La secretaria municipal de Desarrollo Social, Anabel
Turrisi, estimó ayer “en un 80%” la población que tiene carencias de distinto
tipo a esta altura del año.
“Por eso tenemos que ampliar las posibilidades con otro tipo
de actividades laborales, incluyendo inversiones de empresas que puedan
instalarse en la localidad y generar trabajo”, según valoró.
La funcionaria reseñó además aspectos de la visita del
ministro rionegrino de la cartera, Jorge Vallazza, con quién “acordamos
acciones de programas que ya se vienen trabajando, como el de emprendimientos
productivos, el mercado artesanal, las capacitaciones, mejoramientos
habitacionales”, detalló.
Desde su óptica, “los resultados no son inmediatos, son a
mediano y largo plazo. Para que se muevan los engranajes de un emprendimiento
productivo hay que presentar el proyecto, después llegan los fondos y lleva
todo un tiempo hasta que comienza a funcionar y podamos ver que esa persona
pueda recibir algún beneficio de ese proceso”.
Confirmó que en la provincia “hay líneas crediticias
disponibles para el fortalecimiento de emprendimientos en situaciones sociales
especiales: desocupación o proyectos de arranque. Son pequeños fondos que
ameritan también un seguimiento”.
Antepuso que “se va aprendiendo de las lecciones pasadas,
como ocurrió con la compra de maquinarias, que después se fueron cayendo y
quedaron arrumbadas. Ahora se intenta todo un acompañamiento, no es solo el
fondo que baja, sino que el emprendimiento es lo principal y es fundamental que
camine”.
En la actualidad “estamos tratando de detectar dónde ha ido
cada máquina de coser, cada herramienta, para ver luego cómo se pone en marcha
ese mismo proyecto o ver la posibilidad de que pase a otra persona. Es
complicado, porque cada emprendimiento vino con nombre y apellido y hay toda
una cuestión legal de por medio”, resaltó.
Demandas estacionales
Sobre las demandas de asistencia a esta altura del año,
Turrisi interpretó que el área a su cargo “es muy sensible a estos cambios
estacionarios, es donde impacta en forma inmediata”.
Aún cuando “no hay estadística disponible sobre
desocupación”, la funcionaria afirmó que “en los barrios más necesitados,
prácticamente en un 80%” de la población tiene carencias. “Por eso tenemos que
ver de ampliar las posibilidades con otro tipo de actividades laborales,
incluyendo inversiones en propuestas más grandes, empresas que puedan
instalarse en la localidad y generar trabajo”.
Dichos emprendimientos podrían estar dirigidos “a los
servicios y también a otro tipo de producción, como carpinterías, industrias
limpias que no afecten nuestro modo de vida y el medio ambiente, pero que a la
vez generen empleo”, subrayó.
Viviendas
Acerca de los mejoramientos habitacionales en marcha, la
secretaria de Desarrollo Social ponderó que “es inminente la llegada de fondos
para las primeras 25 unidades de emergencia que solicitamos”. Aparte hay en
proceso otras líneas de mayor envergadura, a través del IPPV y Mejor Vivir.
Se trata “de fondos rotativos para terminaciones: cambios de
letrinas por baños; piso de tierra por cemento; mediante convenios donde el
adjudicatario se compromete según su posibilidad de pagar una cuota. Son
recursos para sectores populares”.
Lo urgente y lo importante
Por último, la funcionaria diferenció “lo asistencial, que
es inmediato (una bolsa de comida, una chapa), pero es más costoso mover el
engranaje de los proyectos productivos, que en algún momento hay que ponerlo en
marcha. Ambos aspectos tienen que ir en forma paralela”.
Precisó que “hay familias que ya están con sus planes de
artesanías, herrería, y aún de servicios. Hay un grupo en Mallín Ahogado que ya
se está ocupando, se está organizando para armarse como equipo de trabajo y
solicitar fondos que, a la larga, puede derivar en la formación de una
cooperativa”.
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