Este histórico paso debe consolidarse y profundizarse con el acompañamiento de todas las fuerzas políticas, gremiales y sociales del campo nacional y popular, constituyéndose en el modelo a seguir en otras áreas claves de la economía nacional que fueran enajenadas por las políticas implementadas por el neoliberalismo.
La defensa, consolidación y avance del rumbo iniciado en el sentido de recuperar la soberanía económica y afianzar una mayor justicia social que permita una vida digna para todos y todas solo será posible con los trabajadores y el pueblo movilizados y participando en las calles, en los barrios y en los lugares de trabajo, escuelas y universidades en el marco de una América Latina unida y solidaria.
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