Escuela 337: aseguran ser los parientes abandonados del sistema educativo




Luana es la mamá de tres niños que asisten a la escuela 337 del barrio Usina, esta mañana fue la vocera de la comunidad educativa que vuelve a reclamar por las obras de ampliación que según destacó están atrasadas y habría una deuda con la empresa que desde hace tiempo no realiza ningún trabajo en el edificio.  Además, remarcó que las salas de iniciales los niños deben higienizarse a través de un dispenser de agua y carecen de distintos elementos y hace varios días que les dan la leche, “los niños se quejan que tienen hambre”.

La situación de la escuela 337 del barrio Usina parece no tener fin, a pesar de que históricamente y desde hace un par de años se viene prometiendo que luego del receso el edificio se inaugurará, esto no ocurre. La obra, inerte, se encuentra parada al menos desde la finalización del año 2022 según asegura Luana, “la falta de edificio, que como ustedes ven no está terminado y eso debería haberse entregado en noviembre del año pasado”, detalló la mama.

Seguidamente aseguró que todavía están en veremos con un montón de dichos que no se cumplen, “nos dijeron que se va a terminar durante el receso invernal, se va a realizar la ampliación de la cocina, pero nosotros ya no creemos”.


No están trabajando

Al consultarle a la mamá sobre qué respuestas tienen por qué no se está trabajando desde hace varios meses en el edificio Luana explicó que a ellos les dijeron que es por una cuestión de dinero, “ese es el motivo por el que hoy no se está terminando el edificio, desde principio de año, que las docentes se presentaron a trabajar, no hay ningún tipo de persona trabajando en la obra y es por eso que hoy tenemos dos salas de nivel inicial sin baños”.



Además, detalló que las criaturas están lavándose las manos en un dispenser de agua que lo recargan todos los días, para que los niños se puedan higienizarse, “cuando la docente debe enseñarles a las criaturas, por ejemplo, lavado de manos que es fundamental, no tiene los recursos obvios, es totalmente lamentable la situación que está pasando la escuela”, aseguró Rodríguez. 

Dos cuadras para el refrigerio

Finalmente, la mamá confirmó que los niños continúan caminando dos cuadras para poder tomar el refrigerio en el salón de la junta vecinal del barrio usina sabiendo que el clima de los últimos 40 días ha sido lluvioso esto pone en riesgo de enfermedad a los niños que deben recorrer estos estas dos cuadras para llegar al lugar del almuerzo, “Los chicos para poder almorzar siguen, todos los días, sin importar el clima caminando al centro comunitario. Puede ser que después del receso invernal los chicos puedan almorzar en la institución, todo depende de la ampliación que se debe terminar, la cocina donde trabajan también es muy pequeña y no pueden funcionar en el espacio que tienen”, afirmó.  



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