Revelan nuevas imágenes de huemules en el Parque Nacional Lago Puelo



No obstante, los expertos advirtieron que “sus poblaciones se mantienen en baja densidad porque su estado de conservación sigue siendo crítico”. Se estima que en el área natural protegida “existen  cuatro poblaciones de entre cinco y ocho ejemplares, entre machos adultos, hembras y crías”.
 
Esta semana, los guardaparques retiraron las cámaras trampa que fueron instaladas para el monitoreo de estos animales nativos en un sector del cerro Cuevas (dentro de la reserva natural estricta), y que estuvieron instaladas allí durante dos años.
Según explicaron, estos dispositivos automáticos “nos permiten obtener fotos y videos que aportan valiosa información sobre las poblaciones de huemul, su estado sanitario, comportamiento y el uso del lugar a lo largo del año. También podemos observar al resto de la fauna con la que comparte su hábitat, los predadores naturales que hay y las posibles amenazas que existen”.




En coincidencia, adelantaron que “ahora comienza un arduo trabajo de gabinete, junto con biólogos y otros especialistas en fauna, para analizar las miles de imágenes obtenidas, una tarea que puede llevar varios meses. En tanto, los resultados preliminares confirman que, si bien el huemul sigue presente en el sector, sus poblaciones se mantienen en baja densidad, al igual que en el resto de la región, por lo que su estado de conservación sigue siendo crítico”.
Por otra parte, estas cámaras trampa “ya están siendo reubicadas en otros sectores del área protegida, siguiendo un plan de monitoreo que -si bien empezó a usar esta tecnología en 2019-, ya lleva más de 30 años continuos de relevamiento del huemul, siendo uno de los proyectos de conservación más antiguos del Parque Nacional Lago Puelo”.



Hábitat
Se estima en unos dos mil ejemplares la población total de huemules entre la Patagonia argentina y chilena, distribuidos en áreas aisladas, dispersas y lejos de las actividades humanas como la ganadería y la forestación exótica.
En la misma área se agrega el pudú pudú (el cérvido más pequeño del mundo), que “también es una especie amenazada, aunque su hábitat de bosques densos favorece su vida y reproducción, quizás un poco mejor que el huemul, que sufre mucho más con los incendios forestales, la contaminación y la destrucción de la naturaleza”.
Acerca de su avistamiento en la región, el guardaparque Mauricio Berardi indicó que “se lo ha observado en áreas cercanas al río Azul, El Turbio, cerro Cuevas y otros lugares con sotobosque, caña colihue y lugares donde pueda obtener alimento”.




Con todo, para ambas especies “es muy peligroso el impacto directo de los perros sueltos, además de la invasión de sus espacios naturales por parte de los ciervos europeos y jabalíes, que rivalizan por el alimento y los desplazan. En el caso del ciervo colorado, es muy competitivo y territorial en época de brama” (reproducción).
Puntualmente, dentro del Parque Nacional Lago Puelo “podemos hablar de cuatro poblaciones de entre cinco y ocho ejemplares, entre machos adultos, hembras y crías”, señaló el guardaparque en referencia a las evidencias encontradas.
Berardi sumó que “habita en la parte más alta de las montañas –quizás un poco arrinconado por nuestra presencia-  y no puede bajar demasiado”. Acerca de la instalación de las cámaras, indicó que “es una tarea ardua, ya que hay que subirlas hasta los sitios donde hay rastros de que puede habitar, siempre con la esperanza de obtener algunas imágenes”.


En detalle, “que haya pumas conviviendo cerca, es parte del ciclo natural ya que es su predador. Más allá de que es una amenaza para su subsistencia, nos indica que el ecosistema está funcionando”, subrayó.
Recordó que “años anteriores hemos encontrado pelos de huemul en las heces de los pumas. Sin embargo, en esta región su principal alimento es la liebre europea, que está desde hace décadas en Patagonia y está subsidiando su alimento, toda vez que es más fácil de capturar”.

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