Nadie puede negar que el resultado electoral de la interna “boina blanca” para dirimir el candidato a intendente que representará al partido en las elecciones del 17 de marzo, donde José Luís Foulkes se impuso sobre Mario De Rege por mas de mil doscientos votos de ventaja en las mesas de afiliados e independientes, significó un fuerte temblor en el andamiaje del radicalismo provincial, repercutió en los distintos partidos políticos y también en los ámbitos del gobierno provincial.
No es para menos. Una verdadera movilización como se pudo apreciar el domingo 10 en una jornada en extremo calurosa, donde el termómetro marcó 35 grados, y en medio de un feriado largo, permitió que un total de seis mil trescientas personas concurrieran a las urnas, constituye un dato imposible de soslayar.
Lo demás, constituye un anecdotario que se reitera en compulsas similares, donde la primer conclusión fue que “la victoria tiene muchos padres, y la derrota es dramáticamente huérfana”. También se reeditó, aunque en la periferia de la dirigencia, el deambular de minúsculos tránsfugas que tratan de medrar en estas situaciones, cruzándose de uno a otro sector partidario, de un año para el otro.
Lo sucedido no admite comparaciones con la compulsa del justicialismo –cerrada exclusivamente a sus afiliados- realizada en la misma jornada donde Maria Sabatella resultó ganador venciendo a Marcelo Nervi, convocando a poco más de mil afiliados.
Pero los estrategas radicales consideran que el punto de partida obtenido, posiciona al oficialismo municipal en inmejorables condiciones para seguir reteniendo el gobierno en el venidero acto comicial de marzo. Como dato, mientras en las mesas de afiliados radicales se computó un 50% de participación, en el justicialismo apenas se superó el 25%.
LOS PARTÍCIPES DE LA DERROTA
En el radicalismo, partido donde las elecciones internas constituyen toda una tradición, la derrota alcanzó de lleno a Mario De Rege que, después de aparecer como el candidato con mas posibilidades, ocupó el segundo lugar, no pudiendo mejorar su performance de 2011.
En aquella oportunidad De Rege compitió junto a Barbeito siendo la cara visible de aquella interna en la ciudad capital, donde los afiches y pintadas lo lanzaban a intendente en caso de salir victorioso. Eso no fue así. Si bien Barbeito logró el triunfo en la compulsa provincial, su lista resultó perdidosa en Viedma.
De allí presentó su candidatura con la lista del PPR, obligado por las circunstancias políticas del momento, y como colectora de la UCR llevó su candidatura a intendente y primer legislador del circuito. No logró ninguna de sus metas.
Fragmentos del resultado de la interna viedmense hicieron blanco también en la figura de ex vicegobernador y titular del bloque de la UCR Bautista Mendioroz, el principal apoyo de De Rege, quien en la anterior interna por la gobernación en 2011, triunfó en Viedma por una diferencia similar a la que ahora le resultó negativa.
Otro de los dirigentes radicales que se sumaron a la precandidatura de De Rege, fue Fernando Chironi, quien en aquella oportunidad de la interna radical para la candidatura a gobernador, no superó los 400 votos en Viedma.
Si bien en el quehacer político nada tiene el signo de lo definitivo, las elecciones internas han servido para poner en este momento las cosas blanco sobre negro, teniendo en cuenta el resultado y la contundencia de los números.
PROTAGONISTAS DE LA VICTORIA
En el sector ganador, aparece en primer término José Luís Foulkes, irrumpiendo en un nuevo escenario superponiendo a partir de ahora, su condición de un técnico solvente y eficaz administrador, con su nuevo rol de dirigente político que se suma a los centros de decisión partidaria con el perfil de un nuevo protagonista.
El mismo Foulkes lo dijo “… soy un emergente de esta situación”, refiriéndose a la coyuntura político institucional definida por el fallecimiento del intendente Ferreira, y ahora en su condición de continuador de aquella gestión, buscando el aval definitivo de la gente el próximo 17 de marzo.
Junto a Foulkes otra figura que ascendió al podio de los triunfadores es el ex gobernador Horacio Massaccesi, inspirador de la agrupación radical “Proyecto Rionegrino”, el primer dirigente partidario que se sumó a la precandidatura del intendente interino.
El ex mandatario tuvo una activa militancia en estos días, desarrollando su campaña proselitista principalmente en las juntas vecinales, en los barrios, en una tarea personal casa por casa y en múltiples reuniones.
Massaccesi es un convencido de que el triunfo electoral de Foulkes en Viedma tuvo alcance provincial, y tendrá mucha influencia en octubre cuando se decida la elección para elegir diputados nacionales y senadores. El líder de Proyecto Rionegrino buscará una banca en la cámara alta, y seguramente competirá con sus viejos conocidos, los también ex gobernadores Miguel Saiz y Pablo Verani, quienes aparecen como eventuales cabezas de lista en un proceso interno establecido por la ley electoral.
Este proceso interno en Viedma ha facilitado la irrupción del legislador Darío Berardi, uno de los dirigentes que mas incidió en apuntalar la precandidatura de Foulkes para intendente, y en defender esa nominación mediante internas, planteando la oposición más dura con quienes se enrolaron detrás de Mario De Rege.
Berardi, junto a su par de bancada Adrián Casadei, mantienen diferencias políticas con Bautista Mendioroz, y el último de ellos, aprovechó la coyuntura después del resultado electoral para solicitar la dimisión del titular del bloque radical. Mendioroz desvinculó el resultado electoral con el acontecer del bloque, y anticipó su negativa a dimitir. “Mi alejamiento se producirá cuando los votos del conjunto de los legisladores así lo indique y no antes”, subrayó. El ex vicegobernador puntualizó con toda claridad “que ya se acabó la interna y que todos los esfuerzos deben estar dirigidos al apoyo del candidato (José Luís Foulkes) y sus propuestas para que el radicalismo triunfe el 17 de marzo”. Idéntica consigna hicieron conocer Mario De Rege y Fernando Chironi.
EL NAUFRAGIO DE LAS ENCUESTAS
Así como en la guerra –se suele decir- la primera víctima es la verdad, también podría repetirse aquí que algo similar sucedió con las encuestas que comenzaron a circular en los primeros días de la campaña proselitista.
No se trata de descalificar a los profesionales que efectuaron los sondeos de opinión, seguramente confeccionados en un determinado momento y sobre un elegido universo de electores. La cuestión fue que los vaticinios de una ecuación de 60 a 40 por ciento a favor de Mario De Rege, quedó cristalizada como una mera ilusión y sufrió un giro copernicano cuando comenzaron a conocerse los guarismos en las primeras mesas del escrutinio, donde Foulkes se insinuó –y en definitiva se convirtió- como el seguro ganador con veinte puntos de diferencia a su favor.
En el escrutinio se observó un llamativo comun denominador que se apreciaba en los resultados de cada mesa donde Foulkes –que perdió por 14 votos en la que sufragó- se impuso en todas las demás, tanto en las masculinas como en las femeninas, donde en muchos casos dobló a su oponente, y cerró con triunfos en 23 de las 24 mesas del comicio.
¿Pero cuales fueron los componentes de estos votos que para muchos configuraron una sorpresa mayúscula e inimaginable? No es fácil decodificar este intríngulis pero hay coincidencias en apreciar algunos elementos gravitantes como el recuerdo del fallecido intendente Jorge Ferreira, el reconocimiento a su gestión, un gesto crítico contra sectores de la nomenclatura local del radicalismo, y también un acto de identificación con las autoridades municipales y el “equipo” del ferreirismo por su defensa de la comunidad ante las políticas mas cuestionadas del ejecutivo provincial contra los empleados públicos y proveedores.
Claro está que las cuestiones que restan dilucidar no son tan sencillas y es posible que estos temas ocupen en forma principal las conversaciones de Foulkes y Massaccesi con el resto de los dirigentes que se realizará en el comité local el próximo martes. De todas maneras hay un acuerdo tácito de organizar primero los cursos de acción orientados a poner en marcha el partido y ganar las elecciones.
Y, recién después del 17 de marzo, ingresar en conversaciones y buscar los mecanismos para incluir a los radicales de los distintos sectores, de acuerdo con el principio del que “gana conduce y el que pierde acompaña”.
EL PERONISMO APUNTA A CAMBIAR LA HISTORIA
El gobernador Alberto Weretilneck y el senador Miguel Pichetto, ratificarán su respaldo al candidato del FpV Mario Sabatella para las elecciones del 17 de marzo, donde se definirá el reemplazante del fallecido Jorge Ferreira, al frente de la municipalidad de Viedma.
Se trata de la señal mas evidente, hacia fuera y hacia adentro del peronismo, que en el más alto nivel de conducción tanto gubernamental como partidario manifiesta decisión de competir con firmeza y luchar por el triunfo aspirando con reales expectativas de éxito en la recuperación para el PJ de la comuna de la capital de la provincia.
Alienta esa perspectiva el hecho de que el trámite interno haya transcurrido en un clima de tranquilidad y que los protagonistas preservaron por sobre sus diferencias la convivencia y la unidad partidaria.
Nadie en el justicialismo quiere resignarse a que haya una continuidad radical. No sólo porque una elección temprana adquiere resonancia nacional, sino para evitar el precedente para las elecciones que seguramente se realizarán en Bariloche, también en el orden municipal, y los comicios para elegir senadores y diputados nacionales.
Por ello se aprecia que están dadas las condiciones para revertir todo un complejo proceso que se viene dando desde hace años en el peronismo local, con una Unidad Básica en estado de acefalía y una retracción de afiliados.
El saldo de la elección interna demostró que de una cifra muy cercana a los 4 mil afiliados solo concurrieron a las urnas poco más de mil, siendo apreciable un generalizado estado de indiferencia, de ajenidad de los afiliados y una profunda desmotivación.
Para muchos peronistas, lo que se vio el día 10 y en alguna jornada anterior, se fundamenta en que el justicialismo viedmense no logra replantear su modo de accionar para ampliar su base de sustentación y gravitar con mayor presencia en el escenario político.
El último intendente de ese signo partidario en Viedma fue el Dr. Gustavo Costanzo, y a partir del año 2003 sufrió tres derrotas electorales consecutivas.
Este conjunto de factores, y otros pueden haber influido también en la presencia de que muy pocos y contados dirigentes del justicialismo viedmense hayan sido convocados a ocupar cargos relevantes en el gobierno provincial, tema que es de conjugación cotidiana en cada conversación entre afiliados así como el efecto negativo de aquellas medidas adoptadas por la nueva administración rionegrina en sus primeros meses de gobierno, después afortunadamente amortiguadas.
En estos días hubo resultados alentadores como una reunión que congregó a las más de veinte agrupaciones peronistas locales con el candidato Mario Sabatella para diagramar tareas en común, como así también la presencia en Viedma del senador Miguel Pichetto, que intensificará su presencia en los días que restan hasta la fecha de las elecciones.
Mientras tanto Mario Sabatella ratificó el objetivo de alinear a Viedma con los gobiernos provincial y nacional, y dio el primer paso durante una entrevista con el gobernador Weretilneck y el ministro Vaca Narvaja, acordando la realización de obras públicas que junto a otros proyectos con origen en el orden nacional, pueden constituir la columna vertebral de la oferta justicialista para Viedma en un convocante programa que someterá a la ciudadanía de la capital en un muy breve plazo.
Sabatella confía que una buena plataforma electoral, seria y realizable con un buen gabinete de funcionarios y técnicos de reconocida solvencia que también dará a conocer, no sólo convocarán al peronismo sino también a otros sectores de la sociedad viedmense.
SALARIOS: WERETILNECK Y SCALESSI, UN SOLO CORAZÓN
El gobernador Alberto Weretilneck pudo establecer las pautas salariales del 2013 dentro de los objetivos que se había planteado, lo que no constituye un hecho menor. En un porcentaje muy cercano al sugerido por el gobierno nacional y que “no desequilibre las finanzas públicas” provinciales, según destacó el mandatario. En general el promedio para todos los estatales rondará el 21%, aunque con algunas diferencias en función de qué sector estamos hablando. El primer acuerdo fue con los docentes que tuvieron la ventaja que el aumento ya se instrumentara con los haberes de enero, cuestión que no fue reconocida para los empleados públicos de las leyes 1844 y 1904 que son representados en su mayoría por la UPCN, y, en menor medida por ATE -aunque este gremio concentra una franja importante de representatividad en los hospitales-, ya que las mejoras comenzarán a regir con los haberes de febrero que deberán pagarse los primeros días de marzo.
El acuerdo con los docentes tendrá que ser convalidado en poco tiempo más por el congreso de la UnTER, trámite que no será fácil para la conducción oficialista, en función que muchas seccionales están en manos de la oposición, que cuestiona prácticamente cualquier medida que surja o avale el ministerio de Educación de Marcelo Mango. No obstante, como pasó el año pasado, aunque haya un rechazo al nivel del incremento salarial, el sector refractario al gobierno será muy difícil que logre los consensos como para impulsar una medida de fuerza que complique el inicio de clases.
Respecto a los otros dos poderes, con la Legislatura ya se acordó también un 21% que se empezó a aplicar desde diciembre. El Poder Judicial, con la nueva conformación del STJ, seguramente establecerá un porcentaje similar, amoldándose a la pretensión del gobierno de terminar con cualquier tipo de enganche con los incrementos que se aplican en la justicia federal.
El acuerdo con la UPCN se planteaba inicialmente más duro, ya que el secretario general Juan Carlos Scalesi había planteado que pretendía más del 21% y que no acordaba con aumentos similares para todos los sectores estatales, dados los desniveles existentes. Su sector tiene los haberes más bajos si se compara con lo que gana un trabajador legislativo o judicial. Incluso los docentes lograron un impacto más favorable del aumento otorgado el año pasado en las distintas escalas, mientras que hay un achatamiento muy marcado entre las distintas categorías de los empleados comprendidos en las leyes 1844 y 1904.
Lo cierto es que un 21% a lo largo del año tiene un impacto muy inferior sobre sueldos que van de los 3 mil a 5 mil pesos que cobran gran parte de los empleados públicos, que los más de 10 mil y hasta más de 15 y 20 mil pesos que perciben gran parte de los empleados legislativos.
A pesar de la queja, la UPCN terminó acordando con el Poder Ejecutivo, sumando algunos beneficios extras a la pauta de aumento salarial estricto sobre el básico. Una de ellas es que se completará con los haberes de febrero el pago del 40% de la zona desfavorable, que si bien se toma como parte del incremento salarial propuesto del 21,3%, se produce la restitución de un beneficio que se había perdido durante el gobierno de Pablo Verani y que de ahora en más constituirá un ítem salarial importante a medida que los básicos vayan creciendo.
También se acordó equiparar el monto de las asignaciones familiares a las establecidas por la ANSES en el orden nacional, con un cronograma que contempla el 10% a partir de los haberes de junio y se completará con los de agosto. Asimismo, a partir de mayo irán saliendo las promociones automáticas en los casos que se cuenten con los expedientes administrativos concluidos.
Juan Carlos Scalesi señaló sobre el acuerdo que “sabemos que es difícil la situación que estamos viviendo así que para nosotros lo bueno es que llegamos a buenos términos, el diálogo está abierto y no necesitamos sacar gente a la calle para llegar a un entendimiento”.
Destacó el esfuerzo del Gobierno para concretar el incremento y dijo que “en este momento difícil que vive el país, y la Provincia porque no somos una isla, pasar la brecha del 20 por ciento es muy importante y si bien firmamos un acta, siempre está abierta la posibilidad para dialogar algo que nos hemos olvidado”.
No obstante insistió que más tarde o más temprano debe contemplarse las desigualdades salariales entre distintos sectores.
Aquí habría que decir que estos desniveles salariales son de vieja data, pero también se puede afirmar que se han profundizado.
Esto es muy claro si se tienen en cuenta los desniveles entre lo que perciben los trabajadores y lo que ganan los funcionarios, pero, como hemos dicho, también entre los distintos poderes y aún dentro del propio Ejecutivo.
Como hemos dicho ya desde esta agencia, la aplicación de aumentos similares para todos no hace más que profundizar estas desigualdades, con lo cual alguna vez habría que fijar pautas a mediano y largo plazo para reducirlas.
Esto no sólo le cabe al Ejecutivo, pero desde allí debe surgir la iniciativa para alinear a los otros dos poderes en un camino en este sentido. Se forman tantas comisiones, incluso por temas menores, que bien podría crearse una comisión interpoderes y con participación gremial que defina un plan general en este sentido.
Respecto al acuerdo salarial con la UPCN, hay que decir que este sindicato pudo consolidar en este poco más de un año de gestión gubernamental una relación de fluidez similar a la que tuvo con los ex gobiernos de signo radical, desplazando nuevamente a ATE en su intento de ser considerada “en igualdad de condiciones”, más allá de su menor número de afiliados.
Atrás quedó la imagen del gobernador Alberto Weretilneck sentando en una misma mesa a los secretarios generales de la UPCN y ATE cuando se conformó la Comisión de Transparencia en el Empleo Público, en los primeros meses del 2012.
En esa oportunidad, el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, había destacado un cambio de actitud del gobierno del FpV, en relación a los anteriores del radicalismo. “Hemos iniciado un camino para construir legalidad en la provincia, legalidad que se nos había negado sistemáticamente durante las últimas décadas”.
En los últimos tiempos sin embargo el mandatario priorizó los acuerdos y reuniones con la UPCN, en desmedro de ATE que fue recibida por temas puntuales sólo por algunos ministros o funcionarios menores.
Ahora, al consultársele al gobernador Weretilneck si iba a negociar también con ATE los aumentos salariales, dijo en forma terminante que no.
Fundamentó que “consideramos que la UPCN representa a la gran mayoría de los trabajadores, de hecho esto se vislumbra a través de los afiliados agremiados; aparte la Ley de la Función Pública determina que la UPCN es el gremio mayoritario que está en el Consejo de la Función Pública, lo hacemos de acuerdo a la ley”. (OMAR N. LIVIGNI - APP)
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