El médico, en su exposición, aseguró que cuando llegó al laboratorio estaba el imputado Juan Carlos Aguirre, quien le dijo que los agresores “habían entrado por un patio interno”.
Describió que el cuerpo de la bioquímica Ana Zerdán tenía dos ataduras, dos cables en el cuello “como si fuese estrangulada”. Tenía el cierre del pantalón abierto y le llamó la atención que el pantalón y la bombacha estaban sobre el pullover de la víctima. “Da la impresión de que ella estaba orinando, alguien entra sorpresivamente en el baño y ella se levanta la ropa rápidamente”.
El médico describió que había un diente atrás del inodoro y la cabeza de la víctima estaba tapada con un saco. “Suponíamos que había sido golpeada por un tubo de oxigeno. Tenía un cable en la primer atadura y un delantal en la segunda”. También dijo que la golpearon con la tapa de la mochila de agua del inodoro.
Schoua indicó que el golpe que le produjo la muerte - estimó que fue con un tubo de oxígeno - le provocó una destrucción masiva de todos los huesos del cráneo. Concluyó que el autor del hecho pudo haber sido una sola persona (aunque aclaró que también pudieron haber sido varias personas).
“Probablemente la víctima pudo haber estado inmovilizada, no muerta, inconsciente o semiconsciente, amordazada y así fue estrangulada aunque no murió. Se repitió el proceso de mejorar el atado, volver a atarla y a estrangularla, ya no tan violento sino a sangre fría. Como no se murió le tapó la cabeza con el saco y recibió el golpe con el tubo de oxígeno. Fue un acto organizado, no con intenciones de matarla al inicio cuando entró porque no tenía armas. La mata con lo que había ahí. Hubo dos intentos de estrangulación y después la terminó de matar con el tubo. La tapa para no mirarla o para que no ensucie la sangre. Probablemente el agresor haya sido masculino. No es común que una femenino pegue una trompada de esa magnitud (en referencia a otra lesión que se advirtió en la autopsia)”, indicó el médico policial.
Cuando le consultaron por la actitud del imputado Aguirre el médico contestó que “estaba tranquilo”.
El debate por el homicidio de la bioquímica Ana Zerdán comenzó el lunes ante la Cámara Segunda en lo Criminal de Cipolletti con una integración de jueces subrogantes.
El tribunal está siendo presidido por el camarista Julio Sueldo y es integrado con los vocales Santiago Márquez Gauna y Florencia Caruso.
El defensor público Juan Pablo Piombo asiste a los acusados Juan Carlos Aguirre (entonces pareja de la bioquímica) y a su hijo Juan Manuel Aguirre Taboada. El fiscal es Marcelo Gómez.
Los dos procesados fueron sometidos a juicio en 2008 ante la Cámara Segunda en lo Criminal de Cipolletti. En aquel momento resultaron absueltos.
En casación, el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro anuló la sentencia absolutoria pero convalidó la prueba producida en ese debate y ordenó la realización de un nuevo juicio. El debate de 2008 fue grabado y los soportes digitales quedaron incorporados en la causa.
El juicio se desarrollará durante toda la semana, en principio con la reproducción de las grabaciones. Las partes tendrán la posibilidad de solicitarle al tribunal la presencia de algunos testigos para que amplíen las dudas que vayan surgiendo.
Ana Zerdán fue asesinada en su laboratorio de Cipolletti el 17 de septiembre de 1999. Fue atacada en el baño y recibió un golpe mortal en la cabeza.
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