“Esta flamante ley se presenta como un “premio” o “perdón” hacia aquellos capitalistas evasores, por lo tanto, en principio, resulta obsceno a los ojos de todos los que cumplen con la ley. La ley parece diseñada para perpetuar un modelo que no reconoce la creciente inflación y que está lejos de reconocer que la pobreza hoy alcanzaría el 27,2% de la población”, dijo Odarda.
El Congreso acaba de aprobar el proyecto del Poder Ejecutivo que permite blanquear capital en dólares, utilizando para ello la mayoría automática parlamentaria, la misma que le permitió la reforma judicial tan cuestionada que extendió el dominio oficialista hacia el poder judicial.
El blanqueo tiene el objetivo de resolver una situación irregular e ilegal de aquellos que evadieron impuestos, derivando hacia el exterior ganancias en negro. Los beneficiarios serán personas físicas o jurídicas, quienes no tendrán que pagar multas ni están obligados a revelar el origen de los fondos.
“¿Podrá lavarse dinero proveniente del narcotráfico? Este y otros cuestionamientos surgen en medio de un escándalo de lavado de dinero que salpica al mismo gobierno, por lo tanto el blanqueo parece traer más oscuridad y más impunidad a la escena política nacional.Esta flamante ley se presenta como un “premio” o “perdón” hacia aquellos capitalistas evasores, por lo tanto, en principio, resulta obsceno a los ojos de todos los que cumplen con la ley”, preguntó la parlamentaria del Bloque Progresista CC-ARI RN.
Además, Odarda cuestionó “El ciudadano común no será el beneficiado directo de estas medidas. Por el contrario, es probable que pueda sentirse efectivamente embaucado, toda vez que el trabajador, el comerciante, el pequeño productor, sí debe pagar sus impuestos en tiempo y forma y sin chistar, aceptando aumentos y preocupándose por evitar multas y toda serie de controles rigurosos que se hacen para evitar la evasión”.
“La medida responde a la necesidad de hacerse de dólares que circulan por fuera del circuito formal, para impulsar YPF y levantar la actividad en el mercado inmobiliario. En este último caso, alentará la especulación que se viene dando en los últimos años. Esto, poco y nada tiene que ver con el desarrollo de una economía auténtica, distributiva, con la que se beneficien sectores amplios de nuestro país”, agregó la legisladora.
“En el caso del CEDIN (Certificado de Depósito para Inversión Inmobiliaria), el gobierno se endeudará, y además dolarizará aun más el mercado inmobiliario. Los evasores podrán poner su capital en “ladrillos”, pero todo esto no resolverá las situaciones coyunturales, la falta de viviendas de un amplio sector social de nuestro país. Equitativa e inmoral, esta ley beneficia mas a los que más tienen y son evasores. Y el gobierno que no quería dolarizar la economía, parece que con esto, termina lográndolo”, precisó Odarda sobre la reciente aprobación.
Cabe destacar que algunos economistas coinciden en afirmar la falta de certeza en este proyecto, y que la “captación de dólares” sería poco probable. Algo similar se opinó desde la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), pues mientras no haya confianza: ¿qué propietario recibirá el bono CEDIN con la promesa futura de ser cambiado por dólares? Con el BAADE -Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico -, el gobierno recibe dólares del blanqueo y se compromete a devolverlos, endeudándose en esa moneda. La pesificación es un sueño cada vez más lejano.
“En fin, la ley parece diseñada para perpetuar un modelo que no reconoce la creciente inflación y que está lejos de reconocer que la pobreza hoy alcanzaría el 27,2% de la población, según los datos de la CGT opositora”, explicó la diputada
“Tenemos un gobierno que sigue esquivando la cuestión de fondo que es el desarrollo de un modelo productivo que pueda satisfacer a la mayor parte de la población. Por el contrario, promueve las actividades extractivistas y devastadoras que explotan a cualquier costo recursos primarios para solventar economías foráneas amigas al consumo, con el apoyo de toda una maquinaria legal detrás. Actividades como la mega minería, explotación no convencional de hidrocarburos, agro combustibles, monocultivos transgénicos y sus distintas modalidades, mas todos los negocios colaterales que generan, solo profundizan la dependencia económica, los desastres ambientales y nos alejan cada vez mas de la soberanía sobre nuestros bienes comunes y economía. Estamos ante un gobierno que concentra cada vez más poder, que sigue sin mirar la realidad que viven las alicaídas economías regionales y sin apoyar los proyectos que surgen desde la fuerza misma de las bases sociales”, concluyó Magdalena Odarda.
PRENSA BLOQUE PROGRESISTA CC-ARI RN
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