En un encuentro virtual con operadores de los sistemas de mediación de Argentina, Uruguay, Costa Rica, Bolivia, Perú, Brasil y España, la titular de la Dirección de Métodos Alternativos de Resolución de Conflictos (Dimarc), Norah Aguirre, expuso sobre la experiencia del Poder Judicial de Río Negro en la implementación de audiencias virtuales de mediación en el contexto de aislamiento social obligatorio por la pandemia de Coronavirus.Desde que comenzó la emergencia, se reprogramaron más de 700 audiencias de mediación en toda la provincia -reuniones que estaban en agenda y que debieron suspenderse por la cuarentena- y se comenzó a contactar una por una a las personas que esperan su audiencia, para ofrecerles la posibilidad de realizar el proceso de manera virtual, utilizando aplicaciones como Whatsapp, Skype, Zoom o simplemente mediante conversaciones telefónicas.
Tras decretarse a nivel nacional las restricciones de circulación por el Covid 19, Río Negro fue la primera provincia del país en operativizar un modelo de mediaciones remotas para la atención de casos urgentes. Reclamos por prestaciones alimentarias y regímenes de comunicación de padres separados con sus hijos fueron las primeras problemáticas abordadas mediante las mediaciones virtuales. Con el paulatino afianzamiento del sistema, el Superior Tribunal de Justicia amplió el abanico de problemáticas a las que se les está buscando una solución consensuada en el ámbito de las mediaciones remotas.
El encuentro virtual del que participó Aguirre fue organizado por un grupo de mediadores de Salta, Misiones, Buenos Aires, Tierra del Fuego y Neuquén, quienes tuvieron la iniciativa de compartir las experiencias acumuladas durante el primer mes de aislamiento social obligatorio. Paticiparon referentes de los sistemas de mediación de Santa Cruz, Misiones, Buenos Aires, CABA, Neuquén, Rio Negro, Tucumán, San Luis y Salta, entre otras jurisdicciones. En cada actividad participaron, además, más de doscientos profesionales mediadores de España y de varios países de Latinoamérica.
En su exposición, la directora de la Dimarc contó que apenas se decretó el aislamiento, el Superior Tribunal de Río Negro les encomendó la puesta en marcha de un plan de emergencia para poder llevar adelante de manera virtual las mediaciones por asuntos urgentes que se habían visto súbitamente postergadas por la cuarentena. El plan desarrollado por el equipo de la Dimarc fue aprobado por el STJ y comenzaron a reprogramarse las “reuniones” que estaban en agenda. “Desde la Dirección de los Centros Judiciales de Mediación se organizan administrativamente los listados de las mediaciones pendientes, se adjudican esos procesos a los mediadores, y ellos, en coordinación con los Defensores Oficiales Adjuntos, realizan de manera remota las mediaciones, con diversas tecnologías, sin restringirse a una plataforma determinada, posibilitando incluso las videollamadas de Whatsapp, que son una herramienta con la que la mayoría cuenta. La idea es no convertir a la virtualidad en algo sofisticado que al fin y al cabo no le permita a la gente acceder al servicio”, explicó Aguirre.
En su exposición on line destacó especialmente la tarea que están llevando adelante los Defensores Oficiales Adjuntos del área de Mediación y los profesionales mediadores de toda la provincia, quienes están trabajando desde sus hogares, en un contexto y una amplitud horaria extraordinarios. También puso en relieve el trabajo en equipo del personal de la Dimarc y los Cejumes.
Aguirre explicó además la dinámica de las mediaciones remotas: primero se comunican con las personas que ya tenían pautada una mediación y les ofrecen la posibilidad de tener el encuentro de manera virtual. “La mayoría ha aceptado la propuesta. Y aquellos que prefieren esperar a que vuelvan a ser presenciales, igualmente agradecen profundamente el llamado del Poder Judicial, por tener la tranquilidad de que en algún momento esa mediación se va a realizar”, señaló.
La Directora de la Dimarc recalcó, finalmente, que las mediaciones “son procesos, son conjuntos de secuencias que se suceden en varias conversaciones entre las personas involucradas, el mediador y los defensores. Así se van acercando posiciones, y al final del proceso todo se hilvana en una gran conversación que construye consensos y que, si todo va bien, finaliza en un acuerdo”.
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