La legisladora Carreras busca terminar con la violencia de género


La legisladora del Frente para la Victoria, Arabela Carreras, presentó, en el parlamento rionegrino, un proyecto en donde declara el repudio a los hechos de violencia doméstica ocurridos en la ciudad de San Carlos de Bariloche. El proyecto expresa como fundamental, el terminar con toda forma de discriminación contra la mujer, tanto mental, sexual, y física que ponen a la figura femenina en desigualdad con el hombre.

La Provincia de Río Negro cuenta con la Ley de Violencia Familiar Nro. 4241, que modifica a la Ley 3040, donde define a la violencia de género como aquella que “se ejerce como manifestación de la discriminación la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, por parte de quienes hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aún sin convivencia”, y, además, comprende todo acto de violencia física, psicológica y moral, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de la libertad.

En referencia, la legisladora Carreras manifiesta: “Con esta iniciativa queremos alertar decir que la violencia intrafamiliar es un factor importante de la violencia social. La violencia se aprende y el primer lugar de aprendizaje es el hogar. Su transmisión de una generación a otra y del hogar a la calle son razones indiscutibles para implementar políticas orientadas reducir la violencia doméstica, cuando la meta última es reducir la violencia social”.

Asimismo, está demostrado estadísticamente que una de cada cuatro mujeres en la Argentina es víctima de violencia. En el año 2011, hubo en el país 265 femicidios (asesinatos en contra de la mujer). En la mayoría de los casos (70 al 80%), el agresor es el compañero o excompañero. También, ha quedado demostrado que la violencia de género forma parte de la inseguridad que atraviesan muchas mujeres que conviven a diario con hombres violentos. Los datos revelan que corren mayor riesgo de ser asesinadas por sus parejas, que por un accidente de tránsito, o por un intento de robo en la calle.