Los inspectores bromatológicos de nueve municipios del Alto Valle saldrán a fiscalizar los alimentos, más allá de las multas, con las herramientas necesarias para informar a los productores locales sobre cómo cumplir con todo lo que se pide. Se debe a que este lunes certificaron -en total son 35 personas- el curso de auditores bromatológicos municipales con orientación en agricultura familiar que se dictó en el Centro de Formación Profesional Agropecuaria Nº 1 (CFPA) de Plottier.
Los municipios que participaron fueron Plottier, Senillosa, El Chocón, Centenario, San Patricio del Chañar, Añelo, Neuquén capital, General Fernández Oro y Cinco Saltos.
Darío Fernández, director de la Estación Experimental Agropecuaria Alto Valle del INTA destacó lo “interesante” de este trabajo que “capacitó a los inspectores de bromatología para darles un perfil de auditores y acompañamiento a la agricultura familiar”.
“Si bien ellos tienen como principal objetivo garantizar la inocuidad de los alimentos, actualmente hay muchos trabajo hecho por productores locales que se venden al público y no había mucha experiencia y en ese segmento en particular”, explicó el ingeniero quien además ejemplificó que se trata de bolsones de frutas y verduras, dulces, conservas.
Esta capacitación, que duró seis meses, también contó con el apoyo del INTI, el INTA, Bromatología de la Provincia del Neuquén, SENASA, Facultad de Ciencias de los Alimentos de la UNCo, el RENAPRA y la Subsecretaría de Producción de la Provincia del Neuquén.
A partir de esta capacitación, los auditores cuentan con la información para ayudar al productor a que cumplimente los requerimientos para estar en regla y no solo para hacerle una multa.
“Hay que hacer un trabajo más de acompañamiento para ayudar a que logre cumplir con las normativas vigentes. Tratar de transformar al inspector en auditor, que pueda explicar las normas y los procesos”, explicó Fernández.
Daniel Cortés, coordinador del Centro de Formación Profesional Agropecuario N°1, remarcó la importancia de haber trabajado de una manera mancomunada con los distintos municipios, y organismos ya que permitió brindar una capacitación de “calidad” y dar respuesta a la comunidad para garantizarle un buen producto.
"Es importante esta capacitación para aunar criterios provinciales en los manejos de alimentos. Nosotros desde nuestra municipalidad somos bastante innovadores, ya que llevamos adelante la autorización de la cocina domiciliaria, teniendo siempre en cuenta la manipulación de los alimentos", afirmó el intendente de Plottier, Andrés Peressini, quien además destacó que en la localidad hay por lo menos 200 pequeños productores que comercializan sus productos en las ferias municipales.
En tanto, el intendente de Fernández Oro, Mariano Lavín, explicó que su localidad viene en constante crecimiento por lo que destacó el “acompañamiento a las producciones locales”.
“Es importante para nosotros ir acompañando las producciones, no solo pensar en el inspector, en el control punitivo, sino también esto nos permite que se forme en el acompañamiento técnico profesional para lograr que se llegue a cumplir todos los requerimientos”, afirmó.
La experiencia se va para Buenos Aires
La experiencia que se realizó en el Centro de Formación Agropecuario N° 1 de Plottier, por la que se capacitó a inspectores bromatológicos de varios municipios del Alto Valle, se expondrá esta semana en la reunión anual de la Red Nacional de Protección de Alimentos (RENAPRA) está conformada por trabajadores de organismos oficiales relacionados con el control de alimentos de los tres niveles de gobierno de Argentina: nacional, provincial y municipal.
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