Según versiones cercanas a Moreno, la tarjeta sería emitida, administrada y contará con el financiamiento que aporten los súper e hipermercados más grandes. Y será exclusiva. Los supermercados dejarán de aceptar las tarjetas tradicionales y se manejarán con su propio producto, que ofrecerá promociones, rebajas y beneficios para los usuarios. Además, se negocia para ampliar la participación empresaria a las cadenas de electrodomésticos como Frávega, Garbarino, Red Megatone y Ribeiro, al que ya le dio su aprobación la agrupación de supermercados del interior del país. Otros jugadores serían los supermercados de origen chino, las carnicerías asociadas y las estaciones de servicio, al menos las de YPF.
Sin embargo, Miguel Angel Calvete, director Ejecutivo de la asociación de supermercados chinos, señaló que la propuesta "será de difícil aplicación" y agregó que en un principio sirve para unos 300 productos. Agregó que "se habló en algún momento que (la Supercard) sea el único medio de pago pero hay otros productos y tarjetas en el mercado y eso sería inaplicable desde el punto de vista lógico y desde la sensatez del mercado", explicó .
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