Vecino de El Turbio denuncia un desalojo compulsivo




Parques Nacionales ordenó el desalojo de Antonio Bucci, un poblador que lleva 40 años en la zona. Su fogón y taller, esenciales para su actividad rural, serán demolidos.

Antonio Bucci, un vecino del Paraje de El Turbio, denuncia que tras cuatro décadas de residencia en la región, Parques Nacionales ha ordenado su desalojo y la demolición de su fogón, un espacio vital para su actividad rural. La decisión llega luego de que una persona usurpara parte de su terreno por más de 20 años y fuera finalmente desalojada. Ahora, lejos de recuperar su espacio, Bucci se enfrenta a la pérdida de su taller, almacén y secadero de nueces, su principal medio de sustento.




"El fogón y taller es un lugar indispensable para poder sobrellevar los peores momentos del invierno", explica Bucci. Además de servir como refugio, es un sitio donde guarda herramientas, combustibles y dónde seca la producción de nueces, fundamental para su economía. "Acá tenemos nogales y cosechamos nueces. Este fogón es nuestro secadero. Pero Parques Nacionales no reconoce su importancia y dice que no cumple con ciertos requisitos, cuando en la zona hay otras instalaciones en condiciones similares", sostiene.




Bucci detalla que ha vivido allí con su familia durante 40 años. "Mis hijas crecieron aquí, se educaron, una es maestra y la otra vive en Lago Puelo con su pareja guardaparque", relata. Sin embargo, denuncia que la situación de tenencia de la tierra lo dejó vulnerable. "Durante 20 años, una persona ocupó parte de mi terreno. Parques Nacionales ignoraba el problema porque decían que yo lo había traído. Intenté resolverlo ofreciéndole dinero para que se fuera, pero se negó. Finalmente, tras una denuncia, se inició el juicio de desalojo y lograron sacarlo. Pero ahora soy yo quien pierde el lugar".




El poblador sostiene que Parques Nacionales le prometió que podría recuperar el espacio una vez desalojado el intruso. "Me dijeron que me esperara, que luego podría volver a usar el terreno. Pero ahora no me lo permiten". Asegura que los argumentos de la institución son administrativos. "Dicen que no hice domicilio legal, pero llevo 40 años viviendo aquí. Cumplí con todos los requisitos, pero siempre encuentran algo para impedirlo", denuncia.





La fecha límite para el desalojo es el 10 de abril. "Me enteré hace apenas cinco días. Si no retiro todo lo que tengo en el fogón, lo destruirán o, según dicen, hasta podrían prenderle fuego", lamenta Bucci. "Tengo todo documentado, mis vecinos pueden testificar lo que digo. Es injusto. Durante años Parques Nacionales no hizo nada mientras había un intruso, pero ahora que recuperé el espacio, buscan quitármelo a mí".

El conflicto deja en evidencia la problemática de los pobladores de la zona, quienes no poseen propiedad legal sobre la tierra que ocupan, quedando a merced de decisiones administrativas que pueden afectar sus viviendas y medios de vida.


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