Milei confirmó que el Banco Central emitirá billetes de 20.000 y 50.000

En una revelación sorprendente, el presidente Javier Milei anunció que el Banco Central de Argentina planea emitir billetes de mayor denominación en un intento por enfrentar la creciente inflación y brindar soluciones a los múltiples desafíos que implica la falta de un papel de mayor valor en el sistema monetario del país.

Milei argumentó que el uso actual de los billetes dificulta en gran medida las transacciones y genera costos innecesarios. "Es una tortura el tema de los billetes. Imagínate tener que realizar un pago en efectivo con una gran cantidad de billetes, prácticamente estás gritando 'aquí hay dinero' y te convertís en un objetivo fácil para los delincuentes", afirmó.

De acuerdo con el economista, la ausencia de billetes de mayor denominación es una estrategia que implementó el gobierno anterior para controlar la economía. "Los kirchneristas utilizaron esta artimaña para reducir la circulación del dinero y ralentizar la economía".

“Nosotros, como parte de nuestro programa fiscal, monetario y cambiario hemos cerrado el grifo, tanto en el plano de las Leliq como el del déficit. Por lo tanto, la cantidad de dinero solamente se va a mover cuando compremos dólares, porque eso es contra demanda. En ese sentido, si sacás lo que pasa en el sector cambiario, la cantidad de dinero estaría fija. Para los que piden un ancla, ahí está el ancla: cerraste el grifo del Banco Central y el grifo del fisco, ahí tenés el ancla nominal”, completó Milei.

Según la información publicada por Infobae, el Banco Central tiene previsto comenzar el proceso formal para la emisión de los nuevos billetes en las próximas semanas, estimando que estarán disponibles en un plazo de entre seis y ocho meses. Este tiempo incluirá desde el diseño de los billetes, los trámites legales correspondientes, la producción y finalmente, la distribución de los nuevos billetes en el mercado.

Esta iniciativa busca agilizar las transacciones comerciales, brindar mayor comodidad a los ciudadanos y disminuir la circulación de dinero en efectivo, reduciendo así los riesgos asociados a su transporte y almacenamiento.