Se cumplieron recientemente, el primero de enero último, 50 años del fallecimiento de uno de los mas grandes gobernadores rionegrinos, el ingeniero Adalberto T. Pagano, quien condujo los destinos del ex territorio nacional entre 1932 y 1943, quien dejara como legado y ejemplo una histórica gestión, plena de realizaciones, tanto en materia de obra pública como en los otros distintos aspectos que hacen a la administración del estado. Una rápida consultas a las memorias que anualmente, como todo mandatario de estas jurisdicciones remitía al ministerio del interior, lo presentan como un verdadero estadista.
Nombrado gobernador en 1932 llegó a Viedma, en aquellos un pequeño centro político y administrativo de una extensa y despoblada jurisdicción que se extendía desde los andes al mar en una extensión de mas de 200.000 kilómetros cuadrados y albergaba solamente a unos 100.000 habitantes.
Estaba todo por hacer, se carecía de infraestructura y los únicos polos de desarrollo que se insinuaban con claridad eran el Alto Valle, con la fruticultura y Bariloche con su actividad turística en permanente aumento. Ese fue el formidable desafío de Pagano, en épocas difíciles en que los lejanos territorios nacionales eran poco más que estancias manejadas desde Buenos Aires con una concepción paternalista y el esquema centralista de los gobernantes porteños. En ese marco jurídico institucional tuvo que moverse Pagano, afrontando como hecho adicional las rivalidades y los enfrentamientos entre conservadores y radicales.
Pero rápidamente puso manos a la obra. Y así comenzaron a surgir en todas vastedades infinidad de obras públicas como escuelas, comisarías, hospitales, puentes, obras de riego y la traza o mejoramiento de caminos. Todo bajo la atenta mirada de aquel mandatario que no dejó ningún centímetro de tierra sin recorrer. Lo hacía con la inmensa pasión de un realizador, de un auténtico constructor desafiando los factores limitantes de la falta de vías de comunicación o de vehículos que no estaban preparados para atravesar huellas, cruzar arroyos y guadales. Pese a todo era un hecho habitual contemplar a Pagano en los puntos geográficos mas distantes, acercándose a pobladores para conocer los problemas sobre el terreno.Tampoco estuvieron ajenos a la preocupación de Pagano los temas sociales. En algunas de sus memorias anuales puntualizaba que había que evitar el despojo constante realizado contra los pobladores aborígenes, que por sus escasos recursos y conocimientos eran presa fácil de gente sin escrúpulos, al apoderarse grandes extensiones de tierras desalojando a sus ocupantes verdaderos. Similar énfasis manifestaban en materia educativa, cuando exigía un mayor número de establecimientos educacionales, porque las dos terceras partes de la población escolar no recibían instrucción.
Con muy pocos colaboradores multiplicó los días en jornadas de largo aliento, optimizando los recursos presupuestarios hasta el último céntimo. Y muchas veces, como buen ingeniero civil que era, pasaba horas frente al tablero de dibujo instalado en su despacho, confeccionando los planos para obras que había que realizar con urgencia.
SU PAPEL EN LA CONSITUYENTE DED 1957
Al poco tiempo de dejar la función pública, después del golpe militar de junio de 1943 y producida luego la provincialización de Río Negro y la convocatoria a la convención constituyente de 1957, Pagano retorna al quehacer cívico y fundó el Partido Demócrata de Río Negro y logra una banca, siendo uno de los redactores de la constitución de la
novel provincia. Allí jugó un papel trascendente y fue un activo protagonista en el debate en torno a la denominada cuestión capital, generada por la intención de algunos sectores políticos de consagrar con esa jerarquía una ciudad ubicada en el Alto Valle.
Pagano fue el autor de la fórmula transaccional que posibilitó destrabar la ríspida cuestión y que resultó aprobada por 14 votos contra 10 por la negativa.. La iniciativa pergeñada por el ex gobernador decía textualmente. Las autoridades de la provincia residirán en la ciudad que sea declarada capital por una ley especial de la legislatura con los dos tercios de los votos. Esta ley será votada no antes de cinco años de la presente constitución y será precedida por un estudio integral a cargo de una comisión técnica que dictaminara al respecto. Mientras tanto las autoridades continuaran residiendo en la ciudad de Viedma. Esta referencia vale la pena porque el ex convencional Pablo Fermín Oreja del bloque de la ex Unión Cívica Radical Intransigente, años después en uno de sus libros y en distintas conferencias, pretendió atribuirse la autoría de la fórmula explicada precedentemente, planteando así una verdadera falsedad histórica y contraria la verdadera realidad de los hechos.
LOS ULTIMOS AÑOS EN EL VALLE INFERIOR
El ex gobernador, paralelamente al cumplimiento de sus tareas oficiales, se dedicaba a las tareas rurales, en las que se desenvolvía como un e4xperto. Había adquirido unas 500 hectáreas de campo ubicadas a unos 11 kilómetros de Viedma, sobre el río Negro que rápidamente convirtió en un emprio productivo. Puso en marcha un a considerable extensión mediante riego mecánico, dedicada al cultivo de trigo y alfalfa
Y a la explotación ganadera. En la década del 60 el gobierno provincial procedió a expropiar las tierras comprendidas por el proyecto IDEVI y entre ellas figuraban las del establecimiento de Pagano, conservándose solamente el caso, sobre le ribera del río, hoy de propiedad particular.
El primero de diciembre de 1959, en uno de sus habituales viajes del establecimiento Holgadla a Viedma, recorrido que hacia dos o tres veces por semana, conduciendo su
Pintoresca chatita, protagonizó un choque frontal contra vehículo, accidente facilitado por el polvo en suspensión de la ruta y sufrió una seria fractura de cadera. Trasladado a Bahía Blanca y después a Buenos Aires, falleció el primero de enero de l96o. L desaparición de Pagano provoco infinitas manifestación de pesar, en los niveles oficiales, en las agrupaciones políticos y en distintas sectores de la sociedad rionegrina, quienes hasta hoy recuerdan aquellos once años de la administración Pagano, seguramente una de las mas eficientes que se recuerden. (Omar N.Livigni/APP)
Social Plugin