Los encantos de Lago Puelo para unos días de vacaciones de invierno en la cordillera chubutense


Los encantos de Lago Puelo para unos días de vacaciones de invierno en la cordillera chubutense
Las excursiones lacustres, los senderos de montaña, la gastronomía lugareña, el circuito de las bodegas y la cercanía con el centro de esquí del cerro Perito Moreno se muestran como los principales atractivos.

“Para esta temporada, invitamos a los turistas a sumergirse en el sendero de los Antiguos Pobladores, recientemente inaugurado y que es un verdadero viaje en el tiempo donde podrán conocer la historia de las familias que fundaron Lago Puelo”, aseguró hoy la directora de Turismo, Aylén Cocha, al tiempo que sumó “la pasarela del río Azul y los diversos senderos de montaña, de baja, media y alta dificultad, que están habilitados todo el año”.



Adelantó que para las vacaciones de julio “tendremos unas 2.100 plazas de alojamiento habilitadas, con precios de cabañas para cuatro personas desde los 30 mil pesos diarios, dependiendo de los servicios que se brindan y de su ubicación”.

Enseguida destacó el polo gastronómico que distingue a la localidad del oeste chubutense, más los viñedos y bodegas de las familias Adamow y Hansen Becerra, “con vinos de muy buena calidad, visitas guiadas y degustaciones. Nos llenan de orgullo y se suman a las cervecerías artesanales, productores y artesanos que dan identidad al valle”, subrayó.

Promoción

 A su turno, el secretario de Turismo, Deportes y Producción, Sebastián Oliva, destacó “la campaña de promoción invernal que desarrollamos estos días en Córdoba, en conjunto con El Bolsón, Esquel y Epuyén; y que fue muy necesaria porque la mitad del público que visitó los stands no tenía idea de la ubicación geográfica y el potencial del Corredor de los Andes. Reconocían haber llegado alguna vez hasta Bariloche, pero desde allí al sur es tierra desconocida”.

De igual manera, la delegación cordillerana estuvo la semana pasada en el congreso de agencias de viajes, que tuvo como sede a Puerto Madryn. Según Oliva, “nos están comenzando a conocer como destino invernal y nuestra premisa fue ofrecer los servicios turísticos disponibles para que las firmas mayoristas comiencen a vender paquetes de varios días que incluyan a Lago Puelo”.

Tesoros culinarios

Llegar a Lago Puelo es impregnarse de los sabores, aromas y colores de la cocina heredada de varias generaciones de colonos, inmigrantes y aventureros que dieron identidad a la villa turística a lo largo de más de un siglo.

En el acceso norte, a la vera de la ruta 16, van apareciendo los locales gastronómicos con sus tentadoras propuestas, desde platos gourmet exclusivos elaborados con productos cordilleranos hasta las cervezas artesanales, los vinos de la región y la repostería típica de las abuelas europeas.

Ya sea una trucha, cordero, ciervo, jabalí, frutas finas, ensaladas “inimaginables en cualquier otro punto del planeta”; parrilladas “con mucho gusto a campo” o pizzas y empanadas con ingredientes “bien nuestros”, lo que enamora “son las variaciones que podamos ofrecer”, aseguran los chefs de la zona, al tiempo que remarcan que “sin gastronomía, no hay turismo”. 

De igual modo, Lago Puelo ofrece “helados y chocolates artesanales con su propia identidad, impregnada del espíritu de las hadas y duendes que habitan en sus montañas y bosques”.

El secreto parece estar en que sus elaboradores mezclan productos naturales de primera calidad con elementos tan diversos como frutas finas y frutos secos, licores, flores y “lo que la imaginación permita”, en esas largas noches de invierno que habilitan “pruebas y combinaciones hasta que le guste a toda la familia”.

Con los años, a nadie extraña ya encontrar sabores de helados tan exclusivos como fruto de la pasión, calafate con leche de oveja, limsau (maceración de flores de saúco con limón), calafate con leche de oveja, fernet con coca,  mascarpone con cassis, manzana con canela, mate cocido con tres de azúcar o embrujo de sauco.

Otro tanto pasa con los chocolates, que poco tienen de clásicos, ya que dentro de una barrita cabe desde pulpa de mosqueta hasta menta cordillerana, whisky, frambuesa o nueces. Eso sí: “No agregamos grasas ni saborizantes, porque a nosotros también nos gusta comer chocolate del bueno”, aseguran los maestros de cada establecimiento.



Publicar un comentario

0 Comentarios