La lancha “Juana de Arco” ya forma parte del patrimonio histórico de todos los chubutenses




Javier Correa (70) se emociona cuando recuerda que sus hijos y sus nietos “se criaron arriba de la Juana de Arco”, la embarcación que durante 40 años fue el emblema del Parque Nacional Lago Puelo.
Durante décadas, la nave transportó a los turistas que llegaban a conocer este rincón privilegiado de la Comarca Andina, además de los estudiantes, docentes y pobladores del paraje El Turbio y hasta los vecinos radicados en Segundo Corral y Llanada Grande (Chile), que venían hasta Lago Puelo para aprovisionarse.

Meses atrás, el Concejo Deliberante local la declaró como patrimonio histórico, turístico y social por los servicios que ha prestado; mientras que la semana pasada hizo lo propio la Legislatura del Chubut –por iniciativa de la diputada Zulema Andén-, promoviendo además “su conservación y puesta en valor”.

Con un peso total de 20 toneladas y con capacidad para 36 pasajeros, la nave “Juana de Arco” está cumpliendo un siglo de existencia, ya que fue construida en un astillero de Bremen (Alemania), en 1923. Luego, en 1959 llegó al Parque Nacional Nahuel Huapi y en 1985 vino a surcar las aguas del lago Puelo. Estuvo allí hasta 2019, cuando por decisión de la administración de Parques Nacionales no se renovó la concesión. Desde entonces, permanece guardada a la espera de su destino final.





Su propietario y capitán remarcó que “hay que darle un lugar definitivo, quizás en un lote o en una plaza municipal para poder exhibirla y que pueda ser visitada. Es una embarcación que ha prestado muchos y buenos servicios de todo tipo, tanto turísticos como a pobladores, escuelas, incendios forestales y hasta en la caída de cenizas del volcán Chaitén”.




Insistió enseguida con que “no perdamos este pedazo de nuestra historia y de nuestro patrimonio cultural, porque también forma parte de lo que somos como pueblo cordillerano” (hay una calle en Bariloche que lleva su nombre y el 3 de mayo pasado –aniversario de la ciudad- , se hizo un emotivo homenaje en su recuerdo).



Más allá de las restricciones impuestas por Parque Nacionales, Javier Correa precisó que “podría estar navegando perfectamente. De hecho, muchas veces la ponemos en marcha aquí mismo, solo falta poner todo en condiciones para que satisfaga las normas de seguridad. En otros países, todavía navegan barcos a vapor, cien años para un barco no es mucho”.

La Juana colaborando durante los incendios forestales 


Recalcó que “me interesa que la Juana de Arco no desaparezca, que no se pierda. Incluso existió la posibilidad de venderla, pero no quise que se fuera de nuestra región porque tiene pertenencia con nuestra familia y fue parte de la crianza de mis hijos y nietos”.



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