“No ser indiferentes ante la pobreza”, pidió Poli en Luján

Miles de fieles participaron de la peregrinación, que terminó bajo la lluvia y con mucho frío.El arzobispo hizo la exhortación en la misa al cierre de la tradicional peregrinación hasta la basílica. Repitió el mensaje de Francisco: “Echarse la patria al hombro”, y dijo que una forma de hacerlo es compartir algo con los que menos tienen.


El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, exhortó ayer a “no ser indiferentes” ante “tanta pobreza y tantos pobres” y llamó a escuchar al papa Francisco cuando pide a los argentinos “echarse la patria al hombro”, al presidir la misa de la peregrinación juvenil a pie a Luján.

La 42 edición de esta manifestación de fe popular llevó por lema “Madre, danos tu mirada para vivir como hermanos” y la lluvia que sorprendió a los peregrinos en el último tramo del camino obligó a celebrar la eucaristía dentro de la basílica y no en la plaza Belgrano.

“Si podemos hacer algo con los pobres, especialmente con los que pasan a nuestro lado, no seamos indiferentes. Si podemos compartir algo con ellos, hagámoslo”, sostuvo Poli y advirtió que “eso también es ponerse la Patria al hombro”.

El cardenal invitó a los peregrinos a renovar ante la Virgen el “deseo de un encuentro fraterno entre todos los argentinos” e hizo hincapié en el tema la pobreza que, según oficializó el miércoles el Indec, alcanza a 13 millones de argentinos.

“Uno podía decir: ‘Que es una gotita en tanta pobreza y tantos pobres’. La Madre Santa Teresa de Calcuta decía que de gotitas están hechos los océanos. Echémonos la patria al hombro, que el Señor y la Virgen de Luján nos ayuden en este buen propósito”, insistió.

El purpurado porteño trajo a colación el “mensajito” que el Papa envió el viernes a los argentinos a través de un video y destacó la exhortación del pontífice a “echarse la patria al hombro”.

“Muchas veces aquí lo escuchamos al cardenal (Jorge) Bergoglio decir esta frase. Y uno no tiene que decir, que sean los de arriba, cada uno de nosotros, los que amamos esta patria, nos echamos la patria al hombro”, aseveró.

Fuentes policiales estimaron que un millón de personas participó de la peregrinación, en tanto la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular, a cargo de organización, prefirió hablar de “un mar de vida” y “una corriente imparable” de peregrinos.

A las 6:36 de ayer ingresó a la basílica la “imagen cabecera” de la Virgen llevada por el grupo de peregrinos que salió el sábado al mediodía del santuario de San Cayetano de Liniers.

La peregrinación a pie recorrió la antigua ruta 5, donde hubo instalados 15 puestos de apoyo y 59 puestos sanitarios, dispuestos cada 500 metros y asistidos por unos 6.000 voluntarios.

Solos, en grupo, ayudados por bastones o con lágrimas en los ojos por la proeza de haber podido llegar y cumplir su promesa o pedido a la Virgen de Luján, los fieles recorrieron los 60 kilómetros que separan el barrio porteño de Liniers de la Basílica, con lluvias en el último tramo del recorrido.

“Cansados, llegamos pero la Virgen nos renueva las energías. Vine agradecerle a la Madre, a saludarla y decirle: acá estoy”, dijo a DyN un joven, llamado Ulises, de una parroquia de la localidad bonaerense de Villa de Mayo.

A lo largo del camino, los peregrinos rezaron a cada hora un Avemaría por la Patria, oración que fue coordinada a través de las redes sociales por la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular.

Uno de los momentos culminantes de la peregrinación se produjo a la hora cero de este domingo, cuando los peregrinos encendieron una vela para “iluminar el camino” a la Virgen.

La misa del Arzobispo Poli arrancó a las 7:30 y debió efectuarse dentro de la Basílica por la lluvia. En la plaza se realizaron confesiones y bautismos.









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