La atracción de inversores desató la guerra del agua

La confluencia de los ríos Neuquén y Limay que da origen al Negro. Estos cursos de agua están bajo la mirada de Buenos Aires para regar un millón de hectáreas en su territorio.Neuquén tildó de "inviable" un proyecto del gobierno bonaerense.

La campaña electoral avivó la batalla por el agua, que se venía librando sin demasiado ruido entre la provincia de Buenos Aires y las patagónicas Neuquén y Río Negro. Los bonaerenses reclaman un cupo mayor del vital recurso para regar sus cultivos al sur de Bahía Blanca e incluso piensan en hacer un “trasvase” del río Negro al Colorado. Ayer, el subsecretario de Recursos Hídricos neuquino, Horacio Carvalho, salió a aclarar que el proyecto es inviable en el actual contexto de sequía, y la prioridad son las inversiones locales.

Carvalho indicó que nuestra provincia tiene proyectos pendientes de hace años para sumar unas 20 mil hectáreas bajo riego, donde ya hay inversores interesados. Agregó que, por eso, la prioridad debe ser usar el agua “dentro de la cuenca del Limay, Neuquén y Negro y no afuera”.

Recordó que, cuando los bonaerenses hablan del trasvase al Colorado, “estamos hablando de regar con agua de una cuenca a otra”, en un contexto donde, “por la naturaleza o el cambio climático, hace siete años que venimos con sequía”.

El reclamo de Buenos Aires se presentó en abril en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), que maneja los ríos Neuquén, Limay y Negro. Tras varias reuniones, el organismo resolvió contratar un estudio integral para determinar, con valores actualizados, qué cupo de agua le corresponde a cada provincia. Ese análisis se haría por licitación, con fondos nacionales, y demoraría por lo menos dos años.

Como el río Colorado está a mayor altura que el Negro, el desvío debe hacerse pendiente arriba, con algún tipo de bombeo. Días atrás, técnicos de Buenos Aires señalaron que la pretensión “de máxima” es irrigar 1,1 millones de hectáreas.

Carvalho señaló que la cuenca tiene potencial para regar más de un millón de hectáreas, pero hoy está lejos de ese tope. “El Limay no llega a 300 metros cúbicos por segundo en la zona de la Confluencia y el río Neuquén a 70; estamos con un caudal sumamente bajo comparado con otros años, y Buenos Aires pretende quedarse con un cupo de 201”, observó.

Contó que Neuquén tiene proyectos de riego pendientes en Mari Menuco (donde quedó hecha la captación y parte de un canal), Arroyito y Picún Leufú. Con el cambio de gobierno nacional, inició gestiones para financiar esos desarrollos con un programa denominado Asociación Público-Privada (APP).

“Seguramente la provincia de Buenos Aires también estará con este programa APP y no quiero pensar mal y que quieran derivar a los inversores para allá cuando varios están interesados en venir a Neuquén; ojalá no sea ese el objetivo”, acotó.

Remarcó: “El bombeo que requiere ese trasvase sería una obra millonaria, mientras acá tenemos los vínculos, las compuertas y el primer tramo del canal de material listos”. Añadió que en esas condiciones, sumadas a una sequía prolongada, “lo que se reclama no es posible y hay que estudiarlo mucho”.

La presentación de Buenos Aires forma parte de un reclamo histórico, reavivado por la gobernadora María Eugenia Vidal. Entre los posibles puntos para el trasvase, se mencionó Chelforó, lo que permitiría irrigar los partidos de Villarino y Patagones e incluso tierras cercanas a Bahía Blanca.









-------------------------ESCRIBANOS, OPINE, ENVÍE INFORMACIÓN-----------------
Forms generator powered by 123ContactForm.com | Report abuse
ESCRIBANOS