La perrera no, las bolsas por ahora “en estudio”


El secretario municipal de Medio Ambiente, Claudio Romero, calificó ayer la problemática de los perros sueltos como “un tema delicado y oneroso a la hora de plantear situaciones más drásticas”, como la eutanasia. Además puso en  duda la aplicación de la ordenanza que prohíbe la entrega de bolsas en el comercio local: “El polietileno termina apareciendo igual”, valoró.

En referencia al reclamo de los vecinos que piden controlar la proliferación de perros en las calles del centro y en los barrios, el funcionario anticipó que una perrera “no es lo que estamos planteando”. En contrapartida, dijo que la premisa “es incorporarnos como miembros plenos a la Red de Municipios Saludables (estamos haciendo los trámites), y a través de ello podríamos bajar el programa nacional de tenencia responsable de mascotas, que nos permitiría el desarrollo de un centro de zoonosis; que no es precisamente una perrera e implica el trabajo con todos los animales de la localidad”.
“Esa es la posibilidad concreta de comenzar a tomar cartas en el asunto de los perros, los caballos sueltos”, completó.
-Pero los comerciantes del centro se quejan a diario de los perros que molestan a sus clientes y a los turistas…
-La mayoría de esos perros tienen dueños, no son de la calle, uno ve su estado y se puede comprobar que son sanos. Obviamente, tenemos que comenzar una campaña fuerte para que gente tenga responsabilidad en el cuidado de sus animales. Hoy no tenemos los medios para capturarlos y tenerlos en un cani, hasta que los dueños los vengan a buscar. Es algo que hay que implementar y no tenemos siquiera el espacio físico.
-Nuestro apuro es poder completar la gestión para el centro de zoonosis y por ahora estamos colaborando –para que no aumente la población de perros-, es con recursos para las castraciones barriales gratuitas, con conjunto con la Sociedad Protectora de Animales y con un grupo de veterinarios. Con ellos nos estamos reuniendo regularmente.

Caballos y chanchos

-¿Está enterado de la ordenanza del 111/06 que prohíbe en el caso urbano la crianza y cuidado de animales bovinos, ovinos, equinos, caprinos y porcinos?
-Pasa que el casco urbano va creciendo y sus límites quedan difusos, también son cosas que van quedando en el tintero en términos de control, como tantas otras cosas. Por ejemplo, si uno toma el código urbano y mira la imagen que muestra hoy El Bolsón, no hay casi ninguna manzana que no tenga situaciones por fuera de las normas. Es cierto, dentro de la zona más densa no debiera actividades tipo chacra.
-Pero si no aplica las leyes entraría en incumplimiento de deberes de funcionario público…
-La ordenanza se aplica con inspectores y muchas veces otras cosas aparecen a partir de denuncias. Hay situaciones en que no somos concientes que pasan hasta que viene un vecino y lo dice. Es bastante delicado tener chanchos, por ejemplo. Una cosa es tener una chancha para lechones, pero otra cosa es tener un criadero. Requiere de una articulación con Senasa y una serie de requisitos. A partir de denuncias, también comenzamos a trabajar sobre esta problemática para poner orden.
-¿Y encontró mucho desorden?
-Hay cosas que históricamente se hicieron así, son aspectos que hay que analizar y evaluar el grado de compromiso que tiene esa persona en relación a su propia supervivencia y en relación a la actividad que está haciendo. También hay ordenanzas que no necesariamente han sido publicadas y la gente no las conoce.

El largo camino de las bolsas plásticas

La ordenanza 105/05 prohíbe taxativamente en El Bolsón “a partir del 1 de enero de 2006 la utilización de bolsas de material no biodegradable para contener mercaderías expendidas en supermercados de cualquier clase, almacenes y en cualquier otro tipo de comercios”.
La norma entró rápidamente en contradicciones utilizadas por los mismos negocios, donde en lugar de la tradicional bolsa camiseta, entregaron otras de polietileno sin manijas, hasta desembocar en suspender su aplicación “hasta que se vayan los turistas”.
Aún cuando la iniciativa fue modelo para otras ciudades, como Villa La Angostura o Comodoro Rivadavia “donde aplica a rajatabla”, acá pronto pasó al olvido aunque la ordenanza nunca se modificó o derogó. En consecuencia, está en vigencia.
Sin embargo, Claudio Romero duda de su aplicación. Al respecto se preguntó: “Hasta qué punto es una medida necesaria para el cuidado del medio ambiente o es una medida visible –porque queda bien-, pero el polietileno termina apareciendo igual. El vecino que no tiene la bolsa de La Anónima para tirar la basura, va a comprar la bolsa de residuos, que es peor porque tiene más resistencia y tampoco es biodegradable”.
“Termina acumulándose en la planta una cantidad impresionante de nylon. El problema no es la bolsa, sino la actitud de la gente, que la desparrama o la tira donde no corresponde. Prohibir su uso es más un mensaje que una cuestión efectiva, quizás halla que revisar la norma”, sentenció.
En general, “el marco normativo de El Bolsón - salvo algunas cosas que están vigentes y tienen sentido-, merece una revisión de las ordenanzas”.
Al reconocer que “tenemos algunos meses de gestión, quizás no tantos como para completar algunos escenarios que nos estamos planteando”, el secretario de Medio Ambiente anticipó que “estamos revisando normativas, por ahora puertas adentro y viendo cuál será la propuesta que llevaremos ante el Concejo Deliberante para producir los cambios”.
Prioridades

Finalmente, Romero subrayó su esperanza “en la segunda etapa de inversiones” en la planta integral de tratamiento de residuos sólidos urbanos, de Los Repollos, financiada con subsidios del gobierno nacional. “En 45 días estaríamos recibiendo fondos para montar una capacidad operativa muy importante para clasificar y separar la basura. Lo que nos estaría faltando es garantizar la mano de obra necesaria para ese cometido y la solvencia económica para sostenerla.  Para la gestión de Ricardo García “es una de las cuestiones prioritarias”, resaltó.


Epuyén aplica

El Concejo Deliberante de la Municipalidad de Epuyén aprobó hace unos días la ordenanza que “prohíbe el uso de polietilenos, polipropilenos y aquellos polímeros artificiales no biodegradables con destino a embalajes, o bolsas de las denominadas  ‘camiseta’ a ser entregadas por comerciantes con posterioridad a la venta”.
De inmediato, promotores ambientales entregaron en cada negocio una copia de la ordenanza 1007/12, acompañada por diez bolsas de fiselina con destino a la clientela.
a sus clientes. “Tiene como objetivo nada más y nada menos  proteger el ambiente”, valoraron.