Hace un año comenzó la llamada “Reconstrucción” de Lago Puelo, una promesa que encendió las esperanzas de los vecinos. Sin embargo, al cumplirse un año de gobierno, es evidente que los problemas estructurales persisten, afectando directamente la calidad de vida de nuestros vecinos.
En este primer año de gestión, hemos dado muestras claras de acompañamiento institucional, aprobando más del 99% de las ordenanzas que el Ejecutivo necesitó, incluyendo el presupuesto anual y la ordenanza impositiva. Cabe destacar que esta última representó un incremento de más del 1000% en comparación con la gestión anterior, un esfuerzo que los vecinos han asumido con la expectativa de ver cambios reales y significativos en la calidad de los servicios y la infraestructura.
El caso del agua en Las Golondrinas es un claro ejemplo de una problemática histórica que aún no ha encontrado solución. Hace pocos días, una vecina compartió en las redes sociales una fotografía que expone con crudeza esta realidad: el agua que llega a su hogar es marrón, imposible de consumir y completamente alejada de los estándares mínimos de calidad que merecen nuestros vecinos.
La falta de acceso a agua no solo dificulta la vida cotidiana de las familias, sino que también impacta en el turismo, la producción y el desarrollo de nuestra localidad. Durante la campaña presentamos proyectos concretos que hoy ponemos nuevamente a disposición del Ejecutivo, proyectos diseñados para sanear esta situación de manera definitiva y dotar de agua limpia y segura a Las Golondrinas y Cerro Radal, un derecho básico que no debería estar en discusión en pleno 2025.
No podemos seguir gestionando Lago Puelo con medidas superficiales que prioricen el maquillaje sobre las necesidades reales de los vecinos. Pintar cordones, cortar el pasto, colocar carteles y organizar eventos pueden contribuir al embellecimiento urbano, pero no puede reemplazar la urgente prestación de servicios esenciales. Sin agua, poco importa que las cunetas estén limpias o los espacios verdes impecables. La reconstrucción debe ser profunda, enfocada en resolver los problemas estructurales que nos afectan desde hace décadas.
Además, debemos terminar con la perpetuación de las “emergencias” que solo sirven para justificar contrataciones privadas que no ofrecen soluciones de fondo. Esta lógica no solo posterga las respuestas reales, sino que también perpetúa negocios que no benefician al pueblo y sí a los amigos del poder. El agua, como derecho humano fundamental, no puede depender de camiones cisterna ni de parches temporales que agravan la crisis en lugar de resolverla.
Por otro lado, es imperativo avanzar en la puesta en marcha del Tribunal de Cuentas Municipal. Sin este organismo funcionando plenamente, no hay garantía de control ni transparencia en la gestión de los recursos públicos. Los vecinos de Lago Puelo merecen saber cómo se administra cada peso y cómo se priorizan las obras que impactan directamente en su bienestar.
Desde el Partido Vecinal Crecer, reafirmamos nuestro compromiso con la comunidad. La solución a los problemas de Lago Puelo no se encuentra en discursos vacíos ni en medidas superficiales, sino en una gestión seria, transparente y con prioridades claras. No podemos hablar de reconstrucción sin servicios básicos ni planificación a largo plazo.
Es tiempo de que el Ejecutivo escuche y actúe. La fotografía que acompaña esta publicación no es un hecho aislado; es un recordatorio doloroso de la urgencia de esta problemática. Nosotros desde Crecer, como siempre, estamos dispuestos a colaborar con propuestas concretas y trabajo en equipo, porque Lago Puelo no puede esperar más. La verdadera reconstrucción comienza cuando se prioriza a la gente.
Partido Vecinal Crecer
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