Según publicó LA NACION, esa empresa podría ser la encargada de realizar un negocio multimillonario para imprimir cientos de de billetes de 100 pesos.
La mujer dijo que se decidió a hacer pública su situación luego de leer el artículo publicado por el matutino Clarín, titulado: "Vinculan a Boudou con una firma que negocia con el Estado". En el texto se destacaba que su esposo, Vandenbroele, era un amigo del vicepresidente que "se quedó con el control de la ex Ciccone Calcográfica, hoy Compañía de Valores Sudamericana, la única impresora privada del país capaz de imprimir billetes y pasaportes".
A partir de entonces, Muñoz se comunicó con radio Mitre para hacer públicas sus acusaciones, y salió al aire en el radial del periodista Jorge Lanata. "Mi esposo es testaferro de Boudou", aseguró. Anoche, ratificó sus dichos en conversación con el programa A dos voces, y aseguró que recibió amenazas para que no revelara la información que posee: "Entraron a mi casa mientras dormía con mi hija y me dijeron 'Callate puta, que te vamos a matar", relató.
También señaló a José María Núñez Carmona, un abogado marplatense también relacionado con el resurgimiento de Ciccone y allegado a Boudou. "Alejandro (Vandenbroele) me habló de montos de dinero en trabajos que realizaba con Carmona que habían sido indicados por Boudou", dijo Muñoz, y agregó: "El nexo entre Núñez Carmona y Boudou existe, él (Vandenbroele) me prohibía hablar de eso y contárselo a sus propios padres".
Según dijo, su ex pareja había conocido a Boudou en Mar del Plata durante su juventud. Preguntada sobre los montos que percibía el empresario, Muñoz respondió: "Las pruebas prefiero llevarlas a la Justicia, no me quiero exponer tan crudamente. Esto de hacer conocer la historia y mi cara me tranquilizo se que no se van a animar a matarme", culminó.
fuente lanacion
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