La familia del niño vive en el barrio Virgen Misionera, en
Bariloche, pero se encontraba de paseo en el campo de unos conocidos en El
Bolsón.
En la tarde del martes pasado, el niño bebió un trago de una
botella de Coca Cola con un líquido naranja. Cuando aparecieron los primeros
síntomas de intoxicación, sus padres lo trasladaron de inmediato al Hospital de
Bolsón, desde donde fue derivado al Hospital Zonal de Bariloche, en ambulancia.
“Ingresó con un cuadro de intoxicación, sudoración y
dificultades respiratorias. Lo cierto es que, en un primer momento, no
sospechamos de un organofosforado (químicos utilizados como plaguicidas).
Cuando el padre fue a la veterinaria con el líquido, le confirmaron que se
trataba de un insecticida de uso veterinario”, explicó el médico de la Unidad
de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Zonal, Matías Debenedetti.
El insecticida Mos-k-Tion es un antiparasitario externo que,
según explicaron los médicos, se utiliza para alejar las moscas de las vacas.
Ante la imposibilidad de conseguir el antídoto necesario en
Río Negro, los médicos tuvieron que pedirlo al Hospital Castro Rendón, en
Neuquén.
“Por suerte, llegó a tiempo y se lo pudimos dar a las 24
horas de ingerido el insecticida. La recomendación es no pasar las 36 horas”,
indicó Debenedetti.
Venta irregular
También se denunció que la venta del insecticida fue
fraccionada y estaba en un envase de gaseosa sin rotulado, con indicaciones
referidas a la peligrosidad del producto, a la necesidad de mantenerlo alejado
de niños o qué hacer en caso de ingerirlo.
“Esto es un accidente doméstico. Pero ningún producto
químico debe estar al alcance de los niños porque todos son más o menos
tóxicos”, indicaron en el hospital.
(Fuente Río Negro)
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