De Fito Páez y Lali a Bizarrap a Nathy Peluso, todos los invitados a la exclusiva fiesta en Ibiza del diseñador Marcelo Burlón




Como se viene dando desde hace un tiempo la casa del diseñador y DJ Bolsonero en Ibiza, Marcelo Burlon; es el punto de reunión elegido por celebridades internacionales en esta ocasión hubo encuentros “emotivos” y charlas sobre rock argentino.

Ciento treinta personas, la mayoría argentinas, disfrutaron anoche de un exclusivo recital de una hora y media de Fito Páez en Ibiza. “Fue una reunión de amigos; algo mágico, maravilloso”, dice a LA NACION Marcelo Burlon, diseñador y DJ argentino que fue el anfitrión del encuentro. El rosarino tocó en un piano de cola rodeado de velas instalado en un escenario en medio de un bosque de olivos centenarios y algarrobos.



En la platea hubo muchos invitados especiales: desde la pareja de Páez, Eugenia Kolodziej, a Bizarrap; Nathy Peluso -cantó “La Verónica” con el rosarino-, Lali Espósito, Nicolás Furtado, Pocho Lavezzi, Rossy de Palma, la escultora Luna Paiva y el cantante italiano Achille Lauro.

Los invitados disfrutaron, además, de las pizzas gourmet hechas por un italiano. “Se generó una comunidad hermosa; había magia en el aire -cuenta Burlon a este diario-. Fito arrancó cantando un tema de Charly; cantó todo. Tangos, temas de Serú Girán, más de Charly. Hizo todas sus canciones, como ‘Pétalo de sal’, ‘La rueda mágica’, ‘Tumbas de la gloria’”.

Burlon se fue a los 13 años de la Argentina, en 1990. Su familia se instaló en Italia, donde se quedaron un tiempo. Después regresaron, pero él ya se quedó, aunque cada año pasa cuatro meses en la Patagonia. Su vida se divide entre Milán, Ibiza y El Bolsón, donde en abril de este año se casó con su pareja, un serbio al que define como su “gran amor”.


Como DJ se hizo conocido en el mundo de los eventos poniendo música y montando shows; sus fiestas Pink is Punk se hicieron muy famosas; trabajó como relacionista público y fotógrafo siempre con la idea de “romper leyes”. En 2012, creó County of Milan y lanzó unas remeras que se viralizaron y se vendieron en tiempo récord, gracias a que estrellas como Cristiano Ronaldo, LeBron James o Lewis Hamilton se fotografiaron luciéndolas, lo que las convirtió en objetos de culto para determinados segmentos de consumidores.

Describe que su vínculo con Páez -que derivó en el recital de anoche- arrancó en diciembre pasado, cuando el rosarino fue a Barcelona para su show de los 30 años de El amor después del amor: “Fuimos con todo mi equipo, conocí a su pareja y quedamos en contacto. Me llamaron porque buscaban una casa en Ibiza y ahí le pregunté si tenía ganas de tocar un día en casa”.

“Crecí con Fito; en este tiempo le pude decir lo que me ayudó por seguir enganchado con la Argentina -describe-. Era chico cuando nos fuimos a Italia y escuchaba sus canciones tratando de entender qué decía. Hacía mis propios viajes con él; hasta me ayudó a entender mi sexualidad”.

Uno de los primeros encuentros en Ibiza fue de ocho amigos -siete argentinos y el esposo de Burlon- que compartieron un asado. Allí Páez se puso a tocar el piano de la casa y así empezaron a organizar el recital para el lunes 21.
“Anoche sentía que lo conocía de toda la vida, cuando en realidad yo conocía su arte, su obra. Conectamos muy profundamente”, comenta Burlon; añade que en algunos encuentros hablaron “mucho” de la obra de Charly García, de Spinetta, “de la historia del rock”. Hasta compartieron una salida a navegar en “Atahualpa”, el barco del diseñador y DJ.

Anoche hubo “encuentros muy lindos, emotivos” como el de Páez con Bizarrap. “Sos un actorazo” le dijo el rosarino a Furtado, el actor que encarnó a “Diosito” en la serie El marginal. “Todo fue muy mágico”, insiste el anfitrión, quien detalla que él compartió un rato de música con el DJ y productor musical Pascal Moscheni: “Pusimos algo de Mercedes Sosa y un poco de electrónica de Charly; Fito quería compartir con Bizarrap pero se había olvidado el USB”.

“Fue todo muy natural, muy humano, nadie en estrella, nadie en celebrity”, define Burlon, para quien los shows de este verano terminaron con la “movida grosa de tenerlo a Fito en casa”. En las próximas semanas se dedicará a su marido y a sus perros. En diciembre llegará, como todos los años, a El Bolsón, donde a la cervecería artesanal que tiene con su hermano sumará tres canchas de paddle.



“La moda, el diseño sigue en Milán pero estoy instalado en Ibiza; trabajo en remoto, voy cada semana. En la Patagonia priorizo la naturaleza, la música. No quiero mezclar eso con la moda”, sintetiza. “El mundo de la moda nunca me aceptó completamente -dijo a este diario hace dos años-. Venía de la noche, me formé con una modalidad de comunicar más abierta, mis fiestas no eran para unos sí y otros no. Quería que estuvieran todos. Esa es la clave de mi éxito y pude demostrar que el multitasking existe”.

Fuente La Nación y Marcelo Burlón. 

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