Contrariamente a lo que siempre pensamos, nuestro mundo es un proceso no una colección de objetos. Todos los elementos de todos los seres animados e inanimados en el universo están en constante cambio. La secuencia de cambios esta siempre ocurriendo pero generalmente nos pasa que la secuencia esta unida por inconciencia y no lo percibimos. La mayoría de nosotros ve a la realidad objetiva como mas real que la subjetiva y utilizamos mucha de nuestra energía vital intentado conseguir nuevos objetos o intentando detener la decadencia gradual de todo lo que tiene forma.
Cuando inyectamos conciencia en el proceso de cambio podemos tomar conciencia del pasado y del futuro, ya que ambos son experimentados simultáneamente en el presente, y al utilizar la intención podemos dirigir la secuencia de cambios hacia el beneficio de todos los seres.
Eso es el estado de iluminación.
En vinyasa practicamos una secuencia de asanas como un movimiento continuo desde principio a fin. Todos los movimientos hacia una postura o saliendo de una postura están ligados a una inhalación o exhalación y a la intención haciendo que la practica se mueva hacia delante. (La intención es la razón que subyace a la práctica).
Algunas claves importantes para la práctica de asana:
• Las inhalaciones y las exhalaciones deberían ser de la misma duración y mover el mismo volumen de aire. La respiración Ujjayi hace que sea audible y mas facil de regular. No debería haber pausa o retención de la respiración en ningún momento: el fin de cada inhalación fluye hacia el comienzo de cada exhalación y vise-versa. De este modo la respiración es utilizada como una herramienta para entrenar la conciencia en la atención. La calidad de la respiración refleja la calidad de la mente en cualquier postura o transición. Si tiene una cualidad libre de apego (ignorante) al placer o de rechazo (ignorante) al dolor o a la molestia entonces la mente tendrá la misma cualidad.
• A igual que con la respiración, no debería de haber pausa entre los movimientos. La transición hacia un asana o saliendo de un asana debería llevar la misma cantidad de tiempo que la inhalación o la exhalación a la cual esta ligada, ni mas ni menos. Eso significa que un simple movimiento puede tener que ser hecho más lento que lo usual y un movimiento más complicado puede tener que ser realizado más rápido que lo usual. Apenas un movimiento es completado (en el tiempo de la inhalación o exhalación) el próximo movimiento comienza, de este modo la practica fluye sin brechas.
• Durante toda la práctica se debe aplicar Mula Bandha. Este bandha dirige la conciencia desde lo mundano hacia lo espiritual y nos recuerda de nuestra intención.
Una práctica de vinyasa correctamente ejecutada puede ayudarnos a romper el hábito de ver el mundo que nos rodea como una colección de objetos y de ver la vida como una serie de sucesos separados. Imita la forma en que la naturaleza funciona, siempre en movimiento, cambiando, en forma de curvas. Los eventos en la naturaleza no suceden de repente, se desenvuelven, se desarrollan. Entonces en nuestra practica de vinyasa no “hacemos” uttanasana y luego urdvha mukha y luego adho mukha de forma cortada y estática sino mas bien permitimos que cada asana se desenvuelva hacia la siguiente del mismo modo que una semilla se desenvuelve en un brote, luego en un pimpollo y luego en una flor para después regresar a la tierra a nutrir a la próxima generación. Cuando las asanas, la secuencia de cambios se tejen así con la respiración y la intención conciente nos alineamos con el constante fluir, con el ritmo ondulante del universo.
-Sharon Gannon (Maestra Jivamukti Yoga)
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