“Nos vamos pero la iglesia se queda y la memoria sigue teniendo una raíz muy fuerte, donde genera y fecunda la vida, al igual que las esperanzas de la sociedad. No se cierra este estilo de evangelizar desde la educación y la promoción humana, social e integral”, reflejó ayer el padre Jorge Peixotto, al confirmar el alejamiento de la Orden Franciscana de Menores Conventuales de El Bolsón, luego de más de 70 años de trabajo pastoral en la zona andina.
En detalle, explicó que este año, “en el marco de una reunión que tuvimos los franciscanos del país, decidimos suspender nuestra presencia -tanto en Argentina como en Uruguay-, en razón de no tener la cantidad de hermanos suficientes para atender toda la demanda religiosa que implican los tiempos modernos”.
El sacerdote, de 71 años, será el último cura de la orden en la ciudad. Tiene pensado permanecer hasta diciembre, a la espera de su sucesor, y confesó que “aún no tengo decidido mi próximo destino”, aunque no descartó “retirarme y quedarme a vivir por acá, porque es un verdadero paraíso”.
Con todo, los franciscanos dejan detrás una enorme historia de evangelización y de obras, incluyendo la creación del Instituto José Manuel Estrada, el primer colegio secundario de la ciudad, al que asistieron numerosas generaciones de toda la cordillera. “Actualmente, el edificio está en manos de la Universidad Nacional de Río Negro y estamos felices de haberlo cedido porque sigue la tarea educativa a otro nivel. Se empezó con la escuela primaria y se agregó luego la Escuela de Magisterio y Perfeccionamiento Docente”, graficó Peixotto.
El Instituto Estrada. Los curas crearon el primer colegio secundario de El Bolsón. |
Recordó enseguida que la tarea en la región “se remonta al año 1949, con la llegada del sacerdote Emilio Favaratto, seguido luego por el padre Feliciano y tantos otros hermanos. En 1953 se inauguró la parroquia Nuestra Señora de Luján, con el aporte y esfuerzo de numerosos vecinos, que a la fecha suma la presencia de Cáritas y otras seis capillas que surgieron en los últimos años en los distintos barrios y parajes. Se suman tres centros educativos (dos jardines de infantes en los barrios Esperanza y San José, más la escuela de carpintería), con este estilo pastoral de los franciscanos de promover lo humano para evangelizar y cultivar lo mejor de Dios en la vida de los hermanos”.
A la hora de la despedida, remarcó que “nos vamos totalmente agradecidos a la comunidad, porque fueron años muy intensos y de una pasión evangelizadora muy grande”.
“Llegamos como misioneros –agregó-, para trabajar con mucha dedicación y la entrega propia de aquellos italianos fundadores de la orden, en una extensa región que abarcaba todo el departamento Cushamen en la provincia del Chubut (El Maitén, Epuyén, Cholila, Lago Puelo y El Hoyo), más Ñorquinco, El Manso y El Bolsón en Río Negro. Con el tiempo, se fueron desgajando las comunidades católicas de las otras localidades cercanas, asumidas por sacerdotes diocesanos”.
Acerca de sus reemplazantes, adelantó que “estamos en diálogo con los distintos obispos, aunque en nuestra comarca no será una tarea fácil en función de que la diócesis de Bariloche también requiere de recursos humanos para mantener cuatro parroquias, algunas actualmente sin curas”.
“Otro de los problemas es que hay una gran crisis vocacional para la formación de nuevos sacerdotes en Argentina, además de dedicarse por completo a la misión evangelizadora. Nos queremos retirar de El Bolsón con un sentido de fiesta, pero también de dolor porque no es fácil dejar una obra de tantos años, que partió con un pueblo de 500 habitantes a esta realidad actual de 60 mil pobladores”, concluyó.
Una virgen china
Con 70 años de existencia, la parroquia Nuestra Señora de Luján forma parte de la arquitectura histórica del centro de El Bolsón. Su interior, con paredes austeras y techo de madera, rememora a las iglesias de la isla de Chiloé. Como dato curioso, en una pequeña capilla interna, se conserva una imagen de la Virgen (con rasgos orientales) traída como regalo desde China por el padre Emilio Favaratto.
“Poco a poco, los frailes han querido estar presentes en cada barrio y paraje, hoy tenemos 14 templos, incluyendo Mallín Ahogado”, detalló tiempo atrás el padre Ricardo Cittadini, quien actualmente está en Asunción del Paraguay.
Acerca de las demandas actuales, resaltó que “lo que más me duele es que el pueblo esté tan fraccionado y dividido, con reclamos, insultos y agresiones, juicios y condenas a mano propia que destruyen la calidad de la vida social. Con un poquito de apertura del corazón y de mente podríamos vivir tan bien, con acuerdos mínimos para luchar juntos por el bien de todos, sería realmente ese El Bolsón mágico y natural que tanto se pregona, ya que hay muchos que han venido a encontrar aquí las maravillas de su naturaleza”.
El sacerdote recordó que “por la década del ’50 éramos la única oferta religiosa, pero hoy tenemos muchas iglesias espontáneas, que nacen y mueren con su pastor, con la administración correcta o no de sus bienes”. En cambio, los católicos “tenemos muchas iglesias históricas que se conectan con Jesús, que no dependen solamente del carisma de un líder”.
No obstante, reconoció enseguida que “muchas de nuestras familias católicas se han trasvasado al mundo evangélico, donde reconozco comunidades pequeñas y un trato familiar que nosotros, por el número o descuido, no hemos podido mantener”.
2 Comentarios
Ejercí como docente en instituto José Manuel Estrada por los años 70 y pico, recuerdo al padre Francisco y muchos compañeros con los que mucho hicimos y recibimos por el querido Bolson.soy Ana Garrido Caro🙏💕
ResponderEliminarEste pueblo si es que aún puede llamarse así esta tan perdido que hasta los curas se quieren largar...
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