Con la caída de proyectos financiados por el BID cayo al
Promeba lll que se refería al barrio Esperanza de esta localidad, según denuncia
Claudia Beltramino.
En este punto es menester destacar que cada proyecto demanda
un esfuerzo extraordinario por que no se trata tan solo de planos y preparación
de la obra sino que deben cumplirse una serie de trabajos previos que son una
condición insoslayable para obtener la aprobación. Hablamos de encuestas
sociales, estudios ambientales, legales, que demandan al menos un año de
laboriosa contrición de un importante equipo de profesionales.
La actual administración rionegrina quizás no ponderó
adecuadamente las ventajas de estos programas con financiamiento del BID y a
pesar de la experiencia y calificación adquirida por un recurso humano con
reconocimiento del organismo, lo que se tradujo en que Río Negro llegó a ser la
Provincia que obtuvo más préstamos por cantidad de habitantes, superando
incluso a la provincia bonaerense, no mantuvo el ritmo de requerimientos para
completar proyectos o para avanzar en nuevas gestiones.
Entre los proyectos, con financiamiento acordado, que se
perdieron para beneficio de los ciudadanos rionegrinos podemos mencionar:
1- Planta de
líquidos cloacales de San Carlos de Bariloche
2- Ampliación de
Planta de Agua Potabilizada de General Roca
3- Ampliación de
Planta de líquidos cloacales de Viedma
4- Las 3 etapas
restantes de las 5 que completan el Programa de Asfalto Rural en el Alto Valle
(se asfaltaron 130 de los 250 km que completan el Proyecto)
La clave de esta derrota del desarrollo en manos de una
expresión menor y degradada de la actividad política se ubica en la falta de
idoneidad y experiencia de la conducción de la Unidad Ejecutora Provincial que
no supo o no pudo corresponder las exigencias del PROMEBA impidiendo que miles de
familias rionegrinas siguiesen beneficiándose del más que conveniente
financiamiento del BID para el “Mejoramiento Barrial” que sin duda se traduce
en mejor calidad de vida.
El reflejo de la desidia en El Bolsón
Referirnos a la desidia como concepto al calificar a una
gestión de gobierno sin reflexionar en como ese pecado afecta la vida de los
ciudadanos, particularmente la de los menos favorecidos, sería una traición al
lector.
Localicemos entonces a la desidia
El Bolsón- Barrio Esperanza: La primer etapa del PROMEBA
consolidó al barrio realizando redes de agua, gas, cloacas, electricidad,
alumbrado público, veredas, cordón cuneta, contenedores de residuos, arbolado,
consolidación de calles, entrega de títulos de propiedad a cada uno de los
ocupantes.
La segunda etapa, prevista para ser ejecutada con el Promeba
III consistía en ocupar tierras aledañas, propiedad del municipio de Bolsón,
para relocalizar a 250 familias que viven a la vera del río QUEMQUEMTREU, en
condiciones deplorables, sin servicios y con riesgo para la vida de los vecinos
cada vez que se producen crecidas de dicho río. Con estas obras, además se
lograría el saneamiento de la rivera del río, se protegería a la ciudad de las
crecidas (obra que iba a desarrollar el DPA) y se realizaría un paseo en la
costanera para disfrute de todos los habitantes.
Se desconocen los motivos por los cuales estos proyectos de
la segunda etapa del PROMEBA fueron dados de baja. Los ciudadanos de El Bolsón
aún esperan ilusionados.
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