La cosmovisión mapuche celebra un nuevo año a través del Wiñoy Tripantu. Como todos los años, Noticias del Bolsón participó de la rogativa, en la que se pide perdón al Pillán (la fuerza divina), y se solicita colaboración para que el nuevo ciclo sea mejor que el que termina.
Bienvenida del Lonco Aldino Jaramillo
El Lonco Aldino Jaramillo, líder de la comunidad Ancalao, dio la bienvenida:
“Estoy muy contento y agradecido con la gente que nos ha venido a acompañar… me conocen por todos lados”.
Explicó que esta rogativa se transmite de generación en generación y que él continúa el legado de su padre, Don Lisandro Jaramillo, cultivando día a día la cultura, los saberes y la identidad mapuche.
El lonco de la comunidad mapuche Ancalao Aldino Jaramillo nos da la bienvenida al Wiñol Tripantu, “estoy muy contento, muy agradecido con la gente que nos han venido a acompañar, la verdad que me conocen por todos lados”, destacó el lonco.
Rápidamente Jaramillo explicó: “hoy tenemos nuestra rogativa acá que es el Wiñoy Tripantu que es propia nuestra, de mi familia la cual la venimos haciendo de generación tras generación y yo soy uno de los referentes en mi familia que ha dejado el legado mi padre Don Lisandro Jaramillo, en poder levantar esto, en poder seguirlo y también somos parte de una familia en la cual cultivamos la cultura día a día, dónde andamos siempre andamos cultivando nuestra cultura, nuestro conocimiento, nuestros saberes que han dejado nuestros mayores y nuestros ancestros”.
Fuego, lluvia y rogativas
La ceremonia incluyó a los miembros de la comunidad y a vecinos de Epuyén, quienes sufrieron incendios hace poco:
“Le pedimos al fuego que se tranquilice y que también llueva” — relató Jaramillo.
Pidieron perdón al Pillán por las acciones humanas que desequilibran la naturaleza, explicando que no siempre pueden “hacer llover”, pero sí mediar ante el fuego para restablecer el balance.
Testimonio de Teresa Cuipil
Teresa, oriunda de Cushamen, asistió por primera vez a esta rogativa:
“Me emocioné mucho… antes participaba en Cushamen, pero me quitaron las palabras en mapudungun… A mí me da vergüenza decir ‘Mari Mari’ porque me pegaban con la regla por hablar mapudungun”.
Además la mujer reconoció que es la primer visita a esta comunidad, “La verdad que acá es la primera vez que vengo, en realidad me emocioné mucho con esta rogativa que hicieron porque yo antes participaba en Cushamen siempre fui a camaruco, me crié en realidad en el camaruco y ahora no puedo hablar las palabras porque los maestros me quitaron las palabras, así que no lo puedo retomar de vuelta”, contó muy acongojada Teresa Cuipil .
Seguidamente la mujer insistió en que se siente muy orgullosa y emocionada sobre todo con la palabra del Lonco Aldino Jaramillo en esta su primera presencia en una rogativa en esa comunidad.
Más adelante Teresa nos contó que pidió por la familia y le habló a sus abuelos, “ pedí por la familia para que le vaya bien en el año, para eso es la rogativa, después yo primeramente le pedí a mi abuelo que está en el cielo, porque ellos son los que siempre me están mirando. Ellos son los que me criaron y yo creo que ellos me están mirando a mí, porque siempre me solían decir que el día que ellos falten yo no iba a ir a la rogativa, porque faltaban ellos y así fue. Una vez que faltaron ellos yo no fui más a la rogativa por eso estoy orgullosa, hoy estoy de vuelta en la rogativa y ojalá que para el otro año pueda venir de vuelta”, expresó.
La golpeaban por hablar la lengua
En un desgarrador testimonio Cuipil contó cómo un docente le pegaba con una regla en la cabeza si ella hablaba en mapuche, “es una emoción venir a rogativa y aprender muchas cosas. Yo lo que quiero es aprender la lengua de vuelta, para poder responder para poder. A mí me da vergüenza decir Mari Mari, me da vergüenza porque parece que se van a reír de mí, porque antes cuando yo fui a la escuela un maestro me prohibió, y me pegó con una regla en la cabeza por hablar la lengua, porque yo hablaba pero me la prohibieron”, contó desconsolada.
Hoy enseña telar mapuche en Ñorquinco, con orgullo de haber recuperado su lengua y raíces, y trabaja para transmitir ese conocimiento.
Voces del Werken Jorge Conalef
Jorge Conalef, werken de Arroyo Las Minas, relató:
“Hace 6 años que participé por primera vez… empecé a reconocer mi identidad y la historia de mis antepasados, que llegaron acá hacia 1900… así uno sabe de dónde viene y hacia dónde va”.
el Werkén de la comunidad y nos contaba: “estamos en este nuevo año de nuestro de nuestro ser de los mapuches, somos descendientes de originarios también tenemos territorio y gracias a nuestros mayores yo puedo tener un campo donde puedo trabajarlo con mi familia”, contó.
El regreso a las raíces
Con todo, Conalef contó que desde hace cerca de 6 años que participa de esta rogativas, “yo la primera rogativa en la que participé fue hace 6 años más o menos, cuando empecé a integrarme acá con Jaramillo. Si bien mi descendientes somos de la comunidad Ancalao pero yo no participaba por desconocimiento, por no saber que mis abuelos participaban mucho más en aquellos años, pero yo nunca había participado así que desde hace 6 años que empecé a participar”.
De dónde venís y hacia dónde vas
“Yo después que pude saber, reconocer mi identidad primero y de ahí conocer la historia de mi familia, de mi de mi bisabuelo que vinieron con la gente de Ancalao allá por el 1900 y al empezar a saber mi historia es algo muy lindo, porque vos sabés de dónde venís, de dónde son tus mayores y a dónde te podés dirigir. Entonces con eso para mí fue un gran orgullo y después empezar a aprender la lengua, que mi abuela Jacinta Cañihuan hablaba, para mí es un orgullo y poder participar de esto porque a veces venimos, otros años no venimos depende las circunstancia. Nosotros esperamos este nuevo ciclo con alegría, como ustedes verán pasamos toda la noche chamameceando, bailando, contando nuestras historias, nuestras anécdotas con gente que nos visita, también contamos nuestra forma de vida, de nuestro campo”.
Destacó que en la rogativa se pide perdón a Ngenechén (Dios), se agradece por salud, familia, territorio y producción. También describió cómo preparan el caballo al amanecer, y cómo el ritual fortalece los lazos intergeneracionales.
El ritual del asado comunitario
Finalizada la ceremonia, los asistentes se reúnen alrededor del fogón, encienden un capón al asador como símbolo de amistad y comparten música —acordeón y guitarra—, anécdotas y alimento.
📘 ¿Qué es el Wiñoy Tripantu?
El Wiñoy Tripantu, también escrito We Tripantu, Wüñoy Tripantu, o Wiñoy Xipantu, es el Año Nuevo mapuche, que se celebra en el solsticio de invierno austral, alrededor del 21–24 de junio
Significado:
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“Wiñoy” significa “nuevo”, “Tripantu” o “Xipantu” significa “salida del sol”: el retorno de la luz solar
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Marca el fin del Pukem (inverno) y el comienzo de un nuevo ciclo de vida y renovación
Modo de celebración:
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Vigilia nocturna: desde la puesta del sol hasta el amanecer, alrededor de un fogón, compartiendo historias, cantos, cuentos y danzas —como el choique purrun—, y alimentos tradicionales (muday, catuto, sopaipillas)
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Purificación con agua: al amanecer los niños se llevan al río para limpiarse del año anterior
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Ceremonia del amanecer: antes de que salga el sol, la comunidad se organiza en torno al fogón; cuando el sol aparece, gritan “¡Akuy we tripantu!” o “¡Wiñoy Tripantu!”
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Rituales asociados:
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Katalüwün / katal koy (perforación de orejas para adolescentes)
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Lakutun o bautismo ceremonial de niños
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Awar kuden (juego tradicional) y otros actos festivos
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Azotar árboles que no dieron frutos, para estimular abundancia
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🌀 Dimensión del Wiñoy Tripantu
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Astronómica y natural: se basa en el solsticio de invierno y la observación del sol y la luna, incorporando conocimiento ancestral y cosmológico .
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Cultura y educación: trasladan saberes a las nuevas generaciones con historias, epew, nütram, juegos y lecturas de vida
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Política e identidad: es acto de resistencia, reafirmación identitaria y reivindicación territorial frente al Estado y la colonización
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