“Asfixia, breve cuestionario de un amor virulento” es la obra de títeres para adolescentes y personas adultas que Julia Scigliano traerá a Bariloche como parte de la programación del reconocido Festival Internacional de Teatro de Títeres Andariegos (10 al 21 de mayo).
Transitando del amor a la obsesión y de la obsesión a la violencia, Julia y Dimitri – un títere de boca grotesco y posesivo – se relacionan en un breve y contundente espectáculo de 20 minutos de duración, a través de la fantasía del amor ideal: El amor todo lo puede, todo lo aguanta, todo lo perdona. ¿Es eso el amor?
- En “Asfixia, breve cuestionario de un amor virulento” nos invitás a reflexionar sobre la violencia de género. ¿Cómo aportar desde una obra de títeres a la construcción de nuevos paradigmas en las relaciones amorosas?
-Asfixia es un cuestionario que esta pareja, tan románticamente enamorada, empieza a hacer de las cosas más banales que solemos decirnos cómo: ¿cuánto me amas?, ¿qué soy en tu vida? y cómo eso empieza a despertar una obsesión. De ser dos a transformarse en uno, pensar por el otro (que es un tipo de posesión) y cómo eso lleva a la violencia. Entonces, en un diálogo muy rococó y romántico, nos interpela cómo por debajo de eso nos reconocemos ¿Qué es asfixiarse y te asfixien?
-¿A partir de qué edad está sugerido el público para la obra?
- Es para adolescentes y adultos, pueden verlo niñas y niños a partir de los 10 u 11 años. La recomendación no tiene que ver con que pase algo que no puedan ver los más pequeños, ya que es un tema muy interesante que está tocado con cuidado. Pero se trabaja con cierto ritmo y profundidad donde se genera un clima que los más chicos quizás no lo puedan sostener. Cuidé mucho cómo llegar a transmitir esta reflexión que quiero compartir, porque generalmente después se arma charla-debate donde podemos expresar todo lo que provoca esta asfixia. Lo he hecho para pre adolescentes y está muy bueno empezar a ver qué es esto del amor romántico, qué pasa con la violencia de género, abrir su reflexión.
-El amor planteado como un modelo de conducta de nuestra sociedad occidental: épico y trágico, como Tristán e Isolda, entre tantos otros…
- Totalmente, Romeo y Julieta, los cuentos infantiles, las películas, las novelas… ¡en todos lados!
-¿De qué herramientas te valés para hacer Asfixia?
- Como titiritera me dedico más específicamente a la técnica de títere de boca y el desdoblamiento, es decir que participo mano a mano con la interpretación del títere. Es una obra en la que uso mucho la interacción con el público. Aunque los espectadores no participan hablando o respondiendo, de alguna forma son testigos de la situación que está pasando con las miradas, los tiempos, los silencios. Y el juego del desdoblamiento, que es lo que yo más disfruto en esta técnica, que es poder estar mano a mano con el títere y cómo juego esa disociación.
-Debe darte una mezcla de disfrute y displacer ponerte en la piel de Dimitri, el títere que representa el amor controlador. ¿Hay situaciones en las te genera rechazo?
-Totalmente…a veces lo quiero revolear! Pasa que también uso el humor, Dimitri es un títere de boca muy grotesco, hay algo gracioso que empieza a pasar durante la obra y la gente empieza a reír, y al reír uno abre puertas y relaja internamente, ahí entra el espectáculo. Es muy lindo lo que pasa. Hay gente que dice “me reí toda la obra y no sé de qué me reí, es terrible lo que pasó”, hay un disfrute del público de la técnica del humor, pero también de lo terrible de la temática y de la verdad que pasa.
-¿Cuál es la propuesta artística que llegará de tu mano al Festival de Teatro de Títeres Andariegos de Bariloche?
Por un lado, con mi compañía solista llevo El mundo de Dondo, un espectáculo para toda la familia; Asfixia…(para jóvenes y adultos) y el taller Lo inerte y lo viviente para investigar la animación de la materia, cómo darle vida a algo que es inerte, que no tiene forma, en este caso vamos a trabajar con papel. Y con la Compañía Insólita haremos Qué pasaría si? una obra para todo público que busca la creación de una caja de herramientas que ayude a difundir la ley de Educación Sexual Integral (ESI) en escuelas, el espacio público.
Julia Scigliano reside en Lincoln (Provincia de Buenos Aires) y es titiritera desde el año 2008. Realizó sus estudios como actriz en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático y como titiritera en la Escuela de titiriteros Ariel Bufano del Teatro San Martín. Se formó con maestros como Philippe Genty, (Francia), Neville Tranter (Stuffet-puppet Australia) Ana Alvarado (El periférico de objetos) y Sergio Mercurio (El titiritero de Banfield). Viajera, itinerante, lleva sus talleres y espectáculos por Argentina, Latinoamérica y Europa, además de dirigir a otras compañías.
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