“La escuela Ford siempre ha sido ancla de población”, valoró la directora Norma Goodman

Con lágrimas en sus ojos, Gladys Seroff y Rubén Reyes, los primeros egresados de la Escuela 271, salieron ayer al patio para izar la bandera argentina en el 50° aniversario del establecimiento educativo donado en 1969 por la empresa Ford Argentina.


“Doble emoción, porque mi mamá fue la primera cocinera de la escuela”, contó Reyes más tarde. Dentro del SUM recién inaugurado, buena parte de la matrícula de los 372 estudiantes, junto a sus padres y vecinos del barrio, los recibieron con aplausos y con el sentimiento propio del acontecimiento.

“El 5 de octubre de 1969 nació la Escuela de Frontera N° 6. Por aquellos años, fue la única construcción de importancia en la zona sur de El Bolsón, una zona de chacras y con muy pocos habitantes, incluso no existían la mayoría de las calles actuales y menos los barrios habitacionales creados después”, graficó la directora del establecimiento, Norma Goodman.



Remarcó enseguida que “esta escuela siempre ha sido ancla de población. Por ejemplo, cuando se hicieron las redes de gas natural, el servicio llegó hasta esta zona para abastecernos, posibilitando también que muchos vecinos pudieran conectarse. El colegio siempre ha sido el punto neurálgico de este sector de la comunidad y en la actualidad mantiene ese rol convocante”.

De igual manera, destacó a “las generaciones que se educaron en sus aulas, hoy están presentes y quizás es lo más significativo. En este acto están los abuelos, los padres y estudiantes actuales, todos convocados por el mismo cariño hacia su escuela”, a los que sumó “a docentes y porteros  jubilados, que vinieron a poner su granito de arena para el festejo del aniversario”.



Resaltó además “el sentido de pertenencia de estas personas tan marcado con su barrio. Todos se identifican con la frase ‘somos de la Ford’, que nos da una identidad única y nos hace sentir parte de la comunidad educativa”.

Valoró asimismo que “en los últimos días se produjo el acercamiento de muchas familias trayendo fotos antiguas y manifestando sus ganas de participar de esta fiesta. Las madres de tercer grado hicieron la torta del aniversario, varias de ellas son ex alumnas”, detalló.

En la actualidad, a la escuela 271 concurren estudiantes de la zona sur de la ciudad, con presencia fundamentalmente en los barrios Irigoyen, Ampliación Irigoyen, Costanera, 21 de Septiembre, Las Mutisias y Valle Nuevo.

La ceremonia central se desarrolló con el izamiento del pabellón argentino, la entonación del Himno Nacional y del himno de Río Negro, palabras alusivas a la fecha por parte de una ex alumna, ex directivos y ex docentes, más el cierre de números artísticos protagonizados por los propios estudiantes.

En la oportunidad, Norma Goodman no pudo ocultar su emoción porque “son 24 años de trabajo fecundo y continuo en estas aulas. La escuela Ford me dio la oportunidad de crecer como docente y como persona, aquí di mis primeros pasos como secretaria, como vice directora y en la actualidad como directora”.

SUM

De igual manera, ponderó “los avances que hemos tenido durante estos últimos años con la infraestructura escolar. La Ford nos regaló la primera escuela en la década del ’60 y hace dos meses este SUM de arquitectura vanguardista que hoy estamos disfrutando”.

“Los chicos están felices porque es un espacio que tiene un uso pedagógico y además comunitario –acotó-, hay gente que lo está usando para eventos vinculados a cuestiones solidarias, rápidamente se transformó en  un centro de reunión para todo el barrio”.

Las obras fueron financiadas por la Fundación Ford Argentina, en el marco de un plan de remodelación de escuelas rurales por todo el país. Además de El Bolsón, hay colegios similares en Villa Lago Rivadavia, Paso del Sapo y Telsen, en la provincia del Chubut.



El salón de usos múltiples, construido en pocos meses, consta de 388 m2 y una antesala de 75 m2, conectado al edificio principal a través de una galería. “Durante todo el proyecto se mantuvo la idea de que este nuevo espacio de recreación y esparcimiento combine estructura, diseño y decoración en sintonía con el bello entorno paisajístico, aportando además elementos esculturales. La terminación de piedra a la vista y un portón de acceso con forma de pico elevado concuerda con las montañas adyacentes”, se explicó.











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