulando en la Oficina Municipal de Información y Defensa al Usuario y Consumidor (OMIDUC) y de acuerdo a lo que anticiparon algunos damnificados sería inminente que se presenten denuncias penales contra Juan Kopprio y el titular de la cuenta corriente en la que se realizaban los pagos, Claudio Oyarzun Salgado y el tercer socio, Sr. Azocar.
Por otra parte, el Municipio, a través del Departamento de Fiscalización confirmó que no existe un domicilio legal de COSPAT ni de Consorcio Barrio San Juan en la dirección que figuraba en los convenios de pago y que es la sede de UPCN, Elordi 621.
Uno de los vecinos destacó que “UPCN no se puede despegar de todo esto, porque nosotros firmábamos en la sede, los contratos tenían los sellos oficiales y además hay recibos oficiales de UPCN de los pagos que hacíamos”.
Además de la falta de autorización del planteo urbanístico por parte de la Secretaría de Planeamiento el predio en el cual se desarrollaría el proyecto todavía no ha sido adquirido por COSPAT, lo que constituyó uno de los detonantes que puso de manifiesto las irregularidades.
Gennuso se comprometió a acompañar y asesorar a los damnificados en todo aquello en lo que el Instituto de Tierra y Vivienda para el Hábitat Social pueda asistir. “Esto es un gran daño, porque no solo se daña a la economía concreta de las parejas jóvenes que con mucho esfuerzo han pagado cuota tras cuota. También se daña la confianza, y eso es lo más grave, porque después no van a querer participar en nada”, manifestó el presidente de la institución.