Decretan el alerta epidemiológica en Esquel y la region

Informe de PP y epidemiología, Subsecretaría de programas de salud, Ministerio de salud pública Pcial de Chubut. Hay ocho casos positivos de los cuáles dos murieron en la localidad de Epuyen. Las víctimas son un adolescente de 14 años y un hombre de 61. Otra mujer falleció hoy pero no están aún los estudios.



Las infecciones por hantavirus representan una zoonosis emergente 1, trasmitida al hombre
por roedores infectados por dichos virus. Los reservorios naturales de la infección son
ciertos roedores silvestres, que presentan una infección crónica asintomática con viremia
persistente y eliminan el virus a través de la orina, saliva y excretas.
Los hantavirus son virus ARN que pertenecen a la familia Bunyaviridae. Esta familia
incluye agentes causales de dos graves enfermedades humanas, la Fiebre Hemorrágica con
Síndrome Renal en Asia y Europa y el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus en
América (SCPH)
En la República Argentina se conocen casos de esta enfermedad desde mediados de la
década del 80, desde entonces ha evolucionado como un problema emergente de salud
pública.
El SCPH ha sido identificado solamente en el continente americano o en viajeros que han
visitado este continente.
Si bien las infecciones por hantavirus tienen una baja incidencia (bajo número de casos), son
de importancia para la salud pública por su mortalidad, por el riesgo de la presentación de
brotes y por el hecho de que no existe un tratamiento específico, por lo que es imprescindible
adoptar ciertas medidas de prevención en las áreas donde viven roedores.
RESERVORIO Y AGENTE ETIOLOGICO.
El agente etiológico es un virus ARN del género hantavirus, perteneciente a la familia
Bunyaviridae.
Los reservorios de los hantavirus son aquellos roedores de la familia Muridae, subfamilia
Sigmodontinae, como el Oligoryzomys longicaudatus, el Oligoryzomys chacoensis y
Oligoryzomys flavescens entre otros, que habitan entornos rurales; sus madrigueras pueden
hallarse entre arbustos, árboles, grietas o huecos que encuentren en troncos o debajo de ellos
u otros objetos, aunque también pueden construir sus nidales en el suelo.
El modo de transmisión más importante es por inhalación de aerosoles provenientes de las
heces, orina y saliva de roedores portadores. Otras posibles vías de inoculación son las
mucosas (conjuntival, nasal o bucal), mediante el contacto de las manos contaminadas con
el virus, por contacto íntimo o estrecho con un paciente especialmente durante la fase
prodrómica. Excepcionalmente, puede adquirirse la infección por ingestión de alimentos o
agua contaminada con secreciones infectadas o por la mordedura del roedor.
Diversos estudios han demostrado la trasmisión entre humanos, correspondiendo a una
situación de muy baja frecuencia y afectando principalmente a contactos estrechos.
El período de incubación es difícil de precisar, aunque frecuentemente fluctúa entre 1 y 3
semanas, con un rango de 7 a 45 días.
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1Las enfermedades emergentes son aquellas cuya incidencia ha aumentado en los seres humanos en las últimas
décadas
EPIDEMIOLOGIA DE LA INFECCION POR HANTAVIRUS.
El análisis de la situación epidemiológica del hantavirus demuestra que es una enfermedad
endémica de tipo estacional, que en algunas ocasiones se presenta como conglomerados de
casos (clusters).
En 1996, a raíz del estudio molecular y ecológico de un brote ocurrido en la localidad de El
Bolsón, Argentina, y que involucró cerca de 20 casos, se planteó por primera vez la evidencia
epidemiológica y virológica de transmisión persona a persona, considerándose este
mecanismo como excepcional. Posteriormente, se han informado otras instancias en que ha
ocurrido transmisión entre humanos.
Todas las personas sin infección previa son susceptibles. Si bien se desconoce la protección
y duración de la inmunidad conferida por la infección previa, no se han identificado
reinfecciones. Las infecciones por hantavirus afectan con mayor frecuencia al sexo
masculino, y a personas jóvenes.
Diversos estudios de seroprevalencia en humanos realizados en nuestro país, mostraron un
amplio rango según las regiones estudiadas, abarcando desde un 0.5% en las provincias del
sur hasta un 6% en Salta.
La transmisión al humano generalmente ocurre al introducirse en el hábitat de los roedores
en zonas suburbanas y ambientes rurales, principalmente en los peri-domicilios y durante
el desarrollo de actividades laborales, recreativas, o en lugares cerrados como galpones o
depósitos infestados por roedores.
La infección dentro del domicilio puede ocurrir por invasión de roedores silvestres en busca
de alimento o refugio. Se considera que presentan mayor riesgo de exposición para contraer
el síndrome cardiopulmonar por hantavirus los siguientes grupos de población:
• Pobladores rurales, camioneros o transportistas, guardafaunas, guardaparques,
gendarmes, policía, trabajadores de vialidad, trabajadores municipales, recolectores de
residuos, de sectores rurales donde habita el reservorio.
• Turistas, acampantes, pescadores, etc. que ocupan cabañas que han permanecido cerradas
o refugios naturales en áreas con evidencia de roedores.
• Convivientes, familiares directos de la persona enferma, agentes de salud, vinculados a la
atención de estos pacientes que no hayan tomado medidas de aislamiento respiratorio y
adecuada protección.
SITUACION EPIDEMIOLOGICA en la pcia. del Chubut.
La enfermedad es endémica, con una presentación de tipo estacional en primavera-verano,
concentrándose alrededor de 70% de los casos entre noviembre y marzo de cada año.
Desde 1988 a la semana epidemiológica 51 del año 2018 se han confirmado 90 casos de
hantavirus afectando principalmente a hombres jóvenes. La media de edad de los casos es
de 32 años (rango de 3 a 68 años). Los menores de 15 años representan el 9% del total de
casos.
La letalidad presenta una tendencia al descenso desde un 60 % en 1988 a un 33% en el año
2018.
Más del 70% de las personas con SCPH residen en sectores rurales y también el 70%
aproximadamente realizan actividades en el sector agrícola- forestal.
El análisis de la investigación epidemiológica en los casos ha permitido identificar las
siguientes actividades de riesgo para adquirir la infección: manipulación de leña,
internación en bosques o matorrales, limpieza o desmalezamiento de pastizales,
observación de roedores, ingreso o limpieza de recintos cerrados en sector rural y recoger
frutos silvestres. También son factores de riesgo ser residente de áreas rurales, trabajador
agrícola o forestal y excursionista en zonas rurales.
En la provincia del Chubut, a la SE49 del corriente año, se han reportado un total de 15 casos
sospechosos de hantavirus en toda la provincia de los cuales:
Área Programática de Salud N° de casos sospechosos, año 2018. Pcia del Chubut
Norte 0
Esquel 12
Trelew 1
Comodoro Rivadavia 2
Total 15
En el AP Esquel durante el período 1988 – 2018 (30 años), se confirmaron un total de 90 casos
de Hantavirus, con un total de 33% de letalidad. Del total de casos reportados en el período,
se identifican 5 casos en los últimos 10 años que corresponden a residentes de Epuyén. Entre
la SE45 y la SE 51 (en curso), se reportaron en el APEsquel un total de 8 casos sospechosos
de hantavirus, de los cuales 6 (seis) de ellos corresponden a residentes de la localidad de
Epuyén, se confirma la existencia de un brote ya que los 6 casos coinciden en un momento
temporo espacial (un evento social), con alta probabilidad de vía de trasmisión persona a
persona.
Se reportaron a la fecha desde la SE 45 en el AP Esquel, un total de 15 casos sospechosos
notificados de los cuales resultan 6 casos confirmados (2 casos fallecidos), 2 casos probables
y 4 descartados, 3 continúan como casos sospechosos
En este contexto epidemiológico, conformado un comité de crisis para el abordaje de la
contingencia, se definen e implementan acciones que se fueron desarrollando en los días
subsiguientes, con la participación activa de referentes de nivel Provincial y Nacional así
como de provincias vecinas (Río Negro). Las líneas de acción comprenden:
- Identificación de Riesgo en población residente.
- Revisión de sistemática de abordaje y medidas de control y prevención
- Investigación epidemiológica en terreno de cada caso notificado
- Investigación epidemiológica del brote.
- Comunicación de la información y avances de la investigación de manera sistemática
y regular.
CARACTERISTICAS DE LA ENFERMEDAD.
El síndrome cardiopulmonar por hantavirus puede presentarse como un cuadro leve con
un síndrome febril inespecífico o llegar hasta la manifestación más grave con insuficiencia
respiratoria grave y shock cardiogénico. En base a la experiencia de nuestro país, se pueden
considerar las siguientes formas de presentación:
• Forma febril indiferenciada
• Formas con compromiso abdominal, renal, hemorrágico o neurológico
• SCPH: a) injuria pulmonar moderada sin compromiso hemodinámico, b) injuria cardiopulmonar
severa con compromiso hemodinámico pero buena respuesta al tratamiento c)
injuria pulmonar severa con shock refractario.
Si bien es difícil de precisar, el período de incubación fluctuaría entre 7 a 45 días. En algunos
casos, la información disponible ha permitido una mejor estimación, acotando este período
a un lapso de entre 7 y 21 días, estableciéndose por convención en 30 días (4 SEMANAS)
El cuadro clínico del síndrome cardiopulmonar por hantavirus se puede dividir en cuatro
fases (prodrómica o febril, cardiopulmonar, diurética y de convalecencia).
Luego del período de incubación aparece la fase prodrómica. Esta fase se extiende entre 3 a
5 días (rango de 1 a 12 días). Se caracteriza por el inicio brusco de fiebre superior a 38,5º,
astenia (desgano), escalofríos y mialgias generalizadas (dolor muscular) que puede
acompañarse de un cuadro compatible con abdomen agudo; con menor frecuencia se
observan síntomas gastrointestinales como náuseas con o sin vómitos.
Otros síntomas de inicio pueden ser cefaleas, mareos, artralgias, dolor torácico, sudoración,
petequias.
En los niños la fiebre tiende a ser constante y elevada; también el dolor abdominal puede
sugerir un cuadro de abdomen agudo y las mialgias se localizan principalmente en
extremidades inferiores. Los síntomas respiratorios superiores están frecuentemente
ausentes en esta etapa lo que es de valor para diferenciarlo de cuadros respiratorios
causados por virus de Influenza, Parainfluenza, Adenovirus, y Sincicial Respiratorio.
En este período, el reconocimiento precoz de los casos es dificultoso, ya que es indistinguible
del comienzo de otras infecciones producidas por virus y bacterias.
Si bien el examen físico, laboratorio y Rx de tórax pueden ser normales, el hemograma es el
examen más útil en el estudio de en la fase prodrómica ya que podría evidenciar ciertos
datos característicos como:
- Presencia de inmunoblastos (linfocitos atípicos): generalmente superan el 10% del
recuento de linfocitos, aunque pueden llegar a ser mayores al 45%.
- Trombocitopenia
- Leucocitosis (> 12.000) con desviación a la izquierda. Puede presentarse una reacción
leucemoide.
- VSG normal o ligeramente aumentada (importante en el diagnóstico diferencial con
leptospirosis)
Con relación a la Radiografía de Tórax, generalmente se mantiene normal durante el
periodo prodrómico. Los hallazgos iniciales, son bastante inespecíficos (infiltrados
intersticiales).
En la fase prodrómica, generalmente no hay síntomas respiratorios altos como catarro nasal
o tos.
La radiografía de tórax al inicio del síndrome pulmonar por hantavirus puede ser normal o
presentar infiltrados intersticiales. Por lo que si existe sospecha epidemiológica y clínica,
una radiografía de tórax normal no debe descartar una infección por hantavirus y debe
repetirse dentro de las 4 a 6 horas.
Al final de esta fase prodrómica y anunciando el comienzo de la fase cardiopulmonar,
aparecen tos no productiva, taquipnea y disnea y pueden constatarse rales en la
auscultación pulmonar.
La Fase cardiopulmonar se caracteriza por la presentación de shock y edema pulmonar que
puede progresar rápidamente (entre 4 a 24 horas), con el consecuente distrés respiratorio.
La hipovolemia y la falla cardíaca pueden derivar en un shock con falla multiorgánica
seguida de muerte.
El síndrome cardio-pulmonar por hantavirus se corresponde clínicamente con un Síndrome
de Distres Respiratorio del Adulto: una lesión propia de los pulmones que se establece en
forma aguda con infiltrados pulmonares difusos y bilaterales, con una grave afectación del
intercambio gaseoso y la mecánica pulmonar, acompañada de una típica miocarditis que se
manifiesta con depresión miocárdica y shock.
La última fase de convalecencia puede durar hasta 2-3 meses. Si bien los pacientes suelen
recuperarse completamente, pueden existir trastornos visuales, bradipsiquia, debilidad
muscular extrema y persistencia de la miocarditis.
CUÁNDO SOSPECHAR UNA INFECCIÓN POR HANTAVIRUS?
El equipo de salud debe evaluar el riesgo del paciente de acuerdo a:
• antecedentes clínicos
• antecedentes epidemiológicos.
Se debe sospechar la infección por hantavirus en cualquier persona que consulte por un
cuadro de fiebre mayor de 38° C, sin etiología definida, acompañado de alguno de los
siguientes signos y síntomas: mialgias, escalofríos, astenia, cefalea o dolor abdominal y que
en las seis semanas previas al inicio de los síntomas pudo estar expuesto al contacto con
roedores silvestres.
En zonas endémicas, el diagnóstico debe sospecharse ante todo paciente con un síndrome
febril inespecífico. La sospecha debe ser mayor si se encuentran:
- trombocitopenia,
- recuento de blancos con desviación izquierda,
- presencia de inmunocitos,
- hemoconcentración,
- radiografía de tórax con infiltrado intersticial.
VIGILANCIA.___________________________________________________________________
DEFINICIÓN DE CASO SOSPECHOSO de HANTAVIRUS.
Persona de cualquier edad y sexo, que se presente con Síndrome febril con 48-72 horas de
evolución y por lo menos 1 de los siguientes síntomas: mialgias, síntomas
gastrointestinales, cefalea; asociado a Nexo epidemiológico (tareas laborales de riesgo
/recreativas realizadas en las últimas 4 semanas; consultas previas por síndrome febril
considerando un período de incubación de hasta 4 semanas, o haber tenido contacto
estrecho con un caso confirmado de hantavirus).
CASO CONFIRMADO: Caso sospechoso con confirmación por laboratorio o por algunos
de los siguientes criterios:
1) serología por ELISA (IgM o seroconversión por IgG).
2) RT- PCR en coágulo y/o órganos;
3) Inmunohistoquímica en órganos de autopsia.
CASO DESCARTADO: caso sospechoso en el que se obtiene una muestra adecuada de
sangre o tejido y que es descartado por técnica serológica (IgM negativa) o Biología
Molecular (PCR).
CASOS EXPUESTOS: personas que comparten con el caso índice (sospechoso o confirmado)
la exposición ambiental a la probable fuente de infección de la enfermedad.
CONTACTOS: individuos que viven bajo el mismo techo que el enfermo. Son las parejas
sexuales, padres, familiares o personas que están en contacto con secreciones del enfermo
en la etapa prodrómica o temprana de la enfermedad, independientemente de la exposición
ambiental.
NOTIFICACIÓN DE CASOS:
Evento de notificación individual e inmediata a las autoridades sanitarias y al Sistema de
Vigilancia Nacional.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN EN EL AMBITO ASISTENCIAL.
Los elementos de prevención y control a implementar en el personal de salud corresponden
a las Precauciones Estándar más precauciones de gotitas.
En ellas se establecen medidas que deben cumplirse en la atención de cualquier paciente,
independiente de su diagnóstico conocido o presuntivo.
• Si hay disponibilidad de cama con aislamiento, se recomienda utilizarlo al menos los
primeros 7 días desde su ingreso o hasta que el paciente esté asintomático.
• De no tener camas en aislamiento, los pacientes pueden ser hospitalizados en cualquier
tipo de salas, resguardando al menos 1 metro de separación entre pacientes y con cortina.
La ubicación de los pacientes será de acuerdo a sus necesidades de atención (sala común,
Cuidados Intermedios, UCI, otra).
• En caso de traslado del paciente éste debe usar mascarilla quirúrgica o barbijo si la resiste.
• Toda la sangre y fluidos corporales deben ser manejados con guantes.
• Uso de mascarillas de tipo quirúrgico/ barbijo y protección ocular, si por el tipo de
procedimiento o atención se prevén salpicaduras en la cara. El uso de antiparras o escudos
faciales transparentes son adecuados.
• Uso de delantal, durante los procedimientos en los que son posibles salpicaduras en la
ropa.
Lavado de manos antes y después de tocar a los pacientes.
• No encapuchar las agujas y descartar inmediatamente en un recipiente cercano al sitio
donde se está realizando el procedimiento.
• Eliminar el material cortopunzante en envases impermeables resistentes a las punciones.
• Mantener los procesos habituales de desinfección del ambiente: NO hay indicación de
medidas de desinfección distintas. Estas medidas deben aplicarse en forma íntegra en la
atención de pacientes en el ámbito hospitalario, ambulatorio, en el área rural y en los
traslados de los pacientes.
TRASLADO DE PACIENTES.
Frente a la sospecha de una infección por hantavirus, se debe trasladar de inmediato al
paciente a un centro hospitalario de alta complejidad.
Si el paciente se encuentra en un centro de baja complejidad, se recomienda el traslado con
lo más precozmente posible a un centro que cuente con una Unidad de Cuidados Intensivos,
previa coordinación con dicho centro. Previo al traslado el paciente debe ser estabilizado y
debe asegurarse un acceso venoso adecuado. Durante el traslado se debe asegurar la
estabilidad hemodinámica y los parámetros ventilatorios así como aplicar las medidas de
bioseguridad, incluyendo el uso de barbijos de alta eficiencia.
Las precauciones para el traslado de los pacientes con sospecha de hantavirus deben ser
tomadas tanto cuando el traslado sea realizado de un centro a otro de mayor complejidad,
así como cuando se realice dentro del mismo servicio de salud desde una unidad a otra de
mayor resolutividad diagnóstica y terapéutica.
MEDIDAS DE CONTROL Y PREVENCIÓN DE HANTAVIRUS.
a) Población General
Las medidas tendientes a evitar el contacto del hombre con los roedores y sus excretas son
las medidas más eficaces para la prevención de hantavirus.
El modo de transmisión más importante para el humano es la inhalación de aerosoles
provenientes de las heces, orina y saliva de roedores infectados. Las medidas destinadas a
evitar el contacto del hombre con los roedores y sus excretas, resultan las más eficaces para
prevenir la infección por Hantavirus. Por esta razón, la estrategia de prevención más
eficiente es:
- la comunicación del riesgo para un reconocimiento temprano de signos y síntomas
- educación sanitaria ambiental de la población en las zonas de riesgo
- capacitación a los equipos de salud, a fin de que participen activamente en la difusión de
las medidas de prevención y estén en condiciones de detectar oportunamente los casos de
SCPH.
INFORMACIÓN A LA POBLACIÓN:
El hantavirus se transmite por el contacto con la orina, saliva y excretas de roedores
infectados con dicho virus.
Los síntomas de hantavirus son fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza,
náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y en cuadros avanzados dificultad respiratoria.
Si alguien tiene esos síntomas y ha realizado alguna actividad por la que estuviera expuesto
a orina, saliva y/o excretas de roedores en las 6 semanas previas a la aparición de los
mismos, debe concurrir a un servicio de salud.
En la actualidad no hay una vacuna para prevenir la enfermedad.
Las medidas de prevención son:
• Mantener la vivienda limpia para evitar la presencia de roedores, eliminando los
elementos en desuso que puedan servir para la nidación de los mismos.
• Evitar que los roedores entren o hagan nidos dentro de las casas sellando todas las rendijas
de más de 0,5 centímetros de abertura, tanto en el interior como en el exterior, con materiales
como mallas de acero, cemento u otro material resistente a la acción de los roedores, sobre
todo en aquellos lugares donde se almacenan alimentos.
• Colocar las huertas y leñas lejos del hogar, en lo posible a 30 metros del mismo.
• No usar alojamientos cerrados que puedan haber sido infestados por roedores, sin antes
ventilarlos.
• Acampar lejos de malezas y basurales.
• No dormir directamente sobre el suelo; si es posible, usar un catre de por lo menos 30 cm
de altura sobre el suelo y de usar carpas que en lo posible deben tener piso.
• Construir las bodegas de manera que eviten el ingreso de roedores y se ventilen
permanentemente.
• Reducir las probabilidades de exponerse a materiales potencialmente infecciosos como
roedores y sus madrigueras.
• Tener especial cuidado en la puesta en marcha de ventiladores y de aparatos de aire
acondicionado cuyos filtros o conductos puedan haber tenido contacto con polvo
contaminado, roedores o excretas de los mismos.
PARA EL CONTROL DEL RESERVORIO:
Mantener los alrededores de las viviendas despejados, limpios y libres de elementos que
sirvan de alimento o nidación para los roedores como materiales de desecho, leña, paja,
basura doméstica.
Desmalezar y mantener corto el pasto en un perímetro de 30 metros alrededor de la
vivienda. Antes de desmalezar y limpiar los alrededores de la vivienda, se debe desratizar
el perímetro de la vivienda y sellar las posibles entradas a la misma.
Ubicar en lo posible, bodegas de granos, leña, paja, herramientas u otros elementos a treinta
metros o más de la vivienda y sobre tarimas de 30 cm. de alto que eviten la nidación o
refugio de los roedores y mover este material periódicamente.
Colocar 7 cm de pedregullo bajo la base de la casa o debajo de casas rodantes para evitar
que los roedores hagan sus madrigueras.
Mantener la basura doméstica en envases resistentes a roedores. Si no se cuenta con
recolección domiciliaria es necesario enterrar la basura diariamente en lugares alejados de
la vivienda y cubiertas con a lo menos treinta centímetros de tierra.
Después de alimentar a los animales domésticos, guardar la comida sobrante fuera del
alcance de los roedores, especialmente en la noche. Los granos así como el alimento para
animales deben estar dispuestos en envases herméticos y resistentes a roedores.
Evitar dejar recipientes con agua al alcance de los roedores y Proteger las fuentes de
abastecimiento de agua.
Proteger depredadores naturales como zorros, búhos, culebras.
Los raticidas no deben ser utilizados en el ámbito silvestre, para control de roedores
autóctonos.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN PARA GRUPOS DE RIESGO.
Se consideran grupos de riesgo a aquellas personas que por su actividad, están expuestos
frecuentemente al contacto con el reservorio o lugares infestados por éstos: desratizadores,
trabajadores agrícolas y forestales, excursionistas, personas que en sus actividades
recreativas ocupen cabañas de veraneo que se encuentren cerradas por largos períodos.
Ventilar los lugares al menos por 30 minutos, abriendo puertas y ventanas que faciliten la
ventilación.
Los excursionistas deben evitar ingresar a lugares poco ventilados y poco iluminados, que
pueden ser madrigueras de roedores, cuevas, troncos huecos, matorrales densos.
Acampar en lugares abiertos, despejados y limpios, sin evidencia de roedores, matorrales,
acúmulos de maderas, o desechos que sean aptos para l anidación de roedores.
El agua para bebida, aseo dental, cocina o lavado de platos, debe provenir de una fuente de
agua potable o bien someterla a ebullición o cloración.
En los campamentos, la basura debe depositarse en tachos cerrados a prueba de roedores y
su disposición final debe realizarse por enterramiento a una distancia no menor a 30 metros
del lugar.
Los recintos cerrados por un tiempo prolongado, deben ser ventilados al menos 1 hora y
rociados con una solución desinfectante antes de limpiarlos.
Las instalaciones de albergues de los campamentos o refugios deben cumplir con las
condiciones de construcción que eviten el ingreso de roedores al interior. Las carpas deben
contar con piso y cierre hermético.
La limpieza de superficies y pisos se recomienda realizarlos con trapos humedecidos en
desinfectantes. No utilizar escoba o aspiradora.
Se recomienda la recolección de frutos silvestres, leña o actividades similares en lugares
soleados y aireados.
MEDIDAS DE DESINFECCION EN SITUACIONES DE RIESGO.
Se debe tomar precauciones en situaciones de riesgo durante las actividades de aseo en
aquellos lugares potencialmente infestados y durante la manipulación de roedores
aplicando soluciones desinfectantes. Considerando la labilidad del virus, se recomienda la
utilización de la dilución de 10 ml de cloro en 5 litros de agua.
Durante las actividades de limpieza y manipulación de roedores se deben utilizar guantes
gruesos. Una vez finalizada la limpieza lavar bien las manos con los guantes puestos con
una solución de detergente o desinfectante y luego de retirar los guantes, lavar bien las
manos con agua y jabón.
En lugares cerrados donde exista acumulación de polvos, antes e limpiar, se debe rociar con
una solución de desinfectante a fin de evitar la formación de aerosoles. Las superficies de
muebles, mesas, etc., deben ser limpiadas con trapo humedecido con solución desinfectante.
Los alimentos, materiales u otros elementos con evidencia de haber sido contaminados con
roedores deben ser eliminados en doble bolsa plástica, previo rociamiento con solución
desinfectante. La disposición final será por enterramiento a no menos de 60 cm de
profundidad o por incineración.
Previo a la manipulación de roedores muertos, desechos o nidos deben ser rociados con
solución desinfectante. Colocarlos en doble bolsa plástica, y enterrarlos o incinerarlos como
que se detallara antes.











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