Renunció Ricardo Sánchez el coordinador de La Trochita


Fuentes confiables aseguraron que los motivos obedecen “a la difícil relación que mantenía con un sector rebelde de ferroviarios” que habría operado para que Sánchez tome la decisión que, afirman, sería irrevocable.


Entre los contratiempos que sufrió el ahora ex funcionario, figuraría un presunto sabotaje al sistema de refrigeración de la camioneta oficial, lo cual implicó una erogación de 30 mil pesos para su reparación, según se confirmó ayer.

Cabe recordar que el histórico recorrido ferroviario que va desde Ingeniero Jacobacci hasta El Maitén y Esquel está en un proceso de reactivación después que en febrero pasado los gobernadores del Chubut, Martín Buzzi, y de Río Negro, Alberto Weretilneck, firmaron un acuerdo para iniciar un trabajo conjunto que apunta a “una integración territorial de ambas provincias a través del ferrocarril y la evaluación de los mecanismos que propendan a la readecuación y optimización de las trazas existentes desde mediados del 1900”.

El ex coordinador estaba a cargo precisamente de la evaluación de estado de los talleres  ubicados en El Maitén “decidiendo en este contexto llevar a cabo las medidas necesarias para la capacitación y la profesionalización del recurso humano mediante la posible creación de escuelas ferroviarias”.

La línea ferroviaria de 0,75 metros de ancho, conocida popularmente como “La Trochita”, fue construida por el Estado Nacional en el marco del plan de fomento de la Patagonia y se inauguró, con la llegada del primer tren a Esquel, el 25 de mayo de 1941. Entre esa fecha y 1950 sólo transportó cargas, esencialmente de lanas, que se trasbordaban al ramal Bariloche-Plaza Constitución hacia los puertos y factorías de la región central.

En 1950, durante la presidencia de Juan Domingo Perón, se comenzó a prestar el servicio de pasajeros, que contribuyó al desarrollo social de pequeños parajes, habitados mayormente por descendientes de los pueblos originarios. En 1994 el gobierno nacional dispuso el cierre del ramal de 402 kilómetros de recorrido en medio de un paisaje sinuoso y atractivo, en el marco de las políticas liberales de privatización.

Los gobiernos provinciales rionegrino y chubutense organizaron entonces una explotación limitada de carácter turístico, con viajes cortos desde las respectivas cabeceras en Ingeniero Jacobacci y Esquel.