Un libro con mucho sabor popular


“El baúl de los recuerdos” es el título de la primera obra literaria de Edmundo Jios, donde recopila buena parte de la historia del pueblo ferroviario, sumando anécdotas, vivencias y hasta las desgracias sufridas por sus compañeros en varios accidentes del Viejo Expreso Patagónico.


El sábado, ante un salón colmado por sus vecinos –buena parte de ellos protagonistas de los hechos registrados en el trabajo-, “Mundo” Jios demostró una vez más que es uno de los personajes más querido y reconocido por su comunidad.

Tras haber nacido el 17 de febrero de 1938 “en un ranchito de adobe de Río Chico”, en la Línea Sur rionegrina, con el paso de los años (y del tren), la familia se mudó al barrio Las Latas, que comenzaba a dar aspecto urbano al insipiente villorio que era El Maitén por la década de 1940.

La cercanía con los peones rurales, con la cultura mapuche y con aventureros de toda laya fueron formando su carácter de chico rebelde y “permanente trasgresor de todas las normas” que marcaban la rígida sociedad de entonces.

A lo largo de su vida, Edmundo Daniel Jios (quien hoy transita sus 74 años) fue ferroviario; gastronómico; vendedor de autos, político y funcionario siempre ligado al peronismo.

No obstante, su verdadera pasión siempre pasó por un aspecto cultural que lo llevó en cada momento libre a ser autodidacta; actor y promotor del teatro aficionado; anfitrión de cuanto músico o artista llegase al pueblo, o gestor de una pueblada que en plena dictadura militar obligó al gobierno chubutense “a bajar” a El Maitén “para escuchar las demandas del pueblo”.

A ello agrega sus peleas constantes “con cada gobierno de turno”, aunque también “puso el hombro cuando todo el mundo emigraba, intentando levantar otra vez La Trochita”, generadora “eterna del trabajo digno para su vecinos”.

Tampoco dudó en acompañar la epopeya que en 1984, con los albores de la democracia, dio origen a la Fiesta del Trencito (hoy Fiesta Nacional del Tren a Vapor), nacida “para llamar la atención de las autoridades sobre la realidad de una localidad que amenazaba con convertirse en fantasma, tras cerrarse el ramal ferroviario Ingeniero Jacobacci/Esquel”. Desde el vamos, su figura espigada ocupó los escenarios junto a Fernando Bonansea, Roque Atencio y Arnaldo Velázquez, entre otros.

Un apasionado

“Mundo” Jios, un apasionado “por las historias de la gente común, de anécdotas cotidianas y recuerdos que a veces tocan el límite de lo inverosímil. Un narrador de vivencias que sabe hurguetear en el fondo de las almas para ofrecernos este baúl repleto de emociones que fueron surgiendo tras los pasos de La Trochita por este maravilloso rincón de la Patagonia”, como lo define en el prólogo del libro su hija, la concejal Mariela Jios (FpV).

Al comienzo, el mismo autor se encarga de aclarar que la premisa de su trabajo literario “es rescatar lo acontecido en El Maitén y sus alrededores para que no diluya en el tiempo y se recuerde a los pioneros, quienes con su sacrificio hicieron posible este presente pleno de comodidades que ellos no tuvieron”.

Durante la presentación -realizada en el salón del colegio secundario-, ante un auditorio totalmente lleno, todos rieron con cada una de las anécdotas graciosas que llenan la existencia del autor, aunque también hubo tiempo para la emoción compartida al mostrar las fotos “de los que ya no están”.
Hasta la próxima estación

“Y es aquí donde yo, Edmundo Daniel Jios, solo un narrador de historias, dejo que mi espíritu bohemio y trasgresor, con su vieja carga de sueños y esperanzas, se abrace al silencio, mientras una sueva lluvia de verano llega como una bendición a este paisaje patagónico donde nuestra trochita, con su estrepitoso andar, viene espantando caballadas desde tiempos teñidos de nostalgias; aquellos tiempos cuando el Gringo Aristocles, junto a su amigo ‘el indio Gorra Grande’, hermanaron sus razas compartiendo sueños, amalgamando culturas, mientras cruzaban valles y estepas de esta bendita tierra patagónica que hoy protege su descanso final. Hasta la próxima estación”, se despide el autor de “El baúl de los recuerdos”.