La Escuela Hogar N° 268, debió suspender sus actividades el pasado viernes tras detectarse la presencia de un roedor en el edificio. La medida, según explicó el director Javier Cuevas, se tomó en el marco de un protocolo de prevención para garantizar la seguridad sanitaria de toda la comunidad educativa.
“Cuando se detectaron los primeros indicios, se alertó al Consejo de Educación, que de inmediato contrató a una empresa de desratización. Se colocaron trampas y cebos en el sector de depósito de alimentos, que fue donde se registró el hallazgo”, detalló Cuevas.
Durante el fin de semana, personal que se encontraba en la institución advirtió nuevamente la presencia del animal, lo que motivó la extensión de la suspensión de clases. Finalmente, este lunes se logró atrapar al roedor, que fue identificado como una laucha. “Queremos llevar tranquilidad: no se trató de una rata, sino de una laucha, lo que marca una diferencia muy importante en cuanto al riesgo sanitario”, aclaró el director.
Desde entonces, un equipo de limpieza especializado trabaja en la desinfección y reorganización de los espacios. “Se están removiendo materiales, cambiando cosas de lugar y realizando una limpieza profunda en todos los sectores”, agregó Cuevas, quien remarcó que la prioridad es que el establecimiento quede en condiciones para retomar las clases con normalidad.
Respecto de la comunicación con las familias, el directivo explicó que se optó por notificar y compartir actividades escolares a través de WhatsApp, con el objetivo de evitar gastos extra en fotocopias y asegurar la continuidad pedagógica.
La habilitación definitiva del edificio quedará sujeta a una inspección de Salud Ambiental. “Hoy se va a recorrer la escuela y, con ese informe, vamos a tener la certeza de cuándo podremos regresar a las aulas”, concluyó Cuevas.
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