“Nosotros estamos viviendo la crisis estructural más profunda en la historia de la Policía de Río Negro. Eso impacta en la seguridad ciudadana. Por eso necesitamos un policía que se dignifique, que se capacite, que sea fuerte y que se reconcilie con la sociedad”, aseguró la legisladora ante la prensa al presentar el proyecto.
En sus más de 500 artículos, la reforma busca la dignificación de los agentes policiales con mejoras salariales, y un trato digno para él y su familia; la democratización en la elección del Jefe de la Policía y mecanismos de sanciones transparentes y certeros.
La legisladora destacó en los fundamentos de su proyecto, la grave situación que viven los agentes policiales, las sanciones arbitrarias que se les aplican y la situación deplorable que vive la institución.
Estas situaciones necesitan ser revertidas de manera urgente para lograr que la Seguridad en todo el territorio provincial sea combatida, pero por sobre todo prevenida.
Es por ello que la reforma plantea una división de la Fuerza en dos grandes agencias: una Policía de Seguridad y Prevención del delito y una Policía de Investigaciones Judiciales o Científica que actúa sobre el ilícito consumado que ayudará a la justicia a dar respuestas a la sociedad; es por ello que esta última dependerá operativamente del Procurador General de la provincia.
Otro de los grandes cambios que se prevé se relaciona con la jerarquización del papel del máximo jefe policial, el cual deberá ser elegido por la Legislatura Provincial. Esta elección deberá contar con una mayoría especial de los dos tercios del cuerpo parlamentario y se pondrá en marcha a través de una terna de candidatos remitida al Poder Legislativo por el Poder Ejecutivo.
Además, deberá pasar por un procedimiento de selección que incluye la Audiencia Pública. Allí, se les evaluará el grado de conocimiento de la fuerza en la actualidad, sus antecedentes, su actitud para conducirla. Del mismo modo, el jefe policial tendrá como obligación hacer una rendición de gestión ante la Legislatura Provincial una vez al año.
“Queremos una ley fuerte, queremos un jefe de la policía fuerte”, aseguró Ana Piccinini en Conferencia de Prensa.
Para llevar adelante este proceso de cambio será necesario implementar una reforma en las remuneraciones percibidas por el Jefe, por los policías que arriesgan su vida en las calles, y jerarquizar el sueldo de los que tienen la tarea de investigar. También se reducirá la discrecionalidad de los jefes al momento de aplicar sanciones, para evitar que estas sean un mecanismo de dominación y sumisión.
Con la misma importancia se deberá transparentar el sistema de adicionales, para evitar que estas se conviertan en fuentes de corrupción y malversación de dinero.
El proyecto fue pensado íntegramente para salvaguardar los intereses de la sociedad, para que los derechos humanos sean protegidos y defendidos comenzando por cuidar a quienes tienen la responsabilidad de la Seguridad ciudadana.
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