El objetivo apunta a ofrecer otras
alternativas a la mujer, que muchas veces se siente avergonzada de su
situación, no queriendo denunciar ante una comisaría por el miedo a descubrir
su caótica existencia frente a hombres
(policías), y que en muchos casos no son tomadas con la seriedad que reviste su
situación”, según anticipó.
La violencia familiar es evaluada a
la fecha “como una relevante cuestión política y social, pues sus efectos
atraviesan la privacidad del ambiente doméstico e irradia sus consecuencias
hacia toda la comunidad”, destacó Sanna en su propuesta, donde también pidió
“el apoyo de un equipo interdisciplinario (abogados, psicólogos, médicos,
asistentes sociales), capacitado para lograr que la victima se sienta
protegida”.
A su criterio, la creación de un
espacio exclusivo dentro de la comisaría (que ya estuvo durante algunos meses
de 2010), “ayudaría a que todas las
mujeres encuentren el amparo efectivo de la ley, siendo cada caso en particular
tomado con la seriedad necesaria y contando con la participación de distintos
sectores del Estado”.
Social Plugin