Carta de lector: Patota de motoqueros

Resultado de imagen para motoqueros haciendo willyLago Puelo, Chubut, febrero 26 de 20018.
Señor Director:
Se supone que la gente que elige lugares como la Comarca Andina para alejarse del vertiginoso loquero de las grandes ciudades, lo hace convencida que dio un gigantesco paso para acercarse lo más posible al paraíso.


Claro que como la perfección no existe, las autoridades deben hacer lo que corresponde, cumplir con sus funciones, para que el paraíso no se altere. Sentido común ciento por ciento.

En Puelo hace unos 15, 20 días la paz se alteró por el accionar de una patota de motoqueros que no respeta nada, ni a nadie y que con sus malabares, frenadas, caballitos (willie), escapes libres, enloquecen a todo el mundo.

“Transito” un día dice que tiene identificados a estos bribones, otro que no tiene gente, otro que no los conoce, otro que como sus operativos son muy evidentes son fáciles de eludir y otro que la policía ya le hizo 5 multas a los transgresores sin resultados positivos.

Difícil saber cuando dice la verdad. En mi opinión, nunca. A no ser que las multas sean de $ 1.20 cada una, resulta imposible suponer que alguien por muchas ganas que tenga de exhibirse y molestar más que malgastar el dinero lo “queme”.

Una vez le pregunté a una comisión de la policía que estaba haciendo un control si sabía de la existencia de estos patoteros y el oficial a cargo respondió como medía yo el escape libre y si estaba en condiciones de calcular el exceso de velocidad. Lectura, me tomó el pelo.

La autoridad se ejerce, no se declama. Y por lo visto en lago Puelo, no se ejerce.

Quizá cuando el intendente deje de estar embebido en sus problemas personales empiece a preocuparse de los que su inacción le ocasiona la gente.

Hasta aquí lo irrefutable.

Para el final una presunción. Cómo cada vez que me quejo me preguntan donde se producen las tropelías que denuncio, me permito suponer que los que no actúan, se divierten en identificar el lugar para que los patoteros se ensañen con la zona donde vivo. Todos los días, a determinadas horas, frente a la chacra que habito la patota brinda un verdadero festival de atropellos.

 Es posible que si un día  ocurriese un accidente, los que deberían haber actuado y no lo hicieron, dejen de incumplir con sus funciones. Propio de un país, donde la prevención parece mala palabra y el mayor ejercicio es mirar para otro lado.

Hay un refrán sabio que sintetiza todo lo antedicho. “Cuando se llora, siempre es demasiado tarde.

Estamos a tiempo.

Con todo respeto.

Cayetano Osvaldo Ruggieri











-------------------------ESCRIBANOS, OPINE, ENVÍE INFORMACIÓN-----------------
Forms generator powered by 123ContactForm.com | Report abuse
ESCRIBANOS