Carta de lectores --Gente agradecida--

En los últimos días nos tocaron vivir situaciones angustiosas y desagradables que sirven para darse cuenta quien te rodea y quien es cada quien. Con el accidente sufrido de mi hija donde por no derivarla en tiempo y forma a un hospital de mayor complejidad vivimos situaciones que no se les desean a nadie, en este punto y en medio de este dilema nos encontramos con  personas que nos dieron  una mano sin preguntar quién era y sin esperar nada a cambio, como son el señor Quique Maggi y Walter Cortez.


Estas dos personas se preocuparon y ocuparon en todo momento que dentro de la situación nuestra hija este lo mejor posible, desde el alojamiento hasta el llamado continuo para saber cómo evoluciona la salud de Ángeles.
En el hospedaje en el que nos quedamos durante lo que duro la operación de la nena nos cruzamos con gente que nos comentó que no somos el primer caso donde el señor Cortez intercede para ayudar a quien lo necesita por cuestiones de salud, como fue el caso reciente de una persona de aquí de El Bolsón quien estuvo quince días en Bariloche es uno de los vecinos de la comarca con los que dialogamos y pueden dar fe de lo que decimos, agradecemos a quienes estuvieron presentes en todo momento.
En Bariloche como es lógico nos encontramos con una ciudad indolente a los problemas del próximo, un hospital privado abarrotado de gente con muchos esperando horas por una cama, pero el profesionalismo de todo el personal  y el doctor Ernesto Barbeito junto a sus colaboradores hicieron sentir que mi hija les importaba.
Ipross merece un punto y aparte
La odisea que comienza con un accidente para los afiliados a Ipross no tiene nombre, desde médicos que te dicen que todo está bien , hasta que llega un verdadero profesional y viendo la misma placa que vieron  los otros se da cuenta de la gravedad solicitando una operación urgente , con una placa para colocar en el tobillo , tornillos, clavos y etc, cuando uno espera una palabra de aliento tranquilizadora que todo va a estar bien te dicen que lo necesario para curar a tu hija va a demorar sesenta días.
Esta situación llego a oídos del propio presidente de Ipross Fabián Zgaib quien no solo no podía creer lo que escuchaba sino que de inmediato se interiorizo del tema y mágicamente las soluciones llegaron, puede ser que como me dijeron en Ipross “esto lo hacen porque sos vos “, pero en realidad Zgaib no me conoce pero así y todo después de sus llamados a la delegación local todo fue más fácil.
Es de entender que la burocracia como me mostraron las empleadas hace que haya demora de hasta dos  y tres meses, pero son cuestiones internas que deben solucionar ellos como principales sabedores de la problemática y no una afiliada que lo único que tiene en mente es ver a su hija nuevamente caminando y sin secuelas, solo el tiempo nos dirá el resultado de la operación realizada sobre mi hija.
Por eso que estas líneas agradecen a quien se ocupó de la salud de mi hija en lo concreto y más allá de lo formal, destaca a quien trabajo profesionalmente y el resto solamente hizo lo que debe hacer cumplir con su trabajo.

Fabián Balasz –María Gabriela Vera.










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