Manifiesto interreligioso en El Bolsón

Desde la Fundación Pensar, preocupados por los daños ambientales en progreso, que menciona en su “Encíclica Laudato Si”, el Santo Padre Francisco, convocamos en la ciudad de El Bolsón de Río Negro a distintos referentes religiosos, con el propósito de iniciar un diálogo interreligioso y generar una Carta de El Bolsón para aportar la visión que sobre el cuidado de nuestra “Casa Común”, la Tierra, los textos sagrados de cada credo enuncian.


En reuniones sucesivas, y a partir del 16 de Agosto dialogamos juntos, referentes católicos, islámicos y pastores evangélicos de la zona, participantes de la propuesta. Ellos son los Padres Graciano Zanin y Aníbal Bonavita de la Parroquia Nuestra Señora de Luján, el Presbítero Licenciado Vicente De Luca, el Sheij Abdul Raouf Felpete y Ahmad Isa Martínez de la Orden Sufí Naqshbandi Rabbani, el Pastor  Benjamín Meister de la Iglesia Evangelista Pentecostal el Faro, y representantes de la sede El Bolsón de la Fundación Pensar. 



Es nuestro propósito hacer un llamado a todos los creyentes y agnósticos, ciudadanos de El Bolsón y sus parajes y a los que tienen el servicio de gobernar, afectados y preocupados por el deterioro ambiental creciente, que no es sino una de las caras visibles y dramáticas de la pobreza y desigualdad extremas en El Bolsón y el conjunto de la Comarca Andina del Paralelo 42. El Bolsón es tan solo un espejo en el que se reflejan otras muchas situaciones semejantes en la Patagonia y el resto de nuestro país, en el que coexisten las posibilidades y realizaciones materiales para una mayor calidad de vida, junto con la miseria. Pero en ese espejo imaginario que mencionamos, tan o más letales que las malas condiciones de vida se reflejan también aquellas conductas que en parte inducidas, alejadas de Dios para los creyentes, o sin un marco ético o filosófico para los agnósticos, ponen en duda el futuro sobre todo para los más jóvenes.
Nuestro llamado pretende iniciar, en aquellos que acuerden con él un compromiso a realizar acciones que demuestren  que no se trata tan solo de palabras o buenas intenciones.




El Corán es anterior a la devastación contemporánea, sin embargo en él hay claves de un modo de vida que puede ser calificado como ecológico, al cual nos referimos como "modo de vida halal" o saludable.  (Se diferencia lo halal de lo haram, lo halal como lo bueno y permitido, lo haram como lo aborrecible y malo).
Miréis donde miréis, allí está la Faz de Allah
Todo pertenece a Allah, el ser humano no puede disponer de las cosas a su capricho.  El hombre es presentado en el Corán como califa de la creación, califa significa sucesor, alguien con una responsabilidad. Cada criatura es responsable ante Allah y ante las demás criaturas de sus actos. El califato del ser humano sobre la tierra le conmina a actuar como guardián y delegado de Allah a la hora de proceder en relación a la tierra, el universo y las otras criaturas.
El Corán dice que Allah ofreció su ámana(1) a los cielos, a la tierra y a las montañas: pero rehusaron esta carga, pero el ser humano lo aceptó -pues, en verdad, ha sido siempre propenso a ser sumamente malvado, sumamente necio (Corán 33: 72).
(1) La ámana es algo que Allah ha confiado al ser humano. No se trata necesariamente de algo concreto, sino que este hecho de ser depositarios de la confianza de Allah nos constituye en tanto seres humanos: los humanos son, precisamente, los que han aceptado la ámana, la responsabilidad hacia Allah en sus semejantes. Por ello, el ser humano tiene el rango de aminul-lâh ‘ala l-ard, la persona de confianza de Allah sobre la tierra.
El musulmán tiene el compromiso con Allah, de actuar de forma ecuánime y justa con la Naturaleza, comportándose con ella, de manera compasiva y misericordiosa, tratando de retornar al estado original.
La solución coránica al problema del medioambiente es, en una palabra, holística e integral. Vivir una vida verdaderamente islámica implica evitar los males de la extravagancia y la locura del materialismo, buscar la armonía con lo que nos rodea y tener compasión por las demás criaturas.

Los participantes del diálogo coincidimos de forma unánime en que los temas prioritarios  a resolver son:

La protección de los bosques, prevención de incendios forestales,  deforestación ilegal y la quema de residuos forestales

“Cuando un musulmán siembra o hace crecer un pequeño árbol o planta, y un ser humano, un animal o algo más se alimenta de eso, se registra para él como un acto de benevolencia” (Reportado por Al Bujari).
También, el Profeta Muhammad fue el primero en establecer las reservaciones medioambientales, donde no se podía cortar árboles ni matar animales. Él protegió la ciudad entera de Medinah, donde ningún árbol puede ser arrancado y nada más grande de lo que se usa para alimentar a un camello puede ser cortado. Él dijo: “Esto es sagrado, y ninguno de sus árboles pueden ser cortados, excepto para que un hombre alimente a su camello” (Reportado por Al Bujari).

El cuidado del agua en relación a su uso cotidiano, en actividades extractivas, residencial y el turismo.

La prohibición de contaminar las fuentes de agua, los caminos y otras áreas del medio ambiente, son algunas de las directrices islámicas que ayudan a proteger la salud del medio ambiente y liberarlo de la contaminación.
El Islam hace de la protección del medio ambiente y la censura de su contaminación un deber de todo ciudadano en una sociedad justa.

Cabe en ambas problemáticas la aplicación de los conceptos del punto 177 de Laudato Si: “Ante la posibilidad de una utilización irresponsable de las capacidades humanas, son funciones impostergables de cada Estado planificar, coordinar, vigilar y sancionar dentro de su propio territorio.
Los límites que debe imponer una sociedad sana, madura y soberana se asocian con: previsión y precaución, regulaciones adecuadas, vigilancia de la aplicación de las normas, control de la corrupción, acciones de control operativo sobre los efectos emergentes no deseados de los procesos productivos, e intervención oportuna ante riesgos inciertos o potenciales. Hay una creciente jurisprudencia orientada a disminuir los efectos contaminantes de los emprendimientos empresariales.”

De hecho  muchas de las Sunnas (las sunnas son hábitos y tradiciones que vienen del Santo Profeta Muhammad (sws)), enseñan por medio de costumbres simples, como ser, por ejemplo, es sunna terminar todo lo que se sirve en un plato y es sunna terminarse los alimentos que no pueden consumirse más tarde, algo básico y pequeño que promueve el no derroche, el respeto por la provisión, el no preparar más de lo que necesitamos, etc.

Las adicciones sociales en la juventud al alcohol y substancias psicotrópicas.

“Muchos tienen delante un futuro lleno de innumerables posibilidades, muchos otros parecen desorientados y sin sentido, prisioneros en un laberinto de violencia, de abuso y desesperación. Sus problemas son nuestros problemas. No nos es posible eludirlos. Hay que afrontarlos juntos, hablar y buscar soluciones más allá del simple tratamiento nominal de las cuestiones.” (cf. Discurso del Papa Francisco en el Congreso de los Estados Unidos)

Ésta desquiciada forma de vida, cuyos seductores placeres y comodidades disimulan su locura y su completa falta de sostenibilidad, no fue desarrollada por los musulmanes.
La Educación medioambiental

Aplicación de la Ley  3247 sancionada por la Legislatura de la Provincia de Río Negro en cuyo Art. 1° propone “la educación ambiental según lo establecido en la ley federal de Educación Nro. 24195 en los Arts. 5, Inciso “M y Sexto” y la Ley Orgánica de Educación Nro. 22444 en los Arts. II “inciso G, y III “inciso F”, desde la educación inicial hasta la educación cuaternaria y otras ofertas educativas correspondientes a regímenes especiales en todo el territorio de la Provincia de Río Negro, con el fin de formar hombres y mujeres responsables, protagonistas críticos, creadores transformadores de la sociedad y defensores del medio ambiente, para favorecer el desarrollo social, cultural, científico, tecnológico y el crecimiento económico dentro de un modelo de desarrollo sustentable”.

Nuestro Maestro Mawlana Sheij Nazim Al-Haqqani dijo:
“Todas las cosas son creadas para enseñar al hombre. Le enseñan, ‘Mira, todo alrededor de ti esta en equilibrio. Tú debes mantener este balance. Es el equilibrio de la vida: el balance de la vida física y de la vida espiritual. Dos balanzas. Mientras una esté llena y la otra vacía, mientras haya más en una que en la otra, no estarás en paz. Mientras que tu cuerpo espiritual sea infeliz, no cargará con el peso del cuerpo. En cuanto estés en equilibrio, el Cielo y la Tierra serán tus vecinos.”
“In sha Allah la humanidad se salvará del peligro de la estúpida tecnología. Esta aparta al ser humano de la naturaleza, y esto es peligroso. Cuando dejáis la tecnología y volvéis a la naturaleza, la encontráis como una madre, porque tiene maternidad, mientras que la tecnología enferma la gente, la deprime y la hace sufrir tontamente miserias y crisis (…)
Porque destruye la vida de la humanidad sobre la tierra. Destruye la naturaleza, lo que significa destruir vuestra madre.”
En definitiva, el Corán nos ofrece una visión holística de la naturaleza, en la cual todo permanece enlazado por su origen en Allah. Un concepto de la naturaleza como un espacio sagrado que los humanos deben explorar y con el cual el ser humano se haya en armonía. Una naturaleza que constituye un regalo de Allah, que los humanos pueden usar en la justa medida, pero que tienen la obligación de preservar.

La reducción en el uso de combustibles fósiles

“Sabemos que la tecnología basada en combustibles fósiles, muy contaminante –sobre todo el carbón, pero aun el petróleo y en menor medida, el gas– necesita ser reemplazada progresivamente y sin demora. Mientras no haya un amplio desarrollo de energías renovables, que debería estar ya en marcha, es legítimo optar por lo menos malo o acudir a soluciones transitorias.
Sin embargo, en la comunidad internacional no se logran acuerdos suficientes sobre la responsabilidad de quienes deben soportar los costos de la transición energética.” (cf. Laudato si 165)

El modelo económico

Una economía moderna pero especialmente solidaria y sustentable, donde el uso justo de los recursos naturales, la aplicación de soluciones tecnológicas y la guía del espíritu creador constituyan la creación y distribución de la riqueza.
Visto que el sostenimiento y desarrollo del Área Rural de  El Bolsón asume un carácter central para la Agenda Territorial (Agenda Territorial El Bolsón/Doc. Trabajo/Cuadernillo de Proyecto/Abril 2013), consideramos la apropiación del título: “Las economías de escala, especialmente en el sector agrícola, terminan forzando a los pequeños agricultores a vender sus tierras o a abandonar sus cultivos tradicionales. Los intentos de algunos de ellos por avanzar en otras formas de producción más diversificadas terminan siendo inútiles por la dificultad de conectarse con los mercados regionales y globales o porque la infraestructura de venta y de transporte está al servicio de las grandes empresas. Las autoridades tienen el derecho y la responsabilidad de tomar medidas de claro y firme apoyo a los pequeños productores y a la variedad productiva.
Para que haya una libertad económica de la que todos efectivamente se beneficien, a veces puede ser necesario poner límites a quienes tienen mayores recursos y poder financiero. Una libertad económica sólo declamada, pero donde las condiciones reales impiden que muchos puedan acceder realmente a ella, y donde se deteriora el acceso al trabajo, se convierte en un discurso contradictorio que deshonra a la política. “(cf. Laudato Si 129)

Es por lo antedicho que dentro de la cosmovisión islámica, la Naturaleza no puede ser tratada como hasta ahora se ha estado haciendo. Como una simple generadora de recursos materiales para continuar produciendo elementos cuyo único parámetro de valoración es el económico. Debemos acabar definitivamente con esta destructora visión mecanicista del universo. Y recuperar el concepto de lo creado, como algo integral e integrado, en el cual el propio ser humano se encuentra inserto, como un elemento más de esta Unidad dentro de la diversidad.

Los contenidos de esta Carta de El Bolsón son el resultado de una visión común sobre el punto 139 de Laudato Si: “Cuando se habla de “medio ambiente”, se indica particularmente una relación, la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita. Esto nos impide entender a la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida. Es fundamental buscar soluciones integrales que consideren las interacciones de los sistemas naturales  con los sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza. 

Requerimos que las acciones públicas y privadas se ajusten a los preceptos de la Ley General de Ambiente N° 25675, ley de rango constitucional, que establece los presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo sustentable revalorando el principio de sustentabilidad enunciado en su artículo 4° que dice: ” El desarrollo económico y social y el aprovechamiento de los recursos naturales deberán realizarse a través de una gestión apropiada del ambiente, de manera tal, que no comprometa las posibilidades de las generaciones presentes y futuras.

Así mismo hacemos propios los conceptos expuestos en el Punto 5 del Anexo a la Resolución 314/2015 del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA): “Coincidir con Francisco en referencia a que el cambio climático constituye el problema ambiental más importante por sus implicancias políticas, sociales y económicas globales. En referencia a la mitigación, desde distintas provincias hemos realizado obras destinadas para la generación de energías renovables; molinos para la generación de energía eólica, parques fotovoltaicos y aprovechamiento del metano que se genera como consecuencia de la descomposición anaeróbica de los residuos son ejemplos en ese sentido, entre otros sistemas. Está claro que nos falta pero que también existe una decisión política para avanzar en este sentido.
También concordamos en referencia a que los efectos generados por el cambio climático fundamentalmente afectan a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad por ello los gobiernos de las provincias han realizado obras de infraestructura destinadas a este fin, desagües cloacales, pluviales, obras hidráulicas, etc. Nuestro compromiso es que estas obras de infraestructura se sigan multiplicando. Finalmente como indicara San Francisco de Asís no hablamos de ciencia y técnica sino de una relación distinta con la Naturaleza.
Hemos avanzado mucho pero nos lo indica claramente nuestro Papa “para el cuidado de la casa común es mucho el esfuerzo que debemos realizar todavía”. 

Y a manera de reflexión nos preguntamos ¿Qué mundo le estamos dejando a nuestros hijos y nietos? Entendemos que Dios creó los cielos y la Tierra, debido a esto, él es el dueño (Gen 1:1). Puso al hombre allí para que la cultive y cuide; nuestra tarea es proteger la creación (Gen 2:5).
Si no respetamos las leyes y normas de protección de la Tierra, las consecuencias serán terribles para nosotros y para los que vendrán. Cuidar la tierra es una extensión de amar al prójimo y pensar en los demás.

Dice Dios, “…si se humillan y confiesan su pecado los perdonaré y sanaré su Tierra…” (2 Cr 7:14).

El hombre contaminado, contamina. Sanando al hombre, el mundo sanará. Para que tengamos un mundo mejor, necesitamos información y motivación. ¡Necesitamos comenzar, Ya!











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