Para la comunidad educativa quieren cerrar la escuela del Turbio


Los integrantes de la comunidad educativa denunciaron un intento de vaciar el paraje para vender las tierras, "seguimos esperando una repuesta que no llega", sostuvo una docente y madre de un niño que desde casi un mes esta sin clases.


Nos auto convocamos en el muelle de Lago Puelo compañeros de trabajo, docentes que se suman la lucha para seguir pidiendo por el trasporte de la escuela del turbio, señalo Roció Buchi docente y mama de uno de los 8 alumnos de esa escuela.
Quieren vaciar el paraje?
Consultada la docente por esta situación que lleva casi un mes y la deuda que mantiene la provincia del Chubut con la empresa prestadora es de $130mil si se percibe otra intención, fue contundente, "entendemos todos que hay una intención política de no permitir que la escuela funcione, no estamos hablando de una deuda muy grande", señalo Buchi y agrego que padres y docentes proponían otra alternativa, "sobre lo propuesto para el estado ninguna fue viable, no se hicieron las gestiones correspondientes".

Resultado de imagen para escuela 186 el turbio

Nos mienten
Con todo Buchí confirmó que se sienten engañados ya que la semana pasada propusieron utilizar el gomón que está bajo inventario de la escuela para el trasporte, hasta tanto se pague la deuda que el estado mantiene desde hace 6 meses con el prestador, y la respuesta de la coordinación de educación fue que estaba fuera de servicio, "hoy comprobamos con nuestros propios ojos que el gomón esta en uso, lo utilizan en la planta de campamento ya desde hace varios años", enfatizo la docente.

Para llegar a la escuela 186 en El Turbio, hay que viajar una hora y media en embarcación. Después, para recorrer, por tierra, los últimos cinco kilómetros las opciones son tres: a caballo, en un carro tirado por una yunta de bueyes o simplemente a pie. El terreno a recorrer, en un día que casi todos se empeñan en definir como “espantoso” –apreciación que las postales vivientes desmienten a cada paso–, se divide en dos etapas claramente definidas. La primera transcurre sobre un terreno compuesto por arena y piedra, con escasa vegetación. La segunda sobre una tierra blanda y pródiga en verde césped, alerces milenarios, hongos multicolores que brillan como lustrados con Blem, la rosa mosqueta que se hizo famosa como dulce y el entorno andino, cuyas cimas nevadas quedan semiocultas por las nubes bajas. En ese paraíso terrenal está la escuelita, con sus escasos 8 alumnos, sus 3 maestros y sus pobladores permanentes que se mueven allí como los duendes que siempre debe tener una fábula que se precie de tal.

El paraje debe a su nombre a la presencia cercana del río Turbio. en el 2005 la escuela tenía  26 alumnos, de 1º a 9º año. Veinte eran internos, es decir que prácticamente vivían en el colegio, y seis regresan todos los días a sus casas, porque vivían cerca.” La escuela, donde las clases comienzan siempre en el mes de enero, funciona diez días de corrido, con cuatro de descanso. “Como maestros y alumnos deben recorrer distancias muy largas para venir hasta acá, es imposible seguir el régimen habitual de cualquier escuela.”, nos cuanta uno de los docentes.
 Las clases son de 8.30 a 13 y por las tardes, algunos días los dedican a la educación física y otros a la apicultura.
La escuela fue creada en 1952, pero dejó de funcionar, por “olvidos” de las autoridades provinciales y nacionales, antes de que comenzara la década del sesenta. “En 1960 fue reabierta, pero dos años y medio después volvió a cerrar, por falta de matrícula.” Fue otra vez reactivada en el año 1988, pero en esos años todo anduvo a las andadas, con un presupuesto mínimo, casi nada, de manera que fue muy difícil subsistir, hoy con una matrícula de 8 alumnos la escuelita afronta un destino incierto.












-------------------------ESCRIBANOS, OPINE, ENVÍE INFORMACIÓN-----------------
Forms generator powered by 123ContactForm.com | Report abuse
ESCRIBANOS