Jorge Sánchez: “Nos faltó tiempo para terminar de definir un canto patagónico por excelencia”

Trío Taiel. Embajadores de la cultura lugareña por los escenarios del país

En el Día Internacional del Folklore, el integrante de Taiel recordó el movimiento cultural surgido en la década de 1980, aunque afirmó que “las raíces quedaron y están disponibles para aquellos que quieran tomar la posta”.

Acerca de su vínculo con el folklore argentino, Jorge Sánchez aseveró que “como tantos otros de la misma generación, soy producto de aquella explosión que hubo en la década del ’60. Ya siendo un estudiante secundario, tuve acceso a la música popular a través de la radio, que difundía mayoritariamente el cancionero de grandes grupos como Los Chalchaleros, Los Fronterizos o Los Cantores del Alba, quienes ya estaban instalados en Buenos Aires después de su éxodo provinciano”. 
“En realidad –agregó-, venían intercalados con el tango, pero por aquella época el folklore hizo la diferencia y lo relegó un poco de los grandes medios”.

En coincidencia, por la zona “todos teníamos acceso a algún instrumento, principalmente la guitarra, ligado a la entrada a los ambientes donde se cantaba y bailaba nuestra música nativa. En El Bolsón, el centro por excelencia era la peña de la Sociedad  Española, con un grupo encabezado por Violeta del Agua”. De igual modo, valoró “la llegada a nuestra pequeña aldea de los maestros y gendarmes ñorteños, donde el folklore tenía mayor raigambre. Ello hizo que tuviésemos la posibilidad de poder cantar, aprender y escuchar a esa gente”. 

Pronto aparecieron los conjuntos locales: “En nuestro caso, formamos ‘Los Huincas’. Éramos vecinos, pero fuimos antagónicos del trío ‘Los Araucanos’ (se ríe). Aquella formación estaba integrada con Juanico Cuevas; Ángel, su hermano, que algún momento nos ayudó con el bajo; Cacho Calandriello y Alcides Hermosilla, con quien aún nos seguimos juntando a guitarrear y a cantar como emergentes del Coro de Jubilados de El Bolsón.  Incluso llegamos a Choele Choel a participar en los selectivos para Cosquín”.

Sobre “aquellos viejos lobos del canto”, evocó que “son todos apellidos inolvidables, artistas que nos marcaron para siempre. Si bien nuestros pasos han pasado por otros géneros musicales, siempre estamos volviendo al folklore”.

Agregó que “la década de 1980 nos dio la oportunidad de reunirnos con Pascual Sáez y César Salinas –y más tarde con Sergio Vicente y Carlos Ortiz (cuando fuimos cuarteto)-, para formar Taiel. Fue un momento en que rebrotó la búsqueda de la canción patagónica. No quiero hablar de identidad porque nunca se terminó de definir un sello para el folklore regional, que aún hoy se nota como una permanente intención”.

Entre los precursores del movimiento, destacó “al neuquino Marcelo Berbel y al santacruceño Hugo Giménez Agüero, quien también dejó su marca. En el caso de Taiel, intentamos transferir la obra de esos autores a otros escenarios”.


Hugo Gimenez Agüero desfilando por las calles de El Bolsón

Definiciones

Tras reconocer que la diferencia con las provincias del norte “son varios siglos de historia”, Jorge Sánchez valoró también la trayectoria de Abelardo Epuyén González, Pedro Santa Cruz y Pancho Quilodrán, entre otros, al tiempo que señaló como “compleja la definición de un folklore patagónico. Implica el conocimiento profundo de los pueblos, sus propias creencias y expresiones, que requiere de varias generaciones en la práctica de esas tradiciones”.

Según explicó, “por aquella década del ’80, estábamos en la etapa de generar una nueva corriente y cantar a nuestra gente, sus vivencias, historias, paisajes y oficios”.

“Por citar algún ejemplo de mayor preponderancia y presencia, el folklore salteño fue una transferencia de saberes, con muchos años de bagualas, vidalas o zambas, con tantos creadores como Eduardo Falú, Jaime Dávalos y otros poetas. Nacieron como ideas o experimentos, que luego se plasmaron y se consolidaron. Lo mismo pasó con el tango o con el chamamé”, remarcó.

Desde su óptica, “con el canto patagónico no se llegó a ese punto: faltó tiempo y, en su momento, se agotó el relevo, la herencia y la transferencia desde los más viejos a los más jóvenes. Se produjo un agotamiento de esa generación de artistas, quizás por las distancias, la falta de escenario o la falta de espacios en los medios. No obstante, las raíces quedaron y están disponibles para aquellos que quieran tomar la posta”.

En tal sentido, destacó que festivales como “El Patagonazo” siguen “mostrando a la región y a los nuevos valores que van surgiendo. Hay mucha capacidad creativa, compromiso y potencial, tenemos muchas esperanzas de volver a surgir”, aseguró.

Archivo histórico

En su página, el Archivo Histórico y Cultural de El Bolsón resaltó que “entendemos el folklore como una expresión cultural que abarca las tradiciones, creencias, expresiones, leyendas y costumbres populares que son comunes de una cultura o grupo social. Éstas se manifiestan mediante aspectos tales como su música, bailes, celebraciones y muestras artesanales, formando parte del patrimonio material e inmaterial de los pueblos”.

En tal sentido, “quisimos resaltar desde la música a distintos grupos pioneros en el canto popular y patagónico que tuvieron sus inicios allá por la década del ‘60 y como centro aglutinante y difusor a la peña Martín Fierro”.

En detalle, “surge la primera agrupación folklórica llamada ‘Conjunto Amancay’ conformado por: Héctor Rivero (bombista), Esteban Ezquerra (1º voz), Tito Della Chá (2º voz), Alberto Forquera (3º voz), Chito Romero (tenor), Tito Omad (Director) y Rolando Chebeir (presentador), pioneros del canto popular en El Bolsón junto a otros exponentes”.

Asimismo, se recordó a Maruca Oliver de Daniel como presidente de la Asociación Española, a quien “Della Chá le propone organizar allí una peña, que nace al poco tiempo con el nombre de ‘Martín Fierro’, convirtiéndose en el evento cultural que exteriorizó la necesidad y capacidad de promover lazos de unión entre los vecinos”.


Las Voces del Antigal, presentados por Carlos Tornero

“También fue importante por el semillero que iba formando con nombres como Daniel Tornero y su hermana que bailaban, los hijos de Violeta del Agua, Oscar Inalef que tenía 14 años y era compositor, Luisito Fabricio que llegó después entre otros. La peña había trascendido el ámbito regional, en ese tiempo conformada por Jacobacci, Esquel, Bariloche y Ñorquincó, por su calidad y excelencia artística”, aseguran. En coincidencia, “para ese tiempo, llega con apenas 18 años un riojano y se armó el trío ‘Las Voces del Antigal’, conformado por Alberto Forquera, Milton Della Chá y Carlos Gregori”.
Dicha peña “participa en el segundo pre Cosquin con fondos propios. Con gran asombro, el presidente de la peña de Bariloche se deleitó con un conjunto de cuatro voces femeninas, todas muy jovencitas de no más de 16 años, conocidas como ‘Las Sucumbreñas’, integrado por Pato Cabral, Beatriz Mayorga, Mari Gerometta y Pelusa Gandolfo”.

“Día a día –evocaron-, la peña Martín Fierro se nutría de nuevos vecinos amantes de la música folklórica. Así aparecieron conjuntos como el de los hermanos Calderero, Chatruc con Campos armando otro conjunto, Víctor Criado que venía de El Pantanoso, don Pancho Quilodrán, Mesa, Ari Gal que venía del Mallín, Pedro Santa Cruz, el doctor Fattorini que cantaba y tocaba la guitarra muy bien, estilo Falú”.

Por otra parte, “alguien para destacar por la calidad de sus recitados era don Américo Cárdenas, quien salía al escenario con el pañuelo en la mano porque le brotaban las lágrimas con sus versos, al igual que al público”.

La peña “fue en su tiempo un baluarte de las tradiciones populares, es así que organizaban eventos mostrando aquellas manifestaciones folklórica de nuestra tierra, como la vez que se reconoció a la gente de Mallín Ahogado que traía sus catangos para el desfile, el reconocimiento realizado a doña María Antonia Liviu como madre prolífica, ejemplo para el trabajo de la tierra también”.

“El tiempo fue pasando y sobresalieron también las juntadas de cantores y bailarines que se realizaban en el patio de la reconocida Violeta del Agua, los eventos organizados por el Centro Tradicionalista ‘El Poncho’, las visitas de Hugo Giménez Agüero, los Hermanos Berbel, entre otros reconocidos artistas, más los encuentros de música patagónica con la presencia del grupo Taiel, compuesto por Jorge Sánchez, César Salinas y Sergio Vicente”.

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