Mendioroz indicó a la agencia APP que “ya no sólo se ven sólo los manchones aceitosos y marrones que trae el río cuando crece, provenientes de las plantas de tratamiento de Viedma o Patagones; nunca había pasado oler a excremento en lugares donde hay chicos bañándose”.
“Se sigue tratando con una gran indolencia la sanidad de esta cuenca”, aseveró.
Explicó que “yo lo que sé es que cuando el río crece, trae lamparones y manchas viscosas, pero nunca había pasado que huela mal, huele a excremento”.
Recordó a la agencia APP que en el Alto Valle hay balnearios que no se pueden usar y exto se ha extendiendo.
Afirmó que se debe denunciar a la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), tal como nosotros lo hicimos en su momento ante la justicia federal, que debería preservar este río. (APP)
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