Para escapar de la policía se tiró con la registradora al río.






De esa manera huyó un delincuente tras robar en un comercio ubicado en la calle San Martin al 2200, él mismo intentó dejar la caja registradora en una vivienda ubicada en Larrea y Rivadavia, fue detectado por la policía escapó hasta la zona del río donde se tiró al mismo para poder escapar. Sin embargo los efectivos policiales lograron detenerlo. 

El comisario Miguel Ángel Mariñanco confirmó el caso y destacó que se trata de un joven que ya tiene varios delitos en su haber, “nos alertan a través de un llamado del 911 que en un local de Calle San Martín al 2200 había ocurrido un ilícito, al llegar al lugar se constata que se trataba de un kiosco donde autores ignorados violentaron la vidriera y sustrajeron una caja registradora como así también un teléfono celular que se encontraba en el interior del kiosco”.

Sin embargo grande fue la sorpresa cuando cerca de las 5 de la madrugada los efectivos policiales son alertados a través de un llamado telefónico de una vecina de que una persona intentaba dejar en resguardo una caja registradora, “ Más tarde recibimos el llamado de una vecina quien nos daba cuenta que había ido un sujeto con una caja registradora tratando de dejar encargado dicho elemento en un domicilio de Rivadavia y Larrea,  así que por eso alertó al personal policial. Una vez iniciada la búsqueda este sujeto es identificado y ubicado en inmediaciones del puente de la calle Azcuénaga donde el mismo al notar la presencia policial se da a la fuga arrojándose al río juntamente con la caja registradora”.




Seguidamente el comisario confirmó que el delincuente intentó cruzar al otro lado del río pero el personal policial también lo estaba esperando, por lo que tuvo que retornar, “en un momento dado se lo estaba llevando la correntada así que retornó, sí se resistió el arresto no obstante eso puedo ser detenido y trasladado a la unidad policial por el delito de robo”. 


El joven venía de purgar una condena por otro robo, incluso estaba con una tobillera electrónica purgando condena domiciliaria.



Más tarde tanto el comisario Miguel Ángel Mariñanco como vecinos con los que pudimos hablar, confirmaron que en distintas arterias del barrio Obrero se pudo encontrar dinero en la calle, incluso el celular que había sido sustraído en el kiosco.


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