"Fue de terror. No se lo deseó ni al peor de mis enemigos" relató la víctima. El hecho ocurrió en el centro de la ciudad, tres sujetos se metieron esta madrugada en la vivienda de una mujer.“Fue como una novela de la televisión, igualito. Fue de terror, es algo que no le deseo ni al peor de mis enemigos”, repitió dos o tres veces Nelly Noemí Dolores, la dueña del cotillón “Limayquén” que tiene 40 años de trayectoria en la ciudad. Esta madrugada vivió un calvario cuando tres sujetos se metieron en su casa y la tomaron por sorpresa mientras dormía. Le dieron vuelta su habitación y le llevaron una caja fuerte completa, con las joyas que guardaba de su juventud.
La vecina vive hace 58 años en el mismo lugar y es propietaria del comercio que funciona desde el año 1979 en Independencia y Tucumán. Explicó que si bien “me encuentro bien de salud (en referencia a que no la hirieron), por dentro estoy muy mal, estoy muy nerviosa”, aseguró.
El hecho ocurrió en su vivienda que se ubica en el centro de la ciudad, sobre la calle Tucumán al 20. Eran aproximadamente las tres de la mañana cuando Nelly de 79 años se despertó porque sintió que su gato, que dormía a un lado suyo, se puso inquieto. Explicó que trató de calmarlo con una mano, pero fue inútil “se exaltó, estaba nervioso y en ese momento sentí que me pusieron una mano en la boca y me dijeron que me quede tranquila porque estaban trabajando”.
La mujer relató a “Río Negro” que se trató de tres hombres encapuchados, con guantes de toalla blancos, vestidos de negro, de mediana altura y contextura delgada. La levantaron y la llevaron a una habitación contigua donde la maniataron con vendas en las manos y rasgaron una sábana para atarles los pies: “el que me atendía a mi tenía un cuchillo de mi cocina y me decía que me quede tranquila, porque en Chile ya había matado a dos”, relató.
La mujer intentó zafarse de sus ataduras una vez y le pegaron “un coscorrón en la cabeza. Ahí me puse a pensar, menos mal que no intenté escapar porque me mataban”. Luego la dejaron sola en el cuarto durante un tiempo prolongado y cuando ella no sintió más ruidos se soltó las manos y llamó por teléfono a su sobrino Luego pidió asistencia a la policía y la comisaría primera asistió con varios patrulleros.
Los delincuentes vaciaron el placar de la víctima en busca de elementos. (Foto: Yamil Regules.-)
Dentro de la casa de Nelly quedó todo revuelto, por espacio de una hora los delincuentes tiraron todas las cosas que tenía en su placar y le extrajeron una caja fuerte completa, de unos 50 centímetros por 50, que estaba empotrada en la pared. “Tenía joyas de oro, pulseras que me había dado mi marido cuando nos comprometimos y un reloj de mi suegra, las guardaba ahí porque creía que no me los podían sacar, pero ocurrió esto”, explicó.
Un robo planificado
Nelly sufrió dos robos en los 58 años que vive en su casa y el anterior ocurrió el 16 de octubre del año pasado, cuando ingresaron por la ventana que da a la calle. Allí los delincuentes rompieron una ventana y se introdujeron por entre medio de los barrotes de una reja. “Creo que han sido las mismas personas”, explicó y recordó que tras ese hecho decidió remodelar sus rejas, pero se lamentó que “no sirvió para nada”.
Para ingresar a la vivienda, esta vez los sujetos accedieron a través de una casa contigua, sobre la calle Independencia que está abandonada. Los sujetos treparon al techo y desde allí saltaron por encima de unas rejas que Nelly tiene en la terraza junto a un quincho. Bajaron por unas escaleras que dan a un patio interno y arrancaron una reja que tenía en las ventanas de la cocina.
Miguel, sobrino de la víctima, explicó que “para sacarla ataron una soga desde la baranda de la escalera hasta la reja, le atravesaron un palo al medio y comenzaron a hacer palanca hasta que la extrajeron. Por ahí entraron y también se llevaron todo. Después salieron por una puerta lateral”.
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