Vecinos del barrio Usina resisten mudanza del puesto sanitario


Destacaron ayer “su sentido de pertenencia” con el centro asistencial que atiende la demanda de unas 500 familias y no parecen dispuestos a aceptar su fusión al cercano Centro Integrador Comunitario (CIC). Tampoco aceptarían un posible edificio conjunto con el barrio Obrero.


“Acá me siento cómoda, es como si fuera mi casa. Vengo prácticamente todos los días y me atienden muy bien”, reflejó Irma Hermosilla.
Tras informar que está en la junta vecinal y que “hace cuatro años recolecté firmas cuando empezó esta idea -- y ya entonces todos los vecinos dijeron que no-, porque es una comodidad para todos. Somos muchos los que estamos dispuestos a defender la sala, que fue construida por los mismos vecinos. Ahora, si hace falta, que se agrande, pero que no la saquen”, insistió.
La enfermera del lugar, Lidia de Medrano, confirmó que “desde hace bastante tiempo hay rumores de cierre de esta sala, aunque en concreto no nos comunicaron nada oficialmente. La semana que viene creo que hay una reunión para definir. En primera instancia, la idea era trasladar al personal al CIC para reforzar la atención, después también surgió el proyecto de armar un centro sanitario en el barrio Obrero. Acá atendemos un promedio diario de entre 25 a 30 personas, trabajo hay. Y si los vecinos no vienen, salimos a la comunidad, no nos quedamos sentadas”.
No obstante, indicó que “hoy no tenemos un servicio médico porque hay dos profesionales que están con certificado, no hay quien los suplante. Viene un pediatra los viernes y durante varios días a la semana se cuenta con una odontóloga”.
La agente sanitario subrayó “el sentido de pertenencia de la gente con su centro de salud desde hace varios años. Hay muchos niños y abuelos a los que se les dificulta tener que trasladarse hasta el hospital a horas muy tempranas, o llegar hasta el CIC, donde no va a haber turnos para toda la población de los dos barrios”.
Don Juan Baustista, con sus 76 años, pidió que “no saquen la salita” y reconoció ayer que “no estoy en condiciones de ir hasta el CIC, ni cruzar el puente para que me atiendan”.
Otra vecina subrayó que “la gente está acostumbrada a esta espacio, que es necesario. No hace falta achicar, al contrario, está bueno que cada barrio tenga su centro”.
Desde el hospital se adelantó que “la propuesta de mudanza surge porque el edificio ya no está en condiciones de albergar la complejidad de un centro sanitario. Por ahora se está evaluando la situación –en conjunto con los referentes del barrio-, pero aún no hay una resolución definitiva”.