La última reunión de intendentes –todavía el grupo colectivo
no se asume a sí mismo como partes integrantes de una Liga- sesionó en El
Bolsón durante varias horas el último viernes, con absoluta independencia de
otros cenáculos justicialistas de mucho menor porte, que también se congregaron
en otros lugares, en conversaciones sucesivas entre Roca y Viedma, con la
participación directa de Pichetto, Soria y Weretilneck. ¿La de Bardeggia es una
candidatura en suspenso?.
En el ámbito de los intendentes justicialistas, se añoran
los no tan lejanos tiempos cuando Juan Domingo Garrone era el intendente de la
Liga de Intendentes, que tuvo actuación visible durante la gestión del radical
Miguel Saiz. Y muchos plantean enérgicamente el contraste entre aquella y la
actual, que existe en los papeles y es no más que una abstracción, cuyo
presidente nominal es Martín Soria, el intendente de Roca, que hasta el momento
nunca convocó a una reunión. Después de un año de silencio, los jefes comunales
se decidieron a romper la inercia y meses atrás se reunieron en Pilcaniyeu.
Allí dejaron escuchar una sinfonía de quejas, revisaron con espíritu crítico la
marcha del gobierno provincial, y decidieron emprender el camino de reflotar la
Liga, infundirle personalidad y transformarla en un instrumento político para
contribuir a consolidar la gestión de Alberto Weretilneck, sabedores que el
destino del gobierno, en definitiva es el destino de todos.
Es que el frenesí y el natural nerviosismo, no desprovisto
de ansiedades de la cuestión de las candidaturas a diputados nacionales y
senadores, provocó una natural dispersión de fuerzas y una manera distinta de
enfocar la cuestión. Por ejemplo, mientras la decisión que determinó la
inclusión de María Emilia Soria en el primer puesto de la lista de diputados
nacionales del FpV se adoptó en un grupo muy reducido, los jefes comunales que
no habían sido consultados en ese momento sobre ese tema, decidieron proponer a
su vez a dos de sus pares para ser tenidos en cuenta. Así y por unanimidad le
hicieron llegar al ex senador Miguel Pichetto, en su carácter de presidente del
PJ las nominaciones de Javier Iud, intendente de San Antonio como candidato a
senador nacional, y la de Ariel Rivero, legislador del bloque Eva Perón, para
una diputación nacional.
Con respecto a la situación planteada, los intendentes
resolvieron que el lugar de Weretilneck, al haber desistido de integrar el
tercer término, lo ocupe uno de sus colegas, y no se preocuparon en ocultar su
descontento por la nominación de María Emilia Soria, argumentando que si bien
su inclusión en la lista puede responder a solucionar una cuestión
eminentemente local, que tiene que ver con los intereses del intendente de
General Roca, no satisface al conjunto del justicialismo, además de tratarse de
una acción notoriamente inconsulta.
Los intendentes presentes en El Bolsón, -veinte en total-
consideraron que no está todo definido y que a partir de las próximas horas se
intensificarán los contactos políticos y las rondas de negociaciones confiados
en ver todavía contempladas sus aspiraciones.
Los habitualmente bien informados sostienen que el candidato
a la cámara baja de Weretilneck es Luis Bardeggia, el ex legislador provincial,
creador de un partido político local en Cipolletti y denunciante de la venta
ilegal de miles de hectáreas de tierras fiscales. Pero elementales cuestiones
de “real politik” aconsejaron desactivar por ahora esa postulación a favor de
María Emilia para cerrar la ecuación electoral en General Roca. ¿La de
Bardeggia es una candidatura en suspenso?
Los intendentes auto convocados manifestaron su apoyo a la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al proyecto político que está
llevando a cabo en el país, y al gobernador Alberto Weretilneck, extensivo a la
reelección del senador Miguel Pichetto y a Silvina García Larraburu, nominada en
el segundo término para senadora nacional. En otro momento de las
deliberaciones expresaron reservas sobre las recientes manifestaciones del
legislador Pedro Pesatti quien manifestó que “muchos compañeros aspiran a que
el gobernador Alberto Weretilneck lidere una fórmula en el 2015 con el actual
vice gobernador Carlos Peralta”.
No faltaron allí quienes dejaran deslizar obvias suspicacias
por el estrecho contacto que mantiene el presidente del bloque del Frente para
la Victoria con Weretilneck, y la mayoría se identificó con el juicio del
legislador Ariel Rivero, en cuanto “a la falta de oportunidad de la frase”.
También analizaron la situación que se está planteando en
Allen, donde la jefe comunal Sabina Costa está afrontando lo que puede derivar
en una situación de revocatoria de mandato, y decidieron concurrir en fecha
próxima a esa localidad para ratificar su apoyo a quien fue elegida por el
pueblo. Y en este sentido recordaron el frustrado intento de desestabilización
del intendente Ricardo García de El Bolsón, cuando fue jaqueado por la empresa
Laderas del Paralelo 42 y sectores del comercio vinculados con ese grupo
empresarial.
Con respecto a la relación de los municipios con el gobierno
rionegrino, los mayores cuestionamientos se centraron contra los Ministerios de
Obras Públicas y Desarrollo Social, por la falta de relación y atención, de
Fernando Vaca Narvaja y Ernesto Paillalef con los titulares comunales. “En esos
ámbitos oficiales no conocen a los jefes comunales y cuando se presentan allí
algunos de ellos, en persona, la pregunta si viene de parte del intendente”, se
aseguró.
Los intendentes se encargaron de objetivar sus sensaciones y
precisaron “la necesidad de una mejor consideración y buen trato, no queremos
más ser convidados de piedra, ni tener que escuchar detrás de la puerta
cuestiones que son del interés de todos, o enterarnos por los diarios de lo que
pasa en y con el gobierno”. Recordaron que “aquí estamos reunidos quienes
representamos al 30 por ciento de los votos”, hasta citaron al célebre poema de
Hernández y aquel dicho de Martín Fierro… “Yo estoy en todos los entreveros
menos en la lista de cobro”, ocurrencias que cayeron en terreno fértil y
ganaron amplias sonrisas de aprobación.
Otro de los puntos tratados, y que mereció un inmenso
intercambio de opiniones, fue la reformulación de la Liga de Intendentes del
FpV, actualmente en estado de hibernación. Acordaron realizar una próxima
reunión en Coronel Belisle donde se podría efectuar el nuevo lanzamiento
orgánico de la Liga “con Soria o sin Soria”, como dijo un expositor. La
aspiración es que funcione con regularidad, con reuniones periódicas, donde se
pueda seguir y analizar la marcha del gobierno provincial y la evolución de la
situación política. “Trataremos de actuar en bloque con y ante el gobierno
provincial para evitar la práctica de los compartimentos estancos o el trato
individual con cada uno de los intendentes –por lo menos en los temas de
especial relevancia- como método para facilitar nuestras relaciones y optimizar
los resultados de nuestras gestiones” indicaron.
En resumidas cuentas, explicó uno de los jefes comunales
“hay una marcada desproporción entre el poder político y territorial de los
intendentes, y el peso que deberían tener en las decisiones del gobierno, y
nosotros queremos nivelar ese plano inclinado, sin perjudicar a nadie, pero
poniendo las cosas en su justo lugar, donde primen las cuestiones de conjunto”.
Además también se señaló la diferencia “que existe entre el gobierno nacional,
que se muestra cercano y convoca a los intendentes, y la administración
provincial, que no alcanza a definir los mecanismos de comunicación entre el
poder central y las realidades locales que representan sus intendentes”.
Habrá que ver si estos conceptos principistas tienen fortaleza
para sobreponerse al vértigo de la campaña electoral y el trajín político que
se avecina. Pero lo ocurrido es para tenerlo en cuenta, y todo dice que los intendentes
se han puesto de pie.
Omar Livigni fotos y vídeo Noticiasdelbolson
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