Carlos Soria: El manoseo mediático detrás de una muerte

Un gobernador, un disparo, una muerte.
      
      
      
Un disparo terminó con la vida de Carlos Soria. Sucedió en la primera madrugada del año 2012, cuando el gobernador, quien al momento del hecho se encontraba en una habitación con su esposa, recibió un disparo en el rostro, precisamente en el pómulo izquierdo. La hipótesis inicial y oficial calificó el episodio como “accidente domestico”. Rápidamente, la noticia llegó a estado público. El 1 de enero los titulares de los medios anunciaban con cierto misterio la aparición sin vida de un gobernador en una habitación, con su esposa y un arma de fuego.


LA ÚLTIMA DECISIÓN POLÍTICA

Días previos, precisamente el jueves 29 de diciembre de 2011 -esto responde a una crónica subjetiva de la presencia Soria en los medios, nada indica que estos hechos tuvieran relación con su muerte-, el nombre de Carlos Soria como gobernador de Río Negro apareció en los medios nacionales por aprobar una ley que perjudicaba –despedía- a miles de empleados de la administración pública de su provincia. Esta ley de emergencia se aprobó en la legislatura, a pesar de la resistencia que oponían los sectores gremiales, quienes rodearon el edificio público en manifiesto reclamo.

El diario Clarín publicó el mismo jueves: “Río Negro: aprueban el ajuste y pasan a disponibilidad a 20 mil empleados públicos”, y agregó que “La legislatura de Río Negro aprobó hoy por mayoría el proyecto de ley de emergencia institucional, económica, financiera, administrativa y social que dispone el pase a disponibilidad de todos los empleados estatales. La iniciativa tuvo el aval de los legisladores del FpV y fue rechazada por los bloques de la oposición (Concertación, ARI, PPR y Unidos por Río Negro), para quienes esta ley es considerada inconstitucional y arbitraria”. En tanto La Nación, el lunes 2 de enero tituló en un artículo: “Una provincia en emergencia con un plan para expulsar empleados públicos” y agregó que: “Tres días antes de morir, Carlos Soria había logrado que la legislatura de Río Negro aprobara una ley de ‘emergencia institucional, económica, financiera, administrativa y social’ con la que el flamante gobernador planeaba despedir a una porción de los empleados públicos provinciales para hacer frente a la deteriorada situación fiscal en la que está sumida la provincia”. Y a continuación, publicó las declaraciones del propio Soria: “‘Se han puesto en disponibilidad 22 mil empleados públicos’, y ‘un tercio de ellos no va a poder demostrar que trabaja. Son vagos, son ñoquis y son sueldos políticos que han contratado en los últimos dos años para ver de qué manera se podían mantener en el gobierno luego de 30 años de fracasos consecutivos’, declaró Soria el día de la aprobación de la ley”.

En días previos a las elecciones de octubre de 2011, también el nombre de Carlos Soria apareció en los medios nacionales. Ya veremos el motivo.

LA MUERTE

La noticia de la muerte del gobernador inundó los medios nacionales el día primero de enero. Pagina 12 publicó una buena crónica del hecho, titulada: “Un disparo terminó con la vida de Carlos Soria”. En ella explicó, detalladamente, lo que se conocía hasta el momento y las hipótesis que se manejaban. Transcribimos fragmentos de la misma: “Una hora antes del inicio de 2012, Carlos Soria había dado una entrevista a una radio provincial en la que hablaba de sus ganas de afrontar el desafío de gobernar Río Negro en una situación económica complicada, como sucede en otras provincias. No podrá ser. Pocas horas después, exactamente a las 4.47 de la madrugada del nuevo año, Soria falleció luego de recibir un balazo en el rostro mientras se encontraba en su chacra de Paso Córdoba, en las afueras de General Roca. En medio de un gran hermetismo, el comunicado oficial de la gobernación dijo que fue ‘presumiblemente producto de un accidente doméstico’. Al momento del fallecimiento, Soria se encontraba en su habitación con su esposa Susana Freydoz, quien ayer se presentó ante la Justicia, pero no fue imputada”. Luego, en párrafos siguientes, la crónica expresó que, “Soria, de 61 años, había pasado la fiesta con sus hijos y sus nietos. Pero al momento de los hechos estaba solo con su mujer, según informó el vicegobernador. La muerte se produjo por un impacto de bala en el pómulo izquierdo por lo que primero se habló de suicidio, pero la versión rápidamente fue descartada por sus allegados. Los médicos encontraron a Soriasemidesnudo y cubierto de sangre. El gobernador falleció luego de ingresar al hospital de General Roca, donde había sido trasladado en estado desesperante”.

También, agregó que “sin versiones oficiales, una de las hipótesis que se barajaba era que el episodio se desencadenó mientras Soria y su esposa forcejeaban con un revólver calibre 38 en medio de una discusión. Pasadas las 20, el juez emitió un comunicado detallando que el gobernador fue ‘víctima de un solo disparo’ que ‘se habría producido con un arma de fuego propiedad del doctorCarlos Soria, que fue encontrada y secuestrada en la escena del hecho’. También confirmó que el hecho sucedió ‘en el interior de la habitación matrimonial’. Añadió que si bien en la chacra aún permanecían una de las hijas del matrimonio y su novio, ‘ningún elemento probatorio, ni siquiera indiciario, permite sospechar que pudiese haber intervenido en el hecho alguna otra persona’ que no fueran Soria y su mujer”.

Por su parte el mismo día, Clarín publicó un artículo en el que hizo hincapié en lo impreciso que resultaba el episodio. El título fue “Murió el gobernador de Río Negro en un confuso hecho”, acompañó la bajada “Carlos Soria recibió un disparo en la cara en su chacra de las afueras de General Roca. Fue poco antes de las 5.00, tras los festejos por el año nuevo. Estaba acompañado sólo por su esposa, que fue llevada a una dependencia judicial. El vicegobernador habló de un ‘accidente doméstico’. Fue velado en una ‘ceremonia íntima’ y posteriormente inhumado en un cementerio privado”.

NO LO QUISE MATAR”

Los días avanzaron y la esposa del gobernador quedó –por obvias razones- en el ojo de la tormenta. La frase –luego desmentida por los custodios- “no lo quise matar” fue tomando fuerza en los medios periodísticos. Las determinaciones del juez, junto a las novedades en la causa, figuraron en los distintos ejemplares, sobre todo lo relacionado al estado en la causa de Susana Freydoz. Diagonales.com publicó: “La esposa de Soria, a los custodios: ‘No lo quise matar’” y agregó en la bajada que “Susana Freydoz pronunció esas palabras a unos de los custodios de la chacra donde murió el gobernador de Río Negro de un tiro en la cara, según afirmó el juez Víctor Sodero Nievas. ‘No fue un accidente’, ratificó”. Y en párrafos de la nota, el medio publicó que “La mujer se habría pronunciado así cuando los encargados de seguridad de la casa de la pareja en la ciudad de General Roca se acercaron a ver qué había ocurrido en el dormitorio. ‘Para nosotros hoy es homicidio’, subrayó el funcionario judicial sobre el caso de la muerte del mandatario provincial, que hasta el momento se mantiene con secreto de sumario”.

En tanto El Día, en la misma sintonía, publicó un artículo titulado “‘No lo quise matar’, habría dicho la esposa del gobernador Soria”, y agregó que “La Justicia de Río Negro imputó ayer por la muerte del gobernador Carlos Soria a su esposa, Susana Freydoz, que habría admitido ser la autora del disparo que causó el fallecimiento de su marido, en medio de un ataque de ‘emoción violenta’ tras una fuerte discusión”.

Página 12 también publicó sobre la condición de la esposa del gobernador. “La esposa de Soriaquedó imputada por la muerte”, fue el título de un artículo que desarrolló la siguiente información: “La esposa del gobernador Carlos SoriaSusana Freydoz, fue ayer imputada por el juez de InstrucciónJuan Pablo Chirinos por la muerte de su marido. Lo habitual sería que la calificación del homicidio surgiera de la investigación y, principalmente, de las pericias anátomo-patológicas que son las que indicarán a qué distancia se hizo el disparo. Si mediaron más de 50 o 60 centímetros es muy probable que se trate de un homicidio agravado por el vínculo esposa-esposo. Si la distancia resulta menor a los 50 o 60 centímetros, Freydoz podrá alegar que forcejearon y que el arma se disparó sin intención, aunque en el marco de una pelea. Lo asombroso es que ayer se pronunció el presidente de la Corte Suprema de Río Negro, Víctor Sodero Nievas, que no está a cargo del expediente y que, sin embargo, dijo que ‘todo se encamina hacia el homicidio en estado de emoción violenta’, un encuadre que mitiga la pena. Sodero Nievas hasta reveló que los dos custodios que estaban en la casa de Soria la escucharon decir: ‘Maté a mi marido, pero no lo quise matar’”.

Aquí apareció, en detalle, la hipótesis de una pelea previa entre Soria y su esposa, que provocaría la muerte del gobernador. Diagonales.com sumó información al respecto. Tituló: “La viuda de Soriatenía lesiones compatibles con una agresión” y describió que el presidente del Superior Tribunal de Justicia rionegrino, Víctor Sodero Nievas, reveló datos del sumario secreto que tramita el juezJuan Pablo Chirinos: habló de un ‘entorno de violencia intrafamiliar con episodios preexistentes’, de las ‘lesiones propias de una agresión’ que presentaba la esposa del gobernador y de las primeras palabras que habría pronunciado la mujer tras el fatal suceso: ‘No quise matarlo’”.

En tanto, Clarín publicó redundando en estilo propio: “Investigan a la mujer de Soria, pero sigue en libertad”, y explicó que “aunque sigue en libertad, la mujer del gobernador rionegrino, Carlos Soria,es la única persona imputada por el crimen. Así lo informó ayer el juez de General Roca Juan Pablo Chirinos, a cargo de la investigación (…) La única hipótesis que manejan los investigadores es la del homicidio, aunque aún no tienen claro si fue doloso (intencional) o culposo (accidental). El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Río Negro, Víctor Sodero Nievas, declaró ayer que el caso estaba resuelto ‘en un 70 por ciento’ y que la esposa le había dicho a la Policía que no lo había querido matar”.

CONCIENTE O EMOCIÓN VIOLENTA

El jueves 5 de enero Clarín, de acuerdo a los avances en la investigación, publicó: “Para el perito forense, la mujer era consciente cuando mató a Soria”. A continuación reprodujo las declaraciones: “‘A pesar del cansancio la señora se encontraba orientada’ con respecto al tiempo y el espacio, aseguró el doctor Ismael Hamdan en un escrito de cinco páginas que le entregó ayer a la Justicia de Río Negro y al que accedió Clarín. El forense agregó que cuando la examinó, la viuda ‘se presentaba con lucidez de conciencia’. Estas conclusiones asoman como fatales para la estrategia de la defensa, que busca establecer que la mujer actuó ‘en un estado de perturbación mental’, por lo que debería ser declarada inimputable. Luego de leer el informe pericial, una altísima fuente de la investigación interpretó: ‘Loca no estaba; sabía bien lo que hacía. Lo de la inimputabilidad no va a caminar’”.

En tanto, el diario El Día, en un artículo sobre este tema, expuso titulando: “Afirman que la esposa de Soria intentó suicidarse” y agregó la información sobre el estado de Susana Freydoz: “(…) única imputada por la muerte del gobernador de Río Negro, Carlos Soria, trató de suicidarse luego de ver a su esposo tendido sobre la cama y con un disparo en la cabeza, que finalmente le provocó la muerte. ‘Manifestó que quería quitarse la vida’, aseguró Luis Di Giacomo, el médico psiquiatra que está a su cargo dentro de la casa de la hermana de Freydoz, ubicada en la localidad rionegrina de Allen y donde la esposa del gobernador fallecido se encuentra recluida. Más allá de esta intención, fuentes de la familia citadas por el diario de Río Negro confirmaron que luego del episodio en el que Carlos Soria recibió un disparo en la cara, Freydoz intentó accionar el arma contra sí misma”.

CONTRADICCIONES

El viernes 6 de enero aparecieron los primeros contrapuntos en las declaraciones de testigos y las hipótesis del hecho. Los medios publicaron las versiones que los custodios del gobernador hicieron ante la justicia, resaltando la contradicción entre sus testimonios y conjeturas anteriores. Página 12 título: “Los custodios de Carlos Soria negaron haber escuchado a la esposa decir que lo había matado” y agregó que “contradiciendo las declaraciones públicas del titular de la Corte de Justicia de Río Negro, los dos custodios de la chacra del gobernador dijeron que no entraron a la habitación donde se produjo el homicidio (...) y que tampoco escucharon a su esposa, Susana Freydoz, decir ‘no lo quise matar’”.

El titular del Día fue netamente informativo: “Declararon dos custodios por la muerte de Soria” y detalló en su artículo que “Fuentes vinculadas a la causa señalaron a Noticias Argentinas que las declaraciones de los custodios no coincidieron con las versiones que indicaban que, al ingresar a la residencia del gobernador, habían escuchado a Freydoz decir: ‘No lo quise matar’”.

Por su parte, Clarín remarcó, de las declaraciones de los custodios, la orden que les impidió ingresar a la casa donde se encontraba el gobernador. Tituló: “A los policías les ordenaron que no entraran a la casa de Soria”. Comenzó la nota expresando que “Los dos policías que custodiaban la chacra del gobernador Carlos Soria la madrugada del crimen estaban tomando mate cuando de golpe se disparó la alarma de la casa. Lo primero que imaginaron fue que era un ataque externo, pero enseguida se dieron cuenta del equívoco. Fue cuando el yerno de Soria, que había salido de la vivienda sin desconectar la alarma, se les acercó corriendo al grito de ‘llamen una ambulancia’”.

En tanto, La Nación publicó un título que, intencionalmente, profundiza la sospecha sobre la esposa e imputada. Un detalle que quizás no clarifique demasiado: “Un policía dijo que no vio llorar a la mujer de Soria”. En la nota, solamente una línea responde al título: “Los dos policías que custodiaban (…) juraron ayer ante la Justicia que no oyeron el disparo que acabó con la vida deSoria; que no escucharon a su mujer Susana Freydoz decir ‘lo maté’ y uno de ellos, que la pudo ver, afirmó que no notó que llorara”. El resto, información similar a la publicada por los demás medios.

CARLOS SORIA

Como anticipamos en octubre de 2011, el nombre de quien en aquellos momentos aspiraba a ser gobernador de Río Negro tuvo reiteradas apariciones en los medios de comunicación a raíz, claro está, de su candidatura y su trayectoria política. Clarín recordó un entredicho entre Soria y el periodista Verbitsky, y publicó un artículo que tituló: “El fallecido gobernador de Río Negro Carlos Soria fuerte cruce que mantuvo con Verbitsky”, en el interior de la nota, expresó que “é l protagonizó, apenas iniciada su gestión, un duro cruce mediático con el periodista Horacio Verbitsky, quien lo había criticado con dureza antes de los comicios (...) La respuesta no se hizo esperar. Fue tres días después, cuando Soria ya tenía bajo el brazo el triunfo electoral. ‘Él no podrá salir del país por hablar mentiras. Es un montonero trucho, que vendió compañeros. Va a tener que dar explicaciones’, declaró en su momento el político”.

¿Qué crítica había publicado Horacio Verbitsky?. Crítica, ninguna. Sí, en cambio, varias acusaciones. El domingo 25 de septiembre de 2011, en Página 12, figuraba el título “La vergüenza de haber sido”, que encabezaba la columna del día de Verbitsky. La bajada de la misma fue: “En las últimas elecciones provinciales previas a la presidencial, justicialistas y radicales disputan la gobernación de Río Negro con los colores nacionales de la presidente CFK. Uno de los candidatos,Carlos Soria, simboliza lo peor de la década menem-duhaldista, reciclado de ocasión. Su candidatura plantea cuáles son los límites de lo tolerable para el kirchnerismo, mientras la UCR retrograda hacía el carácter de un partido municipal”.

A continuación, algunos extractos de la columna: “(…) Con el triunfo de la fórmula Menem-Duhalde(Soria) se convirtió en uno de los hombres de mayor confianza de José Luis Manzano en el Congreso y lo asesoró sobre inversiones en tierras en el Comahue. Por esta vía llegó a integrar y/o presidir las importantes comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Juicio Político, las que investigaron la mafia en aeropuertos y correos, el lavado de dinero y los contratos con IBM y la Bicameral que hizo el seguimiento a la investigación de los atentados a la embajada de Israel y a la sede de la DAIA y la AMIA. Esta última le valió una imputación por encubrimiento”.

“(…) Como es de palabra fácil, lo cual no quiere decir que tenga facilidad de palabra, también le encargaron misiones más delicadas. En 1996, cuando el juez español Baltasar Garzón decidió indagar por crímenes de lesa humanidad a un centenar de militares y marinos argentinos, Menemdijo que era una vedette empeñada en acosar a las Fuerzas Armadas con el apoyo de ‘argentinos de ultraizquierda’, y Soria integró una delegación parlamentaria que partió a Madrid para provocar al magistrado. La excursión terminó en un incidente diplomático”.

“(…) En 1998, Roberto Marquevich ordenó la detención del ex dictador Jorge Videla por apropiación de hijos de personas detenidas-desaparecidas. Soria lo cuestionó con una referencia al ex fiscal Luis Moreno Ocampo, quien alegó que la Cámara Federal que condenó a las Juntas Militares no encontró pruebas sobre la sustracción de menores. Cierto, pero debido a la deficiente investigación del propio Moreno Ocampo, subsanada en años posteriores”.

“(…) En mayo de 1994, Menem dijo que ‘por opiniones que recibo pareciera que Erich Priebke es una buena persona’. Su corresponsal privilegiado en la zona era Soria. Este y otros diarios publicaron una foto histórica, en la que Soria comparte buena mesa y sonrisas con ese criminal de guerra nazi, acusado por el asesinato de 335 personas en las Fosas Ardeatinas de Roma”. 

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